Terminado. Esta vez, al contrario que la primera parte, me lo he dosificado, porque es sumamente adictivo, y quería que me durara un poco más.
Sin duda alguna, el mundo que ha creado Ian McDonald sigue siendo lo mejor de todo, y en esta segunda parte volvemos a verlo de nuevo en mayor extensión. Una cosa que destaco de este libro es que, al tratarse de una trilogía, podríamos pensar que se trata de la transición hacia el tercero, pero nada que ver. Ian McDonald no pierde el tiempo volviéndonos a situar de nuevo en lo que ocurrió en el primer libro, sino que la historia continúa con sus alianzas, traiciones y cambios de bando. Los personajes también siguen siendo sobresalientes, todos, y evidentemente los giros me parecen de lo mejor.
Si el primer libro me pareció que iba de menos a más, dejándonos al final con un
cliffhanger alucinante,
en donde gran parte de los Corta fueron asesinados mientras el resto escapaba |
, en este el ritmo se mantiene constante, a un nivel muy alto, y si bien el final no me dejó con ganas del tercero, sí que lo hizo su recorrido. Es decir, las páginas finales (las últimas 20) son más bien tranquilas en comparación con el resto del libro, que desbordan acción en cada una de ellas.
Entrando más en materia respecto a la trama de esta segunda parte:
Los dos jóvenes de la familia Corta (Luna y Robson) han demostrado que son personajes fuerte que no se amedrantan ante los altibajos, y me apuesto lo que sea a que serán determinantes en la guerra que se ha desatado. Por otra parte, mi personaje favorito (Lucashino), ha tenido una evolución favorable a lo largo del libro, por lo que cuando pensé que iba a morir, me he llevado un buen chasco, pero gracias a Luna parece que vivirá.
El resto de los Corta sigue en su misma línea. Ariel me sigue pareciendo una chica bastante peculiar, y todavía no me termina de gustar su personalidad;
sin embargo, Marina era un buen complemento, y ahora que se fue a la Tierra, me gustaría saber cómo se las arreglará sin ella. Pero bueno, seguramente termine volviendo.
Lucas fue para mí un gran redescubrimiento en esta segunda parte. Se consolida como un personaje fuerte, que no duda en hacer lo imposible para obtener su venganza. Me gustó que hayamos cambiado de escenario (el viaje a la Tierra) y que se trajera de vuelta a Alexia, que es un personaje que promete mucho, y todo su trasfondo me parece interesante.
Wagner sigue en su rollo, aunque me ha encantado sus interacciones con Robson.
Respecto a los Mackenzie, sus conflictos internos son muy interesantes, y las alianzas y traiciones entre ellos siempre me hacen dudar de qué va a pasar a continuación. |
En conclusión, tenemos ante nosotros una segunda parte que no da ni un minuto de respiro, que continúa profundizando en personajes, pero sin perder ni un segundo de la acción que se veía venir al final del primero, y es este quizás uno de los puntos fuerte del libro. Ian McDonald nos mete de lleno otra vez en la trama, nos va tejiendo alianzas que luego se desmoronan, y lleva al límite a los personajes, de manera que tienen que enfrentarse a decisiones inmediatas.
Creo que aún no se sabe nada de la tercera (y al parecer última) parte, pero la espero con unas ansias increíbles.