Voy por el principio del capítulo tercero (12%). Sin paños calientes: o esto cambia o abandono.
Han pasado la friolera de 18 añazos entre el final de la primera historia y esta. Lo peor del caso es que los hilos que quedaban abiertos en el primer libro y que yo pensaba que se cerraban a lo largo del segundo quedan abandonados. A ver,
¿qué ha sido de Simon? ¿Y de Elaine? ¿Y de la dama Oohagh? ¿Y del hijo que tuvo la dama Oonagh con Colum? Vamos, Colum se ha muerto y no ha vuelto a saber nada de ese niño. Mira qué bien. Finbar se da por sentado que ha muerto ahogado y se quitan de encima otros dos hermanos (Diarmid y Cormack, también muertos) en un solo párrafo. Liam sigue dirigiendo Sieteaguas, Conor sigue de druida y a Padriac, que se ha ido a ver mundo, solo le falta el parche en el ojo para completar el conjunto. Hasta loro en el hombro tiene. |
¿Los personajes? Liadan es demasiado parecida a la Sorcha del primer libro, pero con menos autoestima, Sean por ahí anda y Niamh es una imbécil integral, afectada, caprichosa, bastante tontita y por si eso fuera poco tiene el pavo subido y se la pasa menospreciando a todo quisque, su hermana incluida. Vamos, que me cae de pena. Hasta
echo de menos a la dama Oonagh. Ya podía volver y convertirla en un sapo. |
¿La trama? Los hombres siguen defendiendo su territorio y Liadan (que es la que narra la historia) lleva ya dos capítulos y parte del tercero (sin trazas de que vaya a acabar) diciendo lo guapa que es su hermana, que su hermana es un buen partido, que
Eamonn debería pedirla en matrimonio pero a Niamh no le gusta pero a ella sí y luego le pide en matrimonio a Liadan y Liadan no entiende por qué si su hermana es más guapa y mejor partido, que si el hijo del jefe de un clan la ha pedido en matrimonio pero Niamh tampoco le quiere porque está liada con el druida ese y que si le pueden ofrecer a Liadan, que mejor oferta de matrimonio no va a tener porque como no se case con un granjero la pobre es tan simple y tan fea que no puede aspirar a nada más, no como ella que la siguen como los moscones y es tan guapa, tan fina y tan bella... ¡oh, qué maldición! |
Ah, luego han aparecido
unos guerreros pintarrajeados |
que me parecen un poco surrealistas. A ver en qué queda esto.
O se acaba el Sentido y sensibilidad este o lo mando a freír espárragos y me pongo a leer directamente el tercero