Bien, pues como decía, no me ha durado nada...ya lo terminé.
La novela-relato me ha gustado mucho, me ha encantado, pero también me ha molestado, y es que se podría haber hecho una muy buena novela con lo que Miéville se ha conformado en darnos. Kind lleva razón en decir que le falta fondo, con más extensión quizás se hubiera logrado hacer algo más redondo, más completo, aunque supongo que para mostrar lo que él pretende, ya tenía suficiente con esa extensión corta. Me molesta que sea tan corto, que se me haya acabado tan rápido, pero al mismo tiempo me ha dejado bastante flipado con la propuesta.
Este hombre es un genio, eso está claro, escribe como le sale de los mismísimos y la calidad está ahí. Podría hablarnos de cualquier cosa y sencillamente aplicándole el filtro de su excelsa imaginación ya nos tendría ganados. En el hilo de Kraken, en la entrevista que puso Clarividente, creo que era, ya nos decía que nos había entrenado para poder absorber cualquier cosa que nos propusiera...doy fe de ello, y en este relato tenemos la prueba de que así es. Vela y Kind decían en sus posts que había evolucionado, que Miéville se está convirtiendo en algo bastante más complejo de lo que era en sus primeras novelas...no os falta razón chicas, pero sinceramente si se hubiera estancado en su imaginario y su estilo más clásico, ¿no seríamos nosotros los que se lo recriminaríamos? ¿no le exigiríamos algo más? yo creo que sí. Seguro que más novelas como las de Bas-Lag o Embassytown serían una gozada, pero realmente es lo que deseamos de china? Ya sabéis que a mí Kraken tampoco me convenció del todo, en la misma entrevista que he citado, se decía que la había escrito para que la gente lo entendiera como una novela de humor absurdo, llevaba al límite la fantasía para que precisamente la gente lo intuyera de ese modo. En un primer momento no me creí demasiado esas "excusas" pero viendo ahora lo que nos propone con esta novela, ya no estoy tan seguro. Sinceramente creo que Miéville está experimentando en cada nueva novela o escrito que nos da, está llevando su estilo a continua evolución y no creo que se vaya a plantar ahí, sino que seguirá en un futuro. No sé si el camino que está tomando, gustará a todo el mundo, ni si los nuevos lectores podrán añadirse al ritmo de su evolución, lo que está claro es que yo sí estaré, porque con este relato de 200 páginas me ha vuelto a captar en sus redes.
En cuanto a la novela, creo que el planteamiento, la estructura, el lenguaje utilizado, el todo global está muy estudiado. Miéville utiliza la influencia del surrealismo para crearlo todo, se vale de sus principios para elaborar la lectura, no son sólo los términos y los objetos que son de carácter surrealista, la misma narración lo es. No en su totalidad, claro está, ya que si no seguramente no se entendería nada, pero sí en la esencia de la narración, en ese caos, en ese desorden que plasma. Creo que ha realizado un ejercicio muy inteligente, incluso ese epílogo le ha quedado redondo.
Una historia fantasiosa contada por el mismo personaje de la fantasía, relatada al escritor real para que deje constancia de lo ¿sucedido? qué manera de embrollar, de llevarnos a su terreno, incluso el guiño final en la cafetería cuando ve al personaje con traje con el rostro tapado por una manzana que no le deja saber de quién se trata... |
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"Les fils de l´homme" de Magritte
De la historia, no voy a contar nada, porque para mí es lo de menos, tan solo decir que me ha gustado, que tiene lo básico para hacerla entretenida e interesante y que funciona perfectamente dentro de ese marco surrealista.
Quedo a la espera también de ver más comentarios de los que se vayan leyendo la novela, esta vez no creo que vayan a ser tan favorables... y como Kind, no quiero ni pensar lo que sentirá alguien que no tenga referencias de la novela y del autor, y compre esta novela atraída tan sólo por la sinopsis...sorpresa será lo mínimo que sentirá, eso seguro.
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