Esta mañana hemos acabado la lectura con uno de los grupos. ¡Éxito total!
El desenlace era conocido por algunos, pero eso no ha sido obstáculo para que ocurriera un episodio que nunca me había pasado...
Veréis... Eran las once y diecinueve minutos de la mañana. La lectura de
Diez negritos iba a toda pastilla. Páginas finales. Acaso quedaban cuatro ["Y no quedó ninguno", en realidad]. Demasiado para leerlas en un minuto. Avanzamos. Las once y veinte. Suena el timbre de cambio de clase. Klatu exclama: "Seguimos, ¿no?" Silencio absoluto. Claro que sí... Eso, ni se pregunta. Seguimos leyendo mientras duran los cinco minutos entre clases. Vuelve a sonar el timbre. El profesor siguiente, el de Matemáticas, asoma por la puerta... Ve lo que ocurre en clase y hace mutis, desolado ante su propia interrupción. Quedan dos páginas. Hay que leerlas, como sea... Tres minutos más y ¡se acabó!
Ya sabemos quién es el asesino y cómo se produjeron los sucesos en la Isla del Negro... Ahora, sí, que se vaya klatu y entre el de Matemáticas...
a ver si supera la tensión de la clase anterior...
klatu se va, satisfecha... hasta la semana próxima... Mientras recorre el pasillo escucha una voz proveniente del aula abandonada: "¿Seguiremos leyendo a Agatha Christie?"... Otra voz contesta: "Haced el favor de sacar los deberes... vamos a corregirlos".
De las mochilas salen, sí, los deberes, pero entra el juez Wargrave... sueños de niños... o no tanto.. |
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klatubaradaniktó