Es la primera obra que leo de este autor. Me ha costado coger el pulso a la novela. La primera mitad se me hizo eterna e intrascendente. Los diálogos tampoco ayudaban. No sé si era culpa de una mala traducción o simplemente es el estilo de Hemingway. Quizá fuese una mezcla de ambas posibilidades. De hecho, tuve varios amagos de abandonarla. La lectura ágil y su escasa duración lo impidieron. Aún así, he estado semana y media con ella.
He aprendido algo. Creía ciegamente en la teoría de romper con los libros que no te están diciendo nada. Esos que no están escritos para uno en ese momento. De haber sido así, no hubiera conocido la segunda mitad de
Adiós a las armas. Creo que ha merecido la pena continuar en esos momentos complicados. Sin embargo, desconozco el motivo por el cual esto ha sucedido: qué ha cambiado de una parte a la otra. Puede que me acostumbrara al estilo tan peculiar de Hemingway o puede que él subiera el nivel a medida que avanzaba la historia. Quizá fuese una mezcla de ambas posibilidades.
No sé si la recomendaré algún día. Muy peculiar.
Le doy un 3/5.