Solenoide - Mircea Cărtărescu

[Aben Razín]

A ver si lo acabo y sigo con el de Muñoz Molina, que también te tengo en vilo...

¡Perdona, fardal ahora no me acuerdo cuál es el de Antonio Muñoz Molina!,

[fardal]

Un andar solitario entre la gente
https://www.abretelibro.com/foro/viewtop ... 3&start=15

[Aben Razín]

Un andar solitario entre la gente
https://www.abretelibro.com/foro/viewtop ... 3&start=15

¡Mira que me estaba imaginando que era esta novela, fardal!

[fardal]

Me está pasando un poco lo mismo, fardal. Terminado el capítulo 11, largo, largo. Dicho esto, y aunque haya bajado mi grandísima impresión, sigo pensando que es un libro muy bueno y me está gustando mucho.

Estoy teniendo poco tiempo de calidad para leer, y así tampoco se puede, y menos con un libro como este.

Seguimos

Manuel y, entre spoilers, que demonios te ha parecido el final del capítulo 11

¿Una alucinación? ¿Una metáfora? ¿Una ida de olla monumental del autor?

[Manel2010]

Me está pasando un poco lo mismo, fardal. Terminado el capítulo 11, largo, largo. Dicho esto, y aunque haya bajado mi grandísima impresión, sigo pensando que es un libro muy bueno y me está gustando mucho.

Estoy teniendo poco tiempo de calidad para leer, y así tampoco se puede, y menos con un libro como este.

Seguimos

Manuel y, entre spoilers, que demonios te ha parecido el final del capítulo 11

¿Una alucinación? ¿Una metáfora? ¿Una ida de olla monumental del autor?

Pues te juro que no sé que decirte porqué aún no le he pillado el punto del todo (ayer terminé capítulo 12), pero me inclino a pensar que va por el tema alucinaciones. Y tu?

[jilguero]

Terminé de leer Solenoide y me ha quedado un sabor agridulce.

Dulce porque me gustan los ladrillos con los que construye Cărtărescu, porque la voz narrativa escogida me parece magnifica, porque los elementos existencialistas que introduce me entusiasman, porque la visión de la ciudad de Bucarest devastada me seduce, etc.; agria, porque no me acaba de convencer lo que construye con todo esto, porque no me parece que cacen bien los elementos existencialistas (mis preferidos) con los elementos CIFI, con esos mensajes cifrados, señales y misiones secreteas que me suenan más a novelas juveniles, y porque tengo la sensación de que le falta la mesura y el equilibrio necesarios para que yo considere una obra literaria como genial.

Estoy de acuerdo con Albatross en que ha pretendido hacer una novela río al estilo de Perec y de Bolaño y que, en medio de la broza, hay perlas escondidas. Algunas me han encantado, como la historia de Mina Minovici o la de Vaschide, o la de esa niña que nació con una bolsita con órganos de repuesto, etc.. Y estoy también de acuerdo en que da la sensación de que se ha dejado llevar sin saber muy bien en dónde desembocaría ese río narrativo que constituye esta novela. Loable que un escritor intente abarcar el todo y loable que sea original. Pero solo que sea ambiciosa su meta no es suficiente, pues el resultado también cuenta. La historia vertebradora, de carácter CIFI (no es un género que me agrade mucho), que monta con los solenoides no llega al nivelazo que tiene en el caso de Perec. Es más, en La vida instrucciones de uso (novela de cuyos inventarios protesté un montón ), la manera en que estaba estructura la novela, me permitió, una vez acabada la lectura, releer solo aquellos capítulos dedicados a los personajes principales y que a mi me habían resultado geniales. Es decir, Perec me permitió hacer una lectura libre de lo que yo consideraba broza y disfrutarla a tope. En el caso de Solenoide, esa lectura selectiva la veo casi imposible y eso me impide quedarme en la cabeza con la novela que yo sí podría haber considerado memorable.

Algunos ejemplos del componente existencialista (o de visión de nuestra realidad), que es mi elemento preferido:

…¿y si nuestros hemisferios cerebrales fueran una especie de globos oculares? ¿Y si su especialización, conocida desde hace tanto tiempo (el derecho, lo racional, lo matemático, el habla, lo «masculino»; el izquierdo, lo intuitivo, lo espacial, lo emocional, lo artístico, lo «femenino»), correspondiera a la diferencia de ángulo entre los dos ojos? ¿Y si el pensamiento y, en definitiva, nuestro yo nacieran de la convergencia de los dos tipos de pensamiento? Tal vez fuera su focalización lo que nos impedía leer la realidad, comprender su mensaje codificado. ¿No deberíamos acaso, ante cada enigma, dejar que los dos hemisferios miraran de forma indolente y soñadora, de tal manera que los dos rostros del mundo divergieran levemente hasta llegar a superponerse? ¿No estará todo ante nosotros, como en los estereogramas que tenía entre los dedos, y son nuestros hábitos, aprendidos de nuestros antepasados, los que nos impiden entender el mensaje en profundidad?
[...]
Cuatro veces por noche, descendemos a las aguas de nuestra mente más profunda, permanecemos allí un rato y luego, casi asfixiados, nos abrimos paso hacia la superficie. Extendemos por la mañana el puño y, brillando entre las líneas de la mano, encontramos las perlas empañadas por las que hemos puesto nuestra vida en peligro: pequeños fragmentos de nuestros califatos interiores. Aunque llegamos allí todas las noches, la mayoría de las veces regresamos sin embargo con las manos vacías. Nos quedamos asombrados y nos sentimos desdichados, porque sabemos que hemos descendido, recordamos cómo hemos abierto con el cuchillo la valva de las conchas, pero las perlas se han desperdigado por el camino, como si hubieran sido tan solo unas nubes extraordinariamente compactas o unos peces abisales que han reventado por su propia presión interna.
[...]
Tal vez solamente así la membrana entre él y yo, entre la gloria y la vergüenza, permanezca recta, lisa, sin huecos ni bultos, pues yo lo sujeto a él, apoyo la punta de su bolígrafo sobre la punta de mi bolígrafo. Escribimos al mismo tiempo, frenéticos, el mismo texto, solo que reflejado en el espejo. Leído al revés, su paraíso se transforma en mi infierno, su sol es mi noche, su mariposa es mi araña de obsidiana.
[...]
La escribo no para leerla yo, su único lector, en algún momento, junto a la estufa, tampoco para pasar unas horas olvidado de mí mismo, sino para leerla al mismo tiempo que la escribo y para intentar comprender. Seré el único escritor-lector-vividor de esta historia cuyo sentido, lo escribo por enésima vez, es no-estético y no-literario. No tengo otra pretensión que la de ser el escritor-lector-vividor de mi vida.

A veces tiene un toque a lo Coelho que no me convenece:

Vivíamos en el amor, y eso no nos lo podía arrebatar nadie.
[...]
Tenemos que recordarlo porque necesitamos todas las claves y todos los fragmentos de la foto, desordenados en vida, pero claros y deslumbrantes tras la muerte. Los que no lo han comprendido, los que han vivido en vano, sin reunir las señales desperdigadas por todas partes, los que se han limitado a comer, a beber y a distraerse, los que han perseguido el dinero, el placer o la fama merecen vagar y caer presos del fuego, del hielo, de unos insectos gigantescos, de las arañas y las escolopendras, o permanecer para siempre en una habitación de paredes infinitamente gruesas, en la que nunca hay nada que hacer. Pero los otros, los buscadores, conocerían el camino y las respuestas.


Por último, dejo aquí un par de fragmentos más (ya puse el otro día otro ejemplo) de los que me encantarían si los hubiese leído tras la muerte de Cărtărescu. Leerlos ahora me parecen un poco tomadura de pelo, una impostura de su parte. Supongo que estoy muy influenciada por haber leído los Diarios de Kafka y saber que él sí quiso quemarlos:

El mundo se ha llenado de millones de novelas que escamotean el único sentido que ha tenido la literatura: el de comprenderte a ti mismo hasta el final, hasta la única cámara del laberinto de tu mente en la que no te está permitido entrar. Los únicos textos que deberían ser leídos son los no-artísticos, los no-literarios, los ásperos e imposibles de entender, esos que fueron escritos por unos autores locos pero que brotaron de su demencia, de su tristeza y de su desesperación como manantiales de agua viva. Isachar. Hermana. El Horla. Malte. Y los cientos de voces sin rostro que han escrito en cada página la única palabra que importa: yo. Nunca él, nunca ella, nunca tú. Yo, la sección a través del tiempo de la imposible cuarta persona.
[...]
Solo el eterno Efimov, el eterno diletante, puede decir algo en el triste mundo de nuestra impostura. Solo ese que, lejos del rugido de las aguas de la gloria, llena cuadernos con las rarezas y las anomalías del animal blando que vive en el interior de la concha, escribiendo solo para él, solo para entender su situación, fuera de las reglas y de las costumbres del arte, fuera del gran mausoleo. Solo el aficionado que ni siquiera sabe qué va a hacer con su manuscrito, […]Solo ellos conocen el secreto mejor guardado de cualquier arte: la batalla del ciego y la huida del cojo, fuera de las cuales todo es rito estéril y fariseísmo. Sus libros están destinados al fuego y al olvido. Está bien así, esa es la verdad.

Por supuesto, no me arrepiento de haber leído esta novela pero quiero darle un tirón de orejas a Cărtărescu por ser vanidoso, como el que más, y pretender vendernos que no, que lo importante en la literatura es otra cosa, lo no publicable, solo que él es tan genial (dicho con cierta ironía) que en Solenoide logra hacer eso destinado a las cenizas y encima nos lo cuela en formato publicado . Comprendo que es una manía personal, pero como lectora le exijo al autor que sea honesto.

[fardal]

Pues ahí voy, página 225 capítulo 18.
Desde luego, es un libro de claroscuros, tanto creativamene como en lo que a la propia historia se refiere (más oscuros que claros, por eso, en este segundo aspecto).
Desde luego, lo que más me gusta son esas pequeñas e inteligentes joyas existencialistas con las que va regando su historia nuestro gris profesor de Rumano y lo que me parece que no acaba de arrancar son esas anomalías de las que habla constantemente...
Jilguero, me he propuesto no leer tu extensa conclusión hasta finalizar el libro para así poder opinar con peso...

[jilguero]

Pues ahí voy, página 225 capítulo 18.
Desde luego, es un libro de claroscuros, tanto creativamene como en lo que a la propia historia se refiere (más oscuros que claros, por eso, en este segundo aspecto).
Desde luego, lo que más me gusta son esas pequeñas e inteligentes joyas existencialistas con las que va regando su historia nuestro gris profesor de Rumano y lo que me parece que no acaba de arrancar son esas anomalías de las que habla constantemente...
Jilguero, me he propuesto no leer tu extensa conclusión hasta finalizar el libro para así poder opinar con peso...

Haces bien, aunque la longitud de mi conclusión se debe a citas de párrafos del libro como ilustración de lo que digo . De momento estoy bastante de acuerdo con lo que dices, si bien en conjunto yo le veo más claros que oscuros, pero de ambos hay y muchos, normal en un libro tan largo

[fardal]

Y de repente Cartarescu te suelta algo como el capítulo 20.
Uno de los más breves en longitud pero que podría ser, él solo, un libro en contenido.
Una maravilla repleta de significado existencialista que te hace avergonzarte de haber dudado de la genialidad del libro...

[Ames]

Alguna vez he leído a algún lector lo maravillosa que es esta novela y resulta que va por la página 50, y tienen razón, Solenoide tiene un inicio espectacular, pero hasta que no van sobre la página 300 (más o menos ese capítulo 20), no empiezo a estar convencido de que lo van a terminar. Para mí has pasado, no sé si lo más complicado pero sí lo que más me costó. Espero que la disfrutes hasta su final.

Un saludo.

[jilguero]

Alguna vez he leído a algún lector lo maravillosa que es esta novela y resulta que va por la página 50, y tienen razón, Solenoide tiene un inicio espectacular, pero hasta que no van sobre la página 300 (más o menos ese capítulo 20), no empiezo a estar convencido de que lo van a terminar. Para mí has pasado, no sé si lo más complicado pero sí lo que más me costó. Espero que la disfrutes hasta su final.

Un saludo.

Para mí ha sido una montaña rusa continua, con luces y sombras, con momentos de palcer y momentos casi de enfado con el autor .

[Ames]

Yo no llegué a enfadarme con él . Sí hubo una fase -la que ha pasado fardal- en la que lo pasé mal e iba muy desenganchado, pero desde ahí hasta el final lo pasé muy bien. Por cierto que ahora, si no recuerdo mal, va a entrar en una fase muy chula.

Y claro, la novela sigue siendo rara como ella sola y tiene algún exceso y algunos pasajes son más interesantes, otros menos, pero es una novela que disfruté mucho.

[Manel2010]

Después de unos días sin libro, este fin de semana he podido avanzar. Me sigue pareciendo muy bueno

Llegados al capítulo 22

Fardal

nuestro amigo sufre alucinaciones, correcto?

[jilguero]

Después de unos días sin libro, este fin de semana he podido avanzar. Me sigue pareciendo muy bueno

Llegados al capítulo 22

Fardal

nuestro amigo sufre alucinaciones, correcto?

Aunque no soy Fardal meto basa

Para mí, criatura racional donde las haya, eso diría; pero creo que el autor pretende que nos creamos que es otra cosa. Ya me dirás si al final concluyes lo mismo que yo o no

[Manel2010]

Después de unos días sin libro, este fin de semana he podido avanzar. Me sigue pareciendo muy bueno

Llegados al capítulo 22

Fardal

nuestro amigo sufre alucinaciones, correcto?

Aunque no soy Fardal meto basa

Para mí, criatura racional donde las haya, eso diría; pero creo que el autor pretende que nos creamos que es otra cosa. Ya me dirás si al final concluyes lo mismo que yo o no

Ok, ya diré a ver como lo veo. Ya te aviso que mi conclusión será seguro más corta que la tuya