Con la misma moneda - Verity Bargate

[Giada]

Con la misma moneda



Autor: Verity Bargate
Título original: Tit For Tat (1982)
Colección: Rara avis  
Número colección: 38
Traducción: Íñigo F. Lomana
Encuadernación: Rústica
ISBN: 97884-90654170
Páginas: 232

A Sadie Thompson la ingresa su madre en un internado de monjas de los tres a los once años, vacaciones incluidas. Un día se presenta con un marido nuevo y convive con ellos un año; a los dieciocho, en plena época de exámenes, su padrastro se la vuelve a llevar porque la madre está hospitalizada y alguien tiene que cuidar a los perros. La madre muere, dejándole un apartamento y unos considerables ahorros que tenía en secreto, una talla de caoba de una Madonna y, fraudulentamente, uno de los Mercedes de su marido. A los diecinueve años Sadie empieza una nueva vida, y lo primero que esta le depara es un encuentro con un joven tan alegre que la deja embarazada y la obliga a abortar… No tardará en descubrir que en ese nuevo mundo la solidaridad femenina es callada e impotente, y que los hombres, nada callados y libérrimos, no son sus amigos. Con la misma moneda (1981), última de las tres novelas que escribió Verity Bargate, está magistralmente escrita y es definitivamente rara, irreverentemente fantasiosa. Como No, mamá, no, plantea una rebelión que solo puede llevarse a cabo con medidas extremas

[Caroline]

Que historia más desagradable, el caso es que desde el principio el lector empatiza con la protagonista, una niña, una adolescente, que pasa todos sus primeros dieciocho años interna en un colegio, alejada de su madre, sin ningún apoyo familiar, sin contacto con nadie que no sean las monjas y compañeras de los distintos colegios donde la internan. Al cumplir la mayoría de edad coincide con la muerte de su madre, con la que el contacto ha sido mínimo, pero le ha dejado una buena herencia,

a partir de ahí se tiene que buscar la vida, rápidamente encuentra a un chico fantástico, que la quiere de verdad, que está perdidamente enamorado de ella. Sadie, la protagonista, se deja querer y poco a poco también se va enamorando, viven una vida plácida y llena de felicidad. Tim, su marido, trabaja en una plataforma petrolífera y tiene que viajar mucho, en uno de sus viajes y mientras Sadie está sola en casa recibe una llamada telefónica que interpreta erróneamente y como consecuencia toma una drástica decisión con el único fin de hacer daño a Tim, de hacerle sufrir por algo que se hubiese solucionado con solo preguntar por esa llamada telefónica.

Al final, como no puede ser otro,

ella se queda sola

, el rencor que destila es propio de las malas personas y al presentar a la protagonista como una chica sin apoyos de ningún tipo, sobresalta la decisión tan espantosa que toma, producto de una falta de comunicación, de preferir hacer daño antes que preguntar e intentar comprender esa llamada telefónica.

Maniquea y mucho al presentar a los hombres, todos sin excepción, como no son sus amigos, su lema es: lo que hice lo hice porque te quiero. Sadie no comprende que hay veces que es mejor hablar que los silencios que suelen ser erróneos y llevan a tomar decisiones que luego quien las toma se arrepiente por perder lo único bello, dulce y que le puede dar felicidad y esas decisiones, no solo hacen daño a la persona a la que va destinada, también ella sufre las consecuencias. Las mujeres son solidarias y siempre podrá contar con ellas. Bueno, eso depende y mucho como sea la mujer que tengas enfrente.