Miau - Benito Pérez Galdós (julio 2014)

[fresa_charly]

1ª edición: 1888

Encuadrada en el Madrid occidental de la segunda mitad del siglo XIX, ya restaurada la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII, esta novela está protagonizada por el cesante Ramón Villaamil, un competente ex-empleado del Ministerio de Hacienda, que se encuentra actualmente sin trabajo por no haberse arrimado a las influencias adecuadas. Don Ramón vive en una casa de Madrid con su derrochadora esposa, doña Pura y su hermana Milagros, la hija del matrimonio, Abelarda, y Luisito, nieto del señor e hijo de la difunta Luisa y de Víctor Cadalso. Este último es precisamente la antítesis de Ramón, ya que a pesar de su incompetencia, tiene atractivo físico y dones de palabra, y va ascendiendo en sus diversos cargos públicos.
A través de los ojos de Villaamil y de Cadalso, Galdós dibuja una lograda historia desde dos puntos de vista: el resignado del anciano y el inocente de su nieto

Valoración del libro por los participantes en este Club de Lectura:

A partir del día 1 se podrá empezar a comentar

[fresa_charly]

Ya se puede empezar a comentar

[woody_jc]

Bueno empecé ayer con los primeros capítulos y de momento pinta muy bien. Buen retrato de la España de la segunda mitad del siglo XIX. Los personajes se están dando a conocer, bien detallados y con mucha vida; creo que me voy a encariñar mucho con Villaamil.

[Maria Jose]

Solo he leído un capítulo.
La manera de presentar a los personajes no es muy de mi gusto. En un capítulo presenta a un montón y en plan : aquí tenemos a "X", al lado tenemos a "Y". Me gusta más cuando van saliendo en el transcurso de la narración sin presentación alguna.

[Aben Razín]

Bueno empecé ayer con los primeros capítulos y de momento pinta muy bien. Buen retrato de la España de la segunda mitad del siglo XIX. Los personajes se están dando a conocer, bien detallados y con mucha vida; creo que me voy a encariñar mucho con Villaamil.

Creo que es lo que me pasó a mí. Me encariñé con el personaje, quizás demasiado, aunque, al final, me pudo...

Lo que estoy muy de acuerdo es el maravilloso retrato de esa España del siglo XIX y principios del XX, después del Desastre del 98, pero también cabe ver, conforme avanza la novela, un retrato psicológico que hace de esta novela una obra atemporal, digamos...

[Aben Razín]

Solo he leído un capítulo.
La manera de presentar a los personajes no es muy de mi gusto. En un capítulo presenta a un montón y en plan : aquí tenemos a "X", al lado tenemos a "Y". Me gusta más cuando van saliendo en el transcurso de la narración sin presentación alguna.

Quizás es la manera de describir que tenían nuestros clásicos de la generación del 98. De hecho, los he visto en otros autores como Emilia Pardo Bazán y Pío Baroja, por ejemplo...

[grimaud]

Empecé ayer y llevo XI capítulos. Disfrutando como siempre que leo a Galdós aunque quitando dos series de los Episodios Nacionales solo he leído Tormento

La sociedad retratada no se diferencia mucho de la España actual. Mucho enchufismo y amigismo. Los corruptos triunfan y los honrados malviven bordeando la miseria.
De momento vamos conociendo a los personajes. Lo mas curioso, por ahora son

las alucinaciones del niño con Dios. Alguna enfermedad tiene Luisito en la cabeza. Ha aparecido el padre de la criatura, parece que huyendo de alguna corruptela en Valencia ¿Será de la trama Gurtel?

[woody_jc]

19 capítulos leídos y la historia va creciendo.

El personaje de Victor Cadalso, padre de Luisito, es interesante. Un tipo infame y truhan. Maneja perfectamente el juego de la seducción tanto por su aspecto físico como por su oratoria. Andaluz, para más señas (yo también lo soy). No da puntada sin hilo este Victor. Añadir solo que es un perfecto paradigma de persona que fácilmente triunfaría en la España del XIX (y del XXI también, muy acertado grimaud). De momento, está machacando la malograda de por sí moral de Abelarda, mujer insípida. Las tres Miaus son punto y aparte, quieren aparentar una vida sin apuros cuando en realidad la miseria hace tiempo que se instaló en casa. Unos de los episodios que más me han marcado de momento el que trata de Luisa, cuando se explica su locura, enfermedad y muerte, incluso amenaza al pobre Luisito con un cuchillo. Por cierto, este último cada vez me genera más dulzura con su infantil inocencia. Tremenda la escena cuando juega con sus sellos nuevos mientras Ponce, Abelarda y Victor tienen unos de los diálogos más tensos de lo que llevo de novela.

[KatiaconK]

[josel1986]

Yo este mes me voy a retrasar un poco

Pero estaré

[Khukha]

Yo lo empecé anoche y sólo pude leer los dos primeros capítulos.

Es diferente al estilo de Los episodios nacionales que llevo leídos hasta ahora, pero me están gustando lo poco que he leído.

[grimaud]

Cap XXI

Víctor

es un malvado pero muy inteligente. De que manera tan habilidosa, mezclando mentiras descaradas y unas pocas verdades, está engatusando (nunca mejor dicho) a la pobre Abelarda. No sé muy bien que pretende hacer con ella, si cepillarsela o solo divertirse a su costa. De todas formas es muy cruel

Una de las cosas que mas me gusta de Galdós es encontrarme expresiones y frases hechas de la época. Por ejemplo, el término despectico polacada. Me pregunto en que momento esa palabra pasó a emplearse contra los catalanes por parte de los madrileños.

[azumi]

Bueno por fin lo he empezado, mi primer Galdós

Llevo poquito, 3 capítulos, que son de presentación de personajes y de explicación del porqué del título Miau

A Villaamil se le ve muy desesperado

pidiendo dineros y favores para que lo coloquen de nuevo en la Administración. Su mujer ya le ha echado en cara de que todo es por su culpa al ser apocado, cuando debería haber sido como los demás, que son unos inútiles pero unos trepas y unos pelotas

A Luisito pobrecito

le dan como ataques epilépticos, y en el último hasta habla con Dios

[Ayla84]

Mañana me pongo con él


Sent from my iPad using Tapatalk

[Pseudoabulafia]

Lo terminé anoche. Me ha gustado bastante aunque algunas cosas se me han hecho un poco repetitivas, por ejemplo la descripción y crítica al sistema de ascensos dentro de la burocracia española. Desconocía que antes las cosas funcionasen tan a dedo, casi como una empresa privada, y me ha gustado conocer un poco la picaresca y los codazos. Sin embargo esas partes se me han hecho un poco repetitivas hacia el final de la novela.

Todo lo demás me ha gustado mucho, especialmente la descripción y el desarrollo de algunos personajes.
(Destripes sobre el final)

Al final, la historia de Abelarda no deja de ser una variación de la historia del guapo canalla que se aprovecha de la doncella maniatada, como en otras novelas de la época que se me vienen a la cabeza y que he leído últimamente. No digo los títulos por si alguien lo considera destripe. Sin embargo, la locura o histeria que le sobreviene le da un puntillo de terror que deja inquietud. Lo que me ha resultado más curioso de Víctor es que no quisiese beneficiarse a Abelarda, sino que parece que simplemente disfrutase con la conquista y haciendo que renuncie a su matrimonio. La historia de Villaamil, aunque al final se me estaba haciendo un poco cargante, también es tragicómica y muy interesante. Pobrete, condenado a mantener a todas la Miaus y a vagar por los pasillos pidiendo un puesto para completar su jubilación. El caso es que no deja de ser el mito de Sisifo porque, por mucho que consiguiese el puesto y la jubilación completa, iba a dar igual ya que su mujer iba a seguir siendo una derrochona.

De momento vamos conociendo a los personajes. Lo mas curioso, por ahora son

las alucinaciones del niño con Dios. Alguna enfermedad tiene Luisito en la cabeza.

Esa es una de las partes de la novela que yo no he comprendido muy bien o me han parecido un poco inconexa.

Yo también lo atribuyo a una especie de esquizofrenia, pero no parece que enlace con ninguna otra parte de la historia. Al principio me temí mucho que fuese a ser una especie de moralina, pero más bien parece quedarse en algo descriptivo de ese tipo de alucinaciones. O qué se yo.

Una de las cosas que mas me gusta de Galdós es encontrarme expresiones y frases hechas de la época. Por ejemplo, el término despectico polacada. Me pregunto en que momento esa palabra pasó a emplearse contra los catalanes por parte de los madrileños.

A mí también me ha llamado la atención, una vez más, lo modernos que eran los antiguos.
Yo he apuntado palabras como «macarrónico» o «de buten», que yo pensaba eran más modernas.

(«De buten» derivó en «de buti» o «dabuti», que es como yo lo he oído también).