Pues he leído este libro estos días.
Uff, me ha tenido en un sinvivir y en un odio continuo a la protagonista, Undine. Creo que es uno de los personajes literarios que más odioso se me ha hecho hasta la fecha. Una mujer que solo repara en sus deseos, insaciable, imposible de contentar, envidiosa, egoísta, caprichosa... En su afán por ascender socialmente y por tener dinero me ha recordado a Lily Bart, la protagonista de
La casa de la alegría, pero por esta última terminé sintiendo compasión, ya que al final
solo se hizo daño a sí misma, no como Undine, que termina haciendo daño y mal a todos los que la rodean y que deberían importarla: sus padres, Ralph, su hijo |
La verdad que el final no me ha dejado satisfecha, habría preferido que
Undine hubiera acabado sola y pobre, revolcándose en el fango. Sin embargo, me alegro de que aun con Moffat y todo el dinero del mundo siga siendo infeliz y queriendo más, incluso cosas que no puede conseguir (ser la mujer de un embajador). Tal como es ella, es imposible que esté contenta nunca, siempre va a haber algo más brillante que desee conseguir |
Una cosa que también me ha gustado mucho es que Paul
, aun siendo un niño, se vaya dando cuenta de cómo es su madre |
Y qué decir de Ralph... Ay, Ralph... Es el único personaje que me ha sido simpático a lo largo del libro, aparte de Paul. Sin embargo, tengo que decir que en parte se busca su destino,
me refiero al fracaso sentimental, eso es lo que le pasa a uno cuando se enamora de una cara bonita y poco más |
Pero vamos, que también tengo que decir que el pobre hace todo lo posible por contentar a Undine, no se puede decir
que no la adore, está ciego por ella, y ella se lo paga abandonándole de mala manera, con el tema del hijo... |
A partir de
perdí bastante interés en el desarrollo de la historia, todo hay que decirlo.
También tengo que dedicar un par de palabras a los padres de Undine, personajes pusilánimes y con muy poca fuerza.
No dejo de pensar que si el divorcio hubiera estado mejor visto en aquella sociedad las cosas habrían sido distintas, por supuesto. El matrimonio no se habría considerado un vínculo sagrado y
Ralph y Clare podrían haber sido felices y Undine habría podido ir de oca en oca sin fastidiar a nadie |
En fin, que el libro me ha encantado, todos los perfiles humanos que aparecen en él son fascinantes.