El Decamerón - Giovanni Boccaccio

[ratonB]

Me habéis convencido

[klatubaradaniktó]

Continua mi periplo, aunque muy "pianamente"...

Leí anoche el Primer cuento de la Segunda jornada... Muy insulso, a fe mía. Sin embargo, acaba entre carcajadas de los personajes, lo que incita a la risa al lector, aunque este no se la vea... cual es mi caso...

klatubaradaniktó

[klatubaradaniktó]

Ya.

Por fin...

Los consabidos cuentos eróticos de El Decamerón. Y son los mejores. El Segundo cuento de la Segunda jornada es aquel en que unos

bandoleros roban a un comerciante que va camino de sus negocios y, finalmente, ve compensada su desgracia al llegar, desnudo, aterido y desplumado, a casa de una "viudita" complaciente...

Muy sugestiva la narración y muy provocativa...
El Tercer cuento de la Segunda jornada juega con los disfraces: Una joven y bella heredera

del ¡rey de Inglaterra! - nada menos - va camino de Roma vestida de abad... El porqué es bastante enigmático. En el viaje coincide con un italiano que regresa a su patria tras haber fracasado en los negocios... La bella heredera resarce de sus pérdidas al joven italiano... ya sabemos cómo... ¡y con creces!...

Han resultado de los mejores cuentos. El sexo, es lo que tiene...

klatubaradaniktó

[klatubaradaniktó]

Seguimos con cuentos "picantillos", aunque menos que los anteriores. Llevo leídos el Cuarto y el Quinto de la Segunda jornada.

En el primero de los dos, un comerciante se arruina y no se le ocurre idea mejor que

comprar un barquito ligero de corsario y asaltar a los que antes eran sus adversarios en las rutas comerciales. Su mala suerte lo persigue, naufraga y es acogido por una mujer en una playa desconocida... Cuando el comerciante-pirata decide marchar, la mujer le regala un cofre rescatado del mar y que se encontraba en su barco. Al abrirlo, cientos y cientos de piedras preciosas relumbran ante sus ojos... total, que regresa a su patria y vive feliz y honradamente el resto de sus días...

El quinto cuento es la historia bufa de un hombre que se cree él mismo objeto del amor de la que resulta ser una lianta de cuidado.

La tal mujer lo engaña en su casa, se queda con todo su capital y arroja al "donjuan" por la letrina abajo... Los paseos del burlado por la ciudad medieval italiana no son para contarlos, sino para leerlos...

así que ya sabéis, hijos míos...

Sigo con regocijo...

klatubaradaniktó

[klatubaradaniktó]

Llegamos así... sin estresarnos en demasía, al Sexto cuento de la Segunda jornada.

Creo que la cosa ha ido mejorando a ojos vista... ya no solo hay elementos eróticos (poquitos todavía... ¡¡¡viciosos abstenerse!!!) sino que las peripecias se multiplican... Ahora ya una señora se pierde en una isla desierta, se encuentra unas corzas - a las que alimenta, ¿adivináis cómo? -, sus hijos han caído en esclavitud, su marido está en la cárcel... pero, pero... esto es Bizancio en estado puro... ¡Ah, claro!, que la novela bizantina viene de aquí... ¡qué despiste, por Dios! No, si resultará que el gran Cervantes bebió los vientos por el Decamerón... pues, sí, cabeza de chorlito... ¿qué te crees? ¿que la literatura nace por Generación espontánea? Yo, creí... tú, ¡calla y lee, piltrafilla!

Piltrafillaniktó

[ratonB]

Ahora ya una señora se pierde en una isla desierta, se encuentra unas corzas - a las que alimenta, ¿adivináis cómo? -, sus hijos han caído en esclavitud, su marido está en la cárcel... pero, pero... esto es Bizancio en estado puro... ¡Ah, claro!, que la novela bizantina viene de aquí... ¡qué despiste, por Dios! No, si resultará que el gran Cervantes bebió los vientos por el Decamerón... pues, sí, cabeza de chorlito... ¿qué te crees? ¿que la literatura nace por Generación espontánea? Yo, creí... tú, ¡calla y lee, piltrafilla!

Piltrafillaniktó

Es la manía de querer clasificarlo todo, profe, lo llevamos en los genes.

Había oído nombrar lo de novela bizantina, pero creía que era una expresión peyorativa y resulta que es un género literario. Pero no me riñas, que yo fui de ciencias

[klatubaradaniktó]

Ahora ya una señora se pierde en una isla desierta, se encuentra unas corzas - a las que alimenta, ¿adivináis cómo? -, sus hijos han caído en esclavitud, su marido está en la cárcel... pero, pero... esto es Bizancio en estado puro... ¡Ah, claro!, que la novela bizantina viene de aquí... ¡qué despiste, por Dios! No, si resultará que el gran Cervantes bebió los vientos por el Decamerón... pues, sí, cabeza de chorlito... ¿qué te crees? ¿que la literatura nace por Generación espontánea? Yo, creí... tú, ¡calla y lee, piltrafilla!

Piltrafillaniktó

Es la manía de querer clasificarlo todo, profe, lo llevamos en los genes.

Había oído nombrar lo de novela bizantina, pero creía que era una expresión peyorativa y resulta que es un género literario. Pero no me riñas, que yo fui de ciencias

¡Qué te voy a reñir, si eres un alumno de lo más aplicado!

Oye... tu avatar último es maravilloso y enternecedor...

Besos

klatubaradaniktó

[klatubaradaniktó]

Ya he leído el Séptimo cuento de la Segunda jornada.

El genio erótico de Boccaccio se desborda con lances que se multiplican hasta lo imposible... Una bellísima hija de un sultán oriental es dada en matrimonio a un reyezuelo del Algarve, con tal "mala" fortuna que

nunca llegará a ese país... Irá dando tumbos por el Mediterráneo, prendida de la admiración que su belleza suscita entre el sexo fuerte... En unos pocos años pasa por nueve diferentes amantes, y los episodios eróticos son la sal y la pimienta (sobre todo, esta) de las bizantinas aventuras que le ocuuren. Muy graciosa su veneración a San Crece, que Dios nos dio, del Valle Hondo y cómo aprende "con qué cuerno atacan los hombres"

Vamos adelante

klatubaradaniktó

[ratonB]

Una de las historias del Decamerón que recuerdo trataba de una joven que se encuentra con un ermitaño y ejem, ejem. Supongo que pertenece a este séptimo cuento

[klatubaradaniktó]

Llevaba varios días sin tocar el volumen de El Decamerón.. y anoche lo tomé...

Tiene encanto equivocarse. No me tocaba leer el Noveno Cuento, sino el Octavo... y mira tú por donde, leí el que no era... Tal vez lo hice de forma inconsciente y al ver el maravilloso tema de este cuento. Un amigo que apuesta con otro a que va a seducir a su mujer. Los que conocemos el Quijote nos hemos acordado ipso facto de "El curioso impertinente", esa novelita intercalada en la obra de Cervantes y que los detractores de esa técnica literaria consideran más un error que un acierto...

El caso es que el cuento de Boccaccio va por otros lances muy contrarios. La mujer no solo no se deja seducir, sino que, salva su pellejo de las iras de su marido, quien cree que sí le ha engañado, restituye su honra (¡qué barroco me ha salido esto!) y hace que al supuesto engañador se lo coman al sol las hormigas, los tábanos y los mosquitos... hasta dejar su esqueleto más mondo que lirondo...

Me temo que volveré atrás...

klatubaradaniktó

[klatubaradaniktó]

- He acabado de leer el Décimo cuento de la Segunda jornada...
- Pero, ¿no decías que te habías dejado por el camino el Cuento Octavo de esta misma jornada? ¿Por qué no lo has leído antes?
- No sé... Mira. No tengo ganas de dar explicaciones... La lectura es libre y díscola. La riñes y te desobedece. Hace lo que quiere. Yo, ahora mismo, estoy luchando con el Ulises (¿Qué tendrá que ver el Ulises aquí, Dios bendito?)... Pues resulta que me están entrando ganas de dejarlo... De hecho, hay comentarios en ese sentido... que si no "llega", que no "enternece"... y no hay manera, oye... que no lo dejo... que estoy leyendo el Capítulo Diez y la cosa promete... promete ser tan tostón como el Nueve (¡Noooo, eso es imposible...!). Bueno, pues ahí estoy, que no lo dejo...
- Y del Decamerón, ¿qué nos cuentas?
- ¿Que este es el hilo del Decamerón? No j... ¿Y qué estoy yo contando?
-Pero, ¿tienes algo que decir o no?
- Bueeeeno... Pues el Capítulo Diez de la Segunda jornada es sensacional. Toca un tema genial. La impotencia de los maridos y la insatisfacción de las hembras... y además es un auténtico panegírico al placer femenino... con un humor, una salsa y una ironía... ¡En el Siglo XIV!¡Solo podía ser Boccaccio!

Nos vemos en la Tercera Jornada... o la Quinta, ¡vaya usted a saber!

klatubaradaniktó

[ratonB]

- Bueeeeno... Pues el Capítulo Diez de la Segunda jornada es sensacional. Toca un tema genial. La impotencia de los maridos y la insatisfacción de las hembras... y además es un auténtico panegírico al placer femenino... con un humor, una salsa y una ironía... ¡En el Siglo XIV!¡Solo podía ser Boccaccio!

Bueno, genial, lo que se dice genial...

[klatubaradaniktó]

- Bueeeeno... Pues el Capítulo Diez de la Segunda jornada es sensacional. Toca un tema genial. La impotencia de los maridos y la insatisfacción de las hembras... y además es un auténtico panegírico al placer femenino... con un humor, una salsa y una ironía... ¡En el Siglo XIV!¡Solo podía ser Boccaccio!

Bueno, genial, lo que se dice genial...

Estoy segura de que si lo lees se te erizan los bigotes de gusto



klatubaradaniktó

[ratonB]

Todo se andará

[klatubaradaniktó]

Cuando una pensaba que la cosa no podía mejorar, va Boccaccio, nos cambia de jornada, cambia de rey/reina y el Cuento Primero de la Tercera Jornada es ya insuperable...

Además es muy conocido... Se trata de aquel hortelano que ve el campo abierto cuando se da cuenta, en un convento, que

solo hay monjas jóvenes y, haciéndose pasar por mudito, se introduce en él para ya os imagináis qué. Al "mudito" se lo cepillasn todas, todas, incluida la madre superiosa. Además todas pactan en sana convivencia u "régimen de visitas", como resultas de la cual, se llena el convento de frailecitos.

El cuento acaba con una observación tremendamente irreverente: "así trata el Cristo a quien le pone los cuernos en la corna"... Dice la nota al pie que esta expresión fue censurada en las ediciones españolas del Decamerón... ¡Cómo somos!

klatubaradaniktó