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Ha estado genial, no veas la Jane, jugó a tres bandas todo el rato engatusando a Edward, Gerald y al viejo sir John. Y al final consigue sus propósitos. Es totalmente diferente a la ñoñería que impregna muchas de las páginas de Mujercitas, toda una sorpresa.
Lo que me choca,
cómo siendo tan inteligente como lo fue, que en ningún momento dio un paso en falso, cometió la tontería de escribirlo todo en unas cartas a una amiga,, con pelos y señales. Yo debo tener una mente maquiavélica, esas cartas no solo suponían su perdición si se encontraban antes de que consiguiera echarle el lazo a algún incauto, sino que también eran un peligro futuro, cuando consiguiera su posición siempre podría ser chantajeada con ellas...
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
cómo siendo tan inteligente como lo fue, que en ningún momento dio un paso en falso, cometió la tontería de escribirlo todo en unas cartas a una amiga,, con pelos y señales. Yo debo tener una mente maquiavélica, esas cartas no solo suponían su perdición si se encontraban antes de que consiguiera echarle el lazo a algún incauto, sino que también eran un peligro futuro, cuando consiguiera su posición siempre podría ser chantajeada con ellas...
Haidé,
date cuenta que Jane es muy lista pero no perfecta. De hecho, al principio del libro se nos muestra uno de sus puntos flacos: la bebida y en el fondo la amargura de la soledad. Por eso comete el descuido de las cartas: la necesidad de desahogarse para no quedar aplastada por el peso de la máscara qe lleva casi 24 horas al día.
Por otra parte, es un giro necesario del librito para poder introduccir más inquietud y tensión: la lucha contrarreloj de la heroína (porque para mi lo és, luchando contra tanta estupidez supina y noñerío ) por conseguir su meta.
Yo es que nací para arpía y no habría cometido ese error.
Quitando ese detallito, crítica de arpía a arpía ,
ciertamente las últimas páginas son de infarto con la carrera a contrareloj y además sin saber qué iba a pasar, primero parecía que iba sir John en el tren, luego parece que era Edward, luego resulta que no, que era un amigo de Edward y que este llega a casa y le da hasta la noche, y sir John sin aparecer uuuuf.
Y sorprende
que Jane consiga su objetivo, no hay final feliz para la familia primorosa, lo hay para Jane.
Lo cual me encanta.
Te puedes quedar sin conversación, pero nunca te quedarás sin canciones Lemmy
Qué sorpresa este libro. Yo de esta autora solo leí Mujercitas y Aquellas mujercitas.
A ver si puedo encontrarlo, por lo que contais parece muy interesante, Eyre tentadora
Pues, Eyre, lo he encontrado en la biblioteca. Y está disponible, lo que pasa es que ahora y a pesar de ser cortito no tengo ni un momento para ir hasta allí, es la biblioteca de la CCAA y me pilla un poco a contramano, pero en cuanto me despeje y me acomode, lo voy a buscar.