Fuga sin fin - Joseph Roth

Grandes clásicos de la literatura mundial.

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jilguero
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Voy a parar porque esta me la estoy bebiendo sin respirar :palomitas: .
No quiero decir con ello que me parezca a la fuerza mejor que el Hotel Savoy, a su tiempo lo sabré, sino porque la forma narrativa esta vez me está pareciendo excelente. Tengo la sensación de estarme enfrentado a un narrador con el mismo nivelazo que Stefan Zweig y Sandor Márai. Y no solo comparte con ellos el nivel de prosa sino también la profundidad psicológica a la hora de presentarnos los personajes. La descripción de Baranowicz, el polaco que da cobijo a Tunda, buenísima; pero es que la limpieza con que dibuja el carácter de la revolucionaria Natasha, la luchadora a ultranza por la igualdad sexual, practicando el sexo como algo natural desprovisto de romanticismo, y que le hacía emanar "una cierta castidad, un tipo incomprensible de castidad seca que es propio tanto de las muchachas abandonadas como de las mujeres que ejercitan el amor por principio y de forma razonada".

He andado buscando por internet información sobre el autor. Dejo aquí unos fragmentos que me parecen interesantes colgarlos en este hilo para los futuros lectores de esta novela:

A Joseph Roth no le gustaba contar su vida; le gustaba borrar las huellas e inventarse vidas parecidas a la suya, con variaciones importantes en los detalles fundamentales. Vidas que mejoraran o empeoraran su destino. Sus amigos sabían que mentía; sabían que el judío Joseph Roth, endeble y bajo de estatura, nunca habría dado la talla para ser soldado, y menos oficial de aquel altivo ejército derrotado. Si había servido al Ejército Imperial, lo habría hecho desde una oficina, en algún rutinario cargo administrativo. Y, sin embargo, a veces el escritor hablaba de sí mismo como el “teniente Roth”, con el respeto que se debe a un oficial en retiro, aunque sin el beneficio de una pensión estatal de veterano. Mostraba incluso una medalla al mérito, que había recibido por su valentía en la guerra. Algunos le creían; otros decían que había comprado esa medalla en el rastro.

Yo sospecho que la historia del teniente Franz Tunda es una de las versiones de la vida del falso teniente Joseph Roth, y quizá la menos infiel de todas sus biografías inventadas. Es más, creo que la trama de este libro fue elaborada poco a poco, en los cafés, con las mentiras que Roth contaba sobre su propia vida. Y como creo que en toda ficción se esconde una verdad más honda que en el relato fidedigno, Fuga sin fin es la vida imaginaria del escritor Joseph Roth, pero la que mejor explica su vida real, pues es su vida decantada por el arte (no como fue, sino como debió ser), y por lo tanto convertida en mito, no idealizada, sino condensada mediante imágenes e historias poéticas, donde lo real y lo inventado se mezclan indisolublemente.

(de Héctor Abad Faciolince)

PD: esa mezcla indisoluble de lo real y lo inventado es uno de los grandes aciertos que le he visto a Hotel Savoy y le estoy viendo a esta otra. Por cierto, Aben, muy interesante leerla después de Tierra, tierra, ya que Tunda fue un tiempo uno de esos bolcheviques que Sándor nos retrató viéndolo desde el otro lado del espejo.


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Aben Razín
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por Aben Razín »

jilguero escribió:Voy a parar porque esta me la estoy bebiendo sin respirar :palomitas: .
No quiero decir con ello que me parezca a la fuerza mejor que el Hotel Savoy, a su tiempo lo sabré, sino porque la forma narrativa esta vez me está pareciendo excelente. Tengo la sensación de estarme enfrentado a un narrador con el mismo nivelazo que Stefan Zweig y Sandor Márai.Y no solo comparte con ellos el nivel de prosa sino también la profundidad psicológica a la hora de presentarnos los personajes.
Un lector ávido de nuevos autores puede descubrir todo lo que estás escribiendo y refuerza la sensación de que, por Europa, pulularon una serie de escritores que nos mostraron lo mejor y lo peor de la psicología humana, incluso antes de la llegada del existencialismo. Un ejemplo diáfano de lo que digo es el que estás descubriendo, :lista:
jilguero escribió:He andado buscando por internet información sobre el autor. Dejo aquí unos fragmentos que me parecen interesantes colgarlos en este hilo para los futuros lectores de esta novela:

A Joseph Roth no le gustaba contar su vida; le gustaba borrar las huellas e inventarse vidas parecidas a la suya, con variaciones importantes en los detalles fundamentales. Vidas que mejoraran o empeoraran su destino. Sus amigos sabían que mentía; sabían que el judío Joseph Roth, endeble y bajo de estatura, nunca habría dado la talla para ser soldado, y menos oficial de aquel altivo ejército derrotado. Si había servido al Ejército Imperial, lo habría hecho desde una oficina, en algún rutinario cargo administrativo. Y, sin embargo, a veces el escritor hablaba de sí mismo como el “teniente Roth”, con el respeto que se debe a un oficial en retiro, aunque sin el beneficio de una pensión estatal de veterano. Mostraba incluso una medalla al mérito, que había recibido por su valentía en la guerra. Algunos le creían; otros decían que había comprado esa medalla en el rastro.

Yo sospecho que la historia del teniente Franz Tunda es una de las versiones de la vida del falso teniente Joseph Roth, y quizá la menos infiel de todas sus biografías inventadas. Es más, creo que la trama de este libro fue elaborada poco a poco, en los cafés, con las mentiras que Roth contaba sobre su propia vida. Y como creo que en toda ficción se esconde una verdad más honda que en el relato fidedigno, Fuga sin fin es la vida imaginaria del escritor Joseph Roth, pero la que mejor explica su vida real, pues es su vida decantada por el arte (no como fue, sino como debió ser), y por lo tanto convertida en mito, no idealizada, sino condensada mediante imágenes e historias poéticas, donde lo real y lo inventado se mezclan indisolublemente.

(de Héctor Abad Faciolince)
No conocía este comentario que transcribes, pero tengo que decir que estoy completamente de acuerdo, porque, en otras novelas, puedes encontrar perfectamente las mil y una imágenes que ofreció Joseph Roth -por ejemplo, en la obra La rebelión- donde sigue jugando entre un icono real y otro totalmente ficticio para expresar, sin ambages, la realidad histórica que vivió y su vida personal.
jilguero escribió:PD: esa mezcla indisoluble de lo real y lo inventado es uno de los grandes aciertos que le he visto a Hotel Savoy y le estoy viendo a esta otra. Por cierto, Aben, muy interesante leerla después de Tierra, tierra, ya que Tunda fue un tiempo uno de esos bolcheviques que Sándor nos retrató viéndolo desde el otro lado del espejo.
Es cierto que leer de un tirón estos escritores centroeuropeos tiene su punto literario, :cunao: y permite situarnos en una realidad histórica que permanece inalterables hasta nuestros días.
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Bueno, bueno, bueno, ¡cómo traza los personajes!
Con que maestría y con que retranca, sirva de ejemplo la presentación de Klara, la cuñada de Tunda:

Las piernas de Klara eran piernas neutras, eran piernas, sin más, piernas de excursionista, pero en absoluto instrumentos para el amor, sino, más bien, para el deporte; piernas sin pantorrillas. Parecía un lujo imperdonable que estuviesen enfundadas en medias de seda. En algún lado tiene que estar la rodilla, pensaba yo siempre, en algún lado tiene que convertirse la pierna en muslo. ¡No es posible que las medias se transformen simplemente en bragas y basta! Pero así era: Klara no era una criatura hecha para el amor. Tenía algo así como pechos, pero daba la sensación de que éstos no eran más que un estuche donde guardar todo lo práctico de su bondad. Si tenía corazón, ¿quién podía saberlo?

Me remuerde la consciencia al describir así a Klara, porque no me parece bien juzgar principalmente por sus características sexuales secundarias a uno de los seres más virtuosos que he conocido en mi vida. Desde luego era virtuosa. ¿Cómo no iba a serlo?

Tuvo una hija, por supuesto de su marido, el director de orquesta, y aunque no es pecado tener un hijo del propio marido, sino, por el contrario, una virtud, el embarazo venerable y legítimo parecía en Klara consecuencia de un desliz, y cuando daba de mamar a la niña era como ver la octava maravilla del mundo, como una anomalía y un pecado al mismo tiempo.


:chino: :chino: :chino:
Y la descripción de Georg, su marido, idém, no la copio aquí para no cansar, pero me parecen buenísimas.
Es una manera más convencional de narrar que la de Hotel Savoy pero con tal calidad que no necesito ninguna otra pirueta literaria para quedarme enganchada.


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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por Aben Razín »

jilguero :60:

Para mí, es otra de las características de la Literatura de Joseph Roth: la sutil descripción de los personajes que, partiendo de lo puramente físico, nos va mostrando sus perfiles psicológicos, :lista:

Esta manera, si me aceptas la recomendación, se nota más en la novela La rebelión -¡es cortita!- :silbando:
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Aben Razín escribió:jilguero :60:

Para mí, es otra de las características de la Literatura de Joseph Roth: la sutil descripción de los personajes que, partiendo de lo puramente físico, nos va mostrando sus perfiles psicológicos, :lista:

Esta manera, si me aceptas la recomendación, se nota más en la novela La rebelión -¡es cortita!- :silbando:
Soy más de profundizar que de abarcar mucho, por ello soy lectora de autores :wink:.
Ya te iré pidiendo consejo dentro de lo que tenga disponible del autor :D .

No me digas que no tiene retranca el amigo: Desde luego era virtuosa. ¿Cómo no iba a serlo? :meparto:


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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por Aben Razín »

jilguero escribió:Soy más de profundizar que de abarcar mucho, por ello soy lectora de autores :wink:.
Ya te iré pidiendo consejo dentro de lo que tenga disponible del autor :D
Cuando quieras, jilguero :60:

Personalmente, no soy partidario de repetir un autor durante algún tiempo porque me gusta espaciar la Literatura que voy leyendo, :wink:
jilguero escribió:No me digas que no tiene retranca el amigo: Desde luego era virtuosa. ¿Cómo no iba a serlo? :meparto:
Tenía por arrobas, :mrgreen:
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Aben Razín escribió:
Personalmente, no soy partidario de repetir un autor durante algún tiempo porque me gusta espaciar la Literatura que voy leyendo, :wink:
Pues yo soy de meterme en el mundo de un autor y no salir hasta que me aburra o se me acaben sus textos. Cierto es que a veces puede uno tener la sensación de que el autor se repite, como me paso en el último maratón foril de Gabo, pero ningún método es perfecto :wink: .


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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por Aben Razín »

jilguero escribió:Pues yo soy de meterme en el mundo de un autor y no salir hasta que me aburra o se me acaben sus textos. Cierto es que a veces puede uno tener la sensación de que el autor se repite, como me paso en el último maratón foril de Gabo, pero ningún método es perfecto :wink: .
Creo que cada lector debe encontrar el mejor método para conocer en profundidad la Literatura de un autor, jilguero :60:

Las dos vías me parecen pertinentes, :wink:
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Me ha parecido muy interesante las reflexiones que le hace un comerciante a Tunda en la fiesta de bienvenida que le organiza su hermano. El buen hombre le hace primero una serie de preguntas, muy en su papel de comerciante:

—¿Y el petróleo en Bakú?
—Muy bien-dijo Tunda, sintiendo que perdía terreno.
—¿Están conformes los obreros?
—No siempre.
—Ya lo ve-dijo el industrial—. Los obreros no están conformes. Usted no sabe nada de Rusia, mi querido amigo. Se pierde la perspectiva de las cosas cuando se está tan cerca. Yo conozco eso. No es ninguna vergüenza, mi querido amigo.
—Sí-dijo Tunda—, se pierde la perspectiva. Se está tan cerca de las cosas que a uno ya no le interesan. Lo mismo que usted no se preocupa de cuántos botones tiene su chaqueta. Uno se pierde en la vida diaria como si entrara en un bosque. Se encuentra gente, se la pierde de nuevo, como los árboles pierden sus hojas. ¿No comprende que no me parece importante cuánto petróleo se saca en Bakú? Es una ciudad maravillosa. Cuando se levanta el viento en Bakú...
—Usted es poeta-dijo el fabricante.


Me sorprendió que el comerciante le dijera esto último, pero poco después, cuando se encuentran a solas, al escuchar sus comentarios sobre cómo cada uno está prisionero de su papel, cobraron sentido sus palabras y el comerciante me resultó un personaje conmovedor:

—Antes lo entendí perfectamente, señor Tunda— dijo el fabricante—.
Entendí perfectamente lo que quería decir con lo del viento en Bakú. Entendí perfectamente que usted ha vivido muchas cosas, y ahora venimos nosotros y empezamos a hacerle preguntas tontas. Por lo que a mí se refiere, le he hecho preguntas prácticas por motivos egoístas muy determinados. En cierto modo estaba obligado. Usted todavía no lo entiende. Tendrá que pasar más tiempo entre nosotros para entenderlo. Entonces también tendré que hacer determinadas preguntas y dar determinadas respuestas. Aquí vivimos todos según las leyes eternas y contra nuestra voluntad.

[...]
Pero usted no conoce todavía la ley.
»Usted no sabe los ojos terriblemente abiertos que tiene, sus párpados están firmemente adheridos a las cejas y no se cierran nunca.

¿Cree usted que después de haber venido aquí como fabricante podría haber llegado a ser director de orquesta aunque hubiese sido diez veces mejor que su hermano? ¿O que su hermano hubiera podido llegar a ser industrial? Bien, para mí la profesión tampoco es una cosa demasiado importante. No es tan fundamental aquello de lo que uno vive. Pero sí, por ejemplo, el amor de la mujer y los hijos. Una vez que usted ha empezado por propia voluntad a ser un buen padre de familia, ¿cree usted que puede alguna vez dejar de serlo?
[...]
¿Quién me ordenó a mí tener concesiones industriales en esa inmunda Rusia? La ley. ¿Cree usted que el viento de Bakú no me interesa más que el petróleo? ¿Pero puedo preguntarle por el viento? ¿Soy acaso un meteorólogo? ¿Qué diría la ley?
»Y lo mismo que yo mienten todos los hombres. Cada uno dice lo que la ley prescribe. La actriz pequeñita que le preguntó antes por un joven escritor ruso se interesa probablemente más por el petróleo. Pero no, cada uno tiene asignado su papel. El crítico musical y su hermano, por ejemplo: los dos juegan en bolsa, lo sé, pero ¿de qué hablan?, de cosas cultas. Cuando se entra en una habitación y se mira a la gente que está allí, se puede saber inmediatamente lo que dirá cada uno. Cada cual tiene su papel. Así es nuestra ciudad. La piel en la que está metido cada uno no es la propia. Y como en nuestra ciudad, así en todas, o, por lo menos, en cien ciudades grandes de nuestro país.


La mención reiterativa de la ley me ha recordado a Kafka. Y si actualizamos un poco el lenguaje, la verdad es que esto es de nuevo de rabiosa actualidad: la tiranía de la moda y de tener un físico adecuado, la necesidad de poseer ciertas cosas para mantener cierto estatus, la conversación engolada y pretenciosa de los intelectuales, artistas y demás zarandajas, etc.

Creo que, además de la buena prosa, el mérito de estos buenos escritores es que nos hablan de sentimientos/problemas consustanciales al ser humano y, por ello, atemporales. A poco que nos esforcemos, sabremos identificarlos en nuestros coetáneos :wink:.

Sigo...


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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Aben Razín escribió:
jilguero escribió:Pues yo soy de meterme en el mundo de un autor y no salir hasta que me aburra o se me acaben sus textos. Cierto es que a veces puede uno tener la sensación de que el autor se repite, como me paso en el último maratón foril de Gabo, pero ningún método es perfecto :wink: .
Creo que cada lector debe encontrar el mejor método para conocer en profundidad la Literatura de un autor, jilguero :60:

Las dos vías me parecen pertinentes, :wink:
Sí, sí, ya me lo decía mi abuela: Cada maestrillo tiene su librillo. :cunao:


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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por Aben Razín »

jilguero escribió:
Creo que, además de la buena prosa, el mérito de estos buenos escritores es que nos hablan de sentimientos/problemas consustanciales al ser humano y, por ello, atemporales. A poco que nos esforcemos, sabremos identificarlos en nuestros coetáneos :wink:.

Sigo...
Y, de hecho, uno puede reflejarse en los personajes que dibujaron escritores como Kafka, Roth o Zweig, sin ir más lejos. Precisamente, por lo que comentas, porque son atemporales, :lista:

Sigo tu interesante lectura, :hola:
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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

Creo que esta novela de Roth tiene más enjundia, si bien Hotel Savoy era más pintoresca.

Me encanta cómo describe la esquizofrenia de nuestro lado más animal y el más espiritual, por llamarlos de alguna manera, en los que están más "adoctrinados" (palabra tan en boga), como Georg, versus la mayor libertad del Tunda pasado de rosca y fuera de los convencionalismos:

Me da la impresión de que la gente tiene todavía los pies sobre la tierra, que toda la parte inferior de su cuerpo es terrena, pero que, de las manos para arriba, ya no viven en capas atmosféricas terrenas. Todos se componen de dos mitades. La mitad superior de cada uno se avergüenza de la inferior. Todos consideran que sus manos son mejores extremidades que sus pies. Tienen dos vidas. Comen, beben y aman eligiendo la inferior, la de menos valor; y, en la profesión, la superior.

Cuando Georg dirige es otro Georg que el que se acuesta con sus jóvenes admiradoras. Ayer una señora me contaba que había ido al cine y poco le había faltado para tener que taparse la cara. Fue al cine sólo con la parte inferior del cuerpo, la de menos valor: vio la película con un par de ojos vulgares, utilizables para fines ordinarios, de los que dispone como de un par de gemelos o de un monóculo. Me acosté con una mujer que, al cabo de una hora, me despertó para preguntarme si a mi potencia física le correspondía un igual amor espiritual hacia ella. Pues sin lo espiritual se sentía profanada. Tuve que vestirme rápidamente, y mientras buscaba debajo de la cama un botón de la camisa que se me había caído, le expliqué que mi espíritu está siempre en aquella parte del cuerpo que estoy usando en ese momento para una actividad determinada. Es decir: cuando paseo, en los pies, etc.


Y esta descripción de las mujeres parisinas también muy original:

Había esperado encontrar en París un cielo matinal claro y azul. Pero en París la mañana está como dibujada con un lápiz blando. El humo disperso de las fábricas se mezcla con los restos invisibles de las lámparas de gas plateadas y se adhiere a las fachadas de las casas.

En todas las ciudades del mundo son las mujeres las primeras que salen de las casas a las siete de la mañana: criadas y mecanógrafas. En todas las ciudades que Tunda había visto hasta entonces, las mujeres llevan aún a la calle un recuerdo de amor, noche, lechos y sueños. Las parisinas que salían a la calle por la mañana parecían, sin embargo, haber olvidado la noche. Sobre los labios y las mejillas llevaban el maquillaje reciente que evocaba milagrosamente una especie de rocío matinal. Son mujeres perfectamente vestidas, como para ir al teatro. Pero se adentran con ojos claros y sobrios en un día claro y sobrio. Andan con paso rápido, con piernas firmes, sobre pies seguros que parecen saber cómo hay que tratar a los adoquines.


Me gusta esa mezcla de sencillez y profundidad, de describir lo cotidiano pero transcendiendo las apariencias. :victoria:


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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por jilguero »

¡Cómo me divierte su retranca!:
Las señoras estaban sentadas con los sombreros puestos, y una anciana ni siquiera se quitó los guantes. Cogía los pastelillos con sus dedos de cuero, los ponía entre sus labios de carmín, los masticaba con sus dientes de porcelana; si su paladar era auténtico, no había forma de comprobarlo.

Este hombre pinta cuadros con las palabras. Descripción de la gente que acude a pasear al Bosque de Bolonia:
Era una tarde clara, los coches pequeños corrían como niños por las anchas calles, juguetones, alegres, ruidosos. Pasaban ancianos caballeros; guantes claros en las manos, polainas claras en los pies; el resto eran prendas oscuras, solemnes y al tiempo alegres. Iban al bosque de Bolonia para pasar allí el jovial ocaso de sus vidas, que parecía una segunda mañana. Pasaban muchachitas, chiquillas de la gran ciudad, civilizadas, maduras y sensatas, llevadas de la mano por sus madres, paseando sobre el empedrado con la delicada seguridad de una dama, seres encantados, mezcla de animal y de princesa. En las terrazas de los cafés estaban las mujeres adultas, pajitas amarillas entre los labios rojos, como finas flautas. El mundo estaba detrás de un cristal, como tapices antiguos y valiosos en un museo, cuya destrucción se teme.

Y aquí criticando la superficialidad de ese tipo de vida:
¡Qué se traerían entre manos! A veces, a Tunda se le aparecían como gusanos alrededor de un cadáver, el mundo era su ataúd y dentro no había nadie. El ataúd estaba en la tierra y los gusanos perforaban caminos en la madera, hacían agujeros, se encontraban, seguían perforando hasta que el ataúd no era otra cosa que un gran agujero; desaparecerán los gusanos y el ataúd, y la tierra se asombrará al ver que dentro no había ningún cadáver.

Superficialidad que él considera es una decadencia:
Pero no tenía nostalgia de la taiga. Le parecía que era en París donde estaba su sitio, y su decadencia. Vivía del olor de la putrefacción y se alimentaba del lodo, respiraba el polvo de las casas en ruinas y escuchaba con fascinación el canto de los gusanos en la madera.

Y que nos prepara para ese final que no sé si debo considerarlo desolador a secas o solo como una descripción del precio que hay que pagar para llegar a ser libre :roll::
Las tiendas estaban llenas, las mujeres se agolpaban en los almacenes, en los salones de moda giraban los maniquíes, en las confiterías charlaban los desocupados, en las fábricas zumbaban las ruedas, en las orillas del Sena se espulgaban los mendigos, en el bosque de Bolonia se besaban las parejas, en los parques los niños montaban en los tiovivos. En ese momento vi a mi amigo Franz Tunda, treinta y dos años, sano y despierto, un hombre joven y fuerte, con todo tipo de talentos; estaba en la plaza frente a la Madeleine,
en el centro de la capital del mundo, y no sabía qué hacer. No tenía profesión, ni amor, ni alegría, ni esperanza, ni ambición ni egoísmo siquiera.
Nadie en el mundo era tan superfluo como él.

Esta última frase me ha traído a la memoria esa otra de Sándor Márai en ¡Tierra, tierra!: la trama de la vida se quebró para mí el día en que comprendí que no tenía a nadie a quien seguir esperando.".
Porque en el fondo, Tunda se encuentra en ese estado justo cuando descubre que Irene,
esa novia que tuvo y que tanto le había esperado, ya no existía y, si ella ya no existía, tampoco el Tunda anterior.


Conclusión: Novela muy recomendable, por la calidad de su prosa y porque nos ilustra sobre la Europa de entreguerras y, de paso, sobre la condición humana.

Aben, :victoria: :victoria:

PD: acabo de encontrar Rebelión en PDF. Será la siguiente.
Como en algún momento me apetecerá cambiarme de registro, en esta primera vez me gustaría llevarme leídas las "mejores" de las que tengo. Please, Aben, ¿serías tan amable de darme tu opinión sobre estos otros títulos?:
El espejo ciego y otros relatos
El levitacán
El profeta mudo
El triunfo de la belleza
Jefe de estación Fallmerayer
Job
La cripta de los capuchinos
La leyenda del santo bebedor
La marcha Radetzky
Tarabas



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Re: Fuga sin fin - Joseph Roth

Mensaje por Aben Razín »

jilguero escribió:
Esta última frase me ha traído a la memoria esa otra de Sándor Márai en ¡Tierra, tierra!: la trama de la vida se quebró para mí el día en que comprendí que no tenía a nadie a quien seguir esperando.".
Porque en el fondo, Tunda se encuentra en ese estado justo cuando descubre que Irene,
esa novia que tuvo y que tanto le había esperado, ya no existía y, si ella ya no existía, tampoco el Tunda anterior.


Conclusión: Novela muy recomendable, por la calidad de su prosa y porque nos ilustra sobre la Europa de entreguerras y, de paso, sobre la condición humana.
El texto que citas, con el inquebrantable apoyo de nuestro escritor húngaro, expresa a las claras la intención de Joseph Roth a lo largo de sus novelas. No sólo en ésta, sino en la mayoría de ellas cuando desvela la desintegración de ese mundo en el que vivía Europa y que definitivamente no volverá. Puede ser que el período de entreguerras fuera el más significativo a la hora de valorar esta visión tan propia de literatos como Joseph Roth, :lista:
jilguero escribió: Aben, :victoria: :victoria:

PD: acabo de encontrar Rebelión en PDF. Será la siguiente.
Como en algún momento me apetecerá cambiarme de registro, en esta primera vez me gustaría llevarme leídas las "mejores" de las que tengo. Please, Aben, ¿serías tan amable de darme tu opinión sobre estos otros títulos?:
El espejo ciego y otros relatos
El levitacán
El profeta mudo
El triunfo de la belleza
Jefe de estación Fallmerayer
Job
La cripta de los capuchinos
La leyenda del santo bebedor
La marcha Radetzky
Tarabas


¡No te pienses que soy un experto de Joseph Roth!, :no:

Pero me gustaría aconsejarte dos: El leviatán y Job, especialmente. Si bien, has puesto otros títulos que me están esperando desde hace tiempo como La leyenda del santo bebedor y La marcha Radetzky, de las cuales he oído excelentes críticas, pero que aún no he podido contrastarlas, :roll:

Saludos, :hola:
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