Y una reseña del concierto
De la Agencia EFE, en El Confidencial puntocom2Cellos conquistan Madrid al grito de "oe, oe, oe"
Tan eléctricos como sus violonchelos, tan chispeantes y "enrollados" como corresponde a sus escasos 30 años, los croatas Luka Sulic y Stjepan Hauser, 2Cellos, han conquistado esta noche Madrid, en la que "por fin" han actuado, y se han "apropiado" del grito de "oe, oe, oe" con el que les han aclamado.
Hasta cuatro veces han tocado, después de oírselo gritar al público, el grito futbolístico español, incluso con acompañamiento de batería y en clave clásica.
Michael Jackson, AC/DC, Nirvana, Coldplay, Muse, Rolling Stones y algunas de sus canciones más conocidas han sido la carta de presentación de los chelistas hoy en Noches del Botánico, que ha bailado, aplaudido y jaleado sin parar su forma de sintetizar clásico, rock y pop.
2Cellos alcanzaron la fama en 2011 con su interpretación de "Smooth Criminal", de Michael Jackson, y con "Thunderstruck", de AC/DC, ya arrasaron: van por 62 millones de visualizaciones en YouTube, lo que quizá explique por qué han sido los primeros artistas en lograr el "sold out" en Noches del Botánico.
Sulic y Hauser, que han incluido Madrid en su primera gira por España, que les llevará también a Palma de Mallorca y Sant Feliu de Guixols (Girona), han salido al escenario pasadas las diez de la noche pero se han tenido que retirar porque había problemas con sus micrófonos.
Después de diez minutos de espera, mientras los técnicos arreglaban el problema, han aparecido a lo grande, con los acordes de "Oblivion", uno de los más bellos tangos instrumentales que compuso el argentino Astor Piazzolla.
Sin pausa, y con continuos guiños y bromas de Hauser, el "showman" del dúo, han tocado "Gabriel's Oboe", de Ennio Morricone, el tema principal de la película "La Misión".
Con el arpegio repetitivo de "Where the Streets Have No Name", de U2, tocado por Sulic con un ritmo endiablado, han conectado a la corriente al público, que ya no ha parado de gritar y jalear cada una de las piezas.
"Hola, Madrid. Es nuestro primer show aquí. Hemos tardado mucho, pero por fin. Tenemos muchas canciones bonitas y otras más locas", ha dicho Hauser justo antes de empezar con "Viva la vida", de Coldplay.
Con los primeros acordes de "Shape of My Heart", de Sting, han hecho unas armonías con ciertos aires flamencos y ha empezado un juego en el que el público y ellos se gritaban mutuamente "olé".
Al terminar se ha oído por primera vez el "oe, oe, oe", que ellos han escuchado atentos para a continuación repetirlo con sus chelos eléctricos.
"Resistance", de los rockeros Muse; la "bonita e íntima" "With or Without You", de U2, "dedicada a todas las mujeres"; "Human Nature" y "Smooth Criminal", ambas de Michael Jackson, han sido el anticipo de "Thunderstruck".
En ese tema, el batería Dusan Kranjc, ha hecho un solo que ha añadido más energía, si ello era posible, a un tema de por sí frenético, y ha hecho una asombrosa exhibición de percusión.
"Mombasa", de la banda sonora de la película "Origen"; "They Don't Care About Us", de Michael Jackson; y "Smells Like Teen Spirit", de Nirvana, han calentado el ambiente para "Highway to Hell", de AC/DC, que Hauser ha tocado con un chelo "portátil", que le permitía saltar por el escenario, y unos cuernos en la cabeza.
El fin del concierto "oficial" ha sido "Satisfaction", de los Rolling Stones. El clásico del rock, cuyo riff es uno de los más famosos de la historia del rock, ha sido coreado a grito pelado por el auditorio, en el que abundaban las familias con niños y los jóvenes, que se han quedado de pie para pedir "más y más".
Los croatas han atacado entonces "The Trooper", de Iron Maiden, el célebre tema del "galope" de las guitarras y bajo para seguir con "Whole Lotta Love", de Led Zeppelin.
Y ahí ha vuelto el "oe, oe, oe", que Hauser ha tocado en versión clásica y que ha rematado junto a su compañero con el público puesto en pie.
Los croatas empezaron a estudiar violonchelo siendo unos críos y toda su formación y carrera ha sido clásica hasta que coincidieron, tras muchos años sin verse, en Londres, en 2010, y nació su exitosa idea de acercar al clásico el pop y el rock.
Por eso, como suelen hacer en todos sus conciertos, han querido terminar la noche en el Real Jardín Botánico Alfonso XIII, en la Universidad Complutense, con un aria de Bach tocada con la delicadeza y el mimo con el que empezaron su concierto.