Dayana (Relato-capítulo I)

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

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Iramesoj
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Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Iramesoj »

CAPÍTULO 1

El sol comenzaba a salir, y Dayana, con los primeros rayos de luz del día, comenzó a despertarse. Una vez salía del mundo onírico, le costaba mucho conciliar el sueño de nuevo, pese a que solía leer hasta entrada la noche. Ya abiertos los ojos, se incorporó suavemente y se estiró con toda su energía, emitiendo un sonoro bostezo. Al levantarse, lo primero que hizo fue mirar por la ventana. Le gustaba contemplar Suscro, su pueblo, desde arriba, tan lleno de hierba, árboles, y con un gran lago en el centro. Pero no podía quedarse mucho rato mirando, ya que enseguida tenía que ir a trabajar. No solía vestirse como las otras mujeres, sino que prefería usar pantalones y chaleco, que le resultaba una indumentaria más cómoda. Usando el reflejo del cristal de su ventana, se peinó y se hizo una coleta, ya que solía ir corriendo a todas partes y la melena suelta le resultaba molesta.

Al salir de su habitación y bajar al salón, vio que sus padres estaban ya levantados, preparando el desayuno.

—Buenos días, Dayana —le dijo su madre—. Te hemos preparado el desayuno.
—¡Otra vez! No hacía falta. Tenéis que descansar más.
—Algo tenemos que hacer, tú nos mantienes al fin y al cabo.

Dayana torció el gesto y comenzó a beber el té que le había preparado su madre. Sus padres habían tenido una sola hija, y fue cuando ambos rondaban los cincuenta. Ahora ella tenía veintitres años, varios de ellos dedicados a  trabajar para sacar adelante a dos ancianos que tenían los problemas propios de la tercera edad.

—¿Qué tal en la taberna, hija? —Le preguntó su padre.
—Como siempre.
—¡Entonces bien! Mucho mejor trabajo que cuando limpiabas casas.
—¡Eso desde luego! Bueno, voy a apresurarme, no sea que se me haga tarde.

Dicho esto, Dayana devoró unas tostadas que le habían dejado y sorbió el té con una rapidez asombrosa, pese a lo caliente que estaba. Se despidió de sus padres con dos besos a cada uno y fue corriendo al trabajo. Una vez escuchado el portazo, sus padres pudieron hablar con más confianza.

—Esta chica...no se casará, no.
—Eso no es importante, Mina. Dayana es sana, culta, trabajadora...no nos podemos quejar.
—Mark, la mayoría de chicas del pueblo se casaron antes de los veinte. Se dedican a los niños, las mantiene su marido...y si trabajan fuera de casa, no se matan del modo en que lo hace nuestra hija.
—Dayana no es como las demás chicas. No le gustan los niños y es solitaria. Creo que va a ser más feliz viviendo como vive. Y mejor así, le costaría casarse con lo fea que es.
—¡Mark!
—Yo digo la verdad. Estoy orgulloso de mi hija, y así como digo que es sana, culta y trabajadora, digo que es fea. ¡Y lo prefiero a que sea vaga, inculta y guapa!

Mientras sus padres conversaban sobre estos temas, Dayana corría hacia su trabajo, cuando oyó una voz que la llamaba.

—¡Hey, Cocodrilo!

Ella se giró, pues así la llamaban en el pueblo debido a su horrible dentadura. Prefería que la llamaran por su nombre, pero se había acostumbrado a ese mote desde pequeña y era algo tan arraigado que algunos la llamaban así incluso cuando no tenían intención de molestarla. El que ahora se lo decía era Jairo, un chico de su edad de buen corazón, pero demasiado espontáneo y falto de tacto.

—Al trabajo, ¿eh?
—Claro.
—Te acompaño y así me tomo una pinta antes de irme yo a arar.
—Vale. ¡Vamos, he de ser puntual! —dijo justo antes de echar a correr.
—¡Espera! ¡No corras tanto!

Tras unos minutos llegaron a la taberna, llegando Jairo especialmente fatigado.

—¡Qué rápida eres! ¡Me ha costado seguirte! —comentó dándole a Dayana una palmada demasiado fuerte en la espalda.
—¡Au! —Se quejó Dayana, que perdió el equilibrio unos segundos—. ¡No me des tan fuerte!
—¡Lo siento! De verdad, yo no...
—Déjalo, anda. —zanjó el asunto, intentando ignorar el picor que sentía en la espalda—. Pero ten cuidado la próxima vez.

Dicho esto, Dayana abrió la taberna con llave, puesto que aún no había llegado nadie. Tras ocupar su puesto sirvió una jarra a Jairo, que dio un largo sorbo.

—Tienes suerte de trabajar aquí, mientras yo me mato en el campo.

Y dicho esto, eructó con la boca cerrada. Aquello era un adelanto, pues Dayana le había reñido más de una vez por hacerlo con la boca abierta. Ese detalle la animó, haciendo que por fin sonriera.

—Bueno, también tengo la suerte de que esta sea tu taberna favorita —dijo ella intentando ser simpática. Le costaba tratar con alguien tan bruto como Jairo, pero también tenía en cuenta que él hacía lo que podía para dejar de serlo.
—¡Hola, buenos días!

Quien acababa de entrar era Esther, la otra camarera de la taberna. Era una de las chicas más bellas del pueblo, y solía llevar vestidos ceñidos y escotados, que hacían que los hombres fijaran la vista en ella, como estaba haciendo ahora Jairo.

—¡Esther! ¿Cómo estás? —La saludó él.
—¡Muy bien! —Contestó ella con una amplia sonrisa. La presencia de Jairo no parecía incomodarle, lo que sorprendía a Dayana—. Veo que eres el primer cliente de la mañana.
—Sí, pero me tomo esta y me voy.

Y tras decir esto, apuró su jarra.

—¡Adios, chicas! ¡A la noche vuelvo!

Dayana se sintió aliviada de perder de vista a ese hombre por unas horas. Aprovechó el momento para saludar a su compañera.

—¡Hola!
—¿Que tal lo llevas, Dayana?
—Tirando —dijo sonriendo levemente—. Como siempre, Tom vendrá dentro de un rato. ¡Qué bien vive con eso de que es el jefe y se fía de nosotras!

Al decir eso, las dos rieron, y justo en ese momento, entró Steve, otro chico del pueblo. Dayana se alegró mucho al verlo entrar.

—¡Hola, Dayanita! ¡Ponme una jarra!

Dayanita. Le solía llamar así, y a ella le encantaba.

—¡Enseguida! ¿Qué tal estás? —preguntó mientras le servía—. Hacía días que no venías por aquí.
—No siempre tiene uno tiempo para hacer lo que le apetece. Pero lo que importa es que estoy aquí. ¡Y todavía no te he ganado a los dardos!
—¡Ya estamos! —exclamó ella con una carcajada, tras lo cual, abrió un cajón, y sacó diez dardos. Se quedó cinco, y le dió la otra mitad a Steve—. ¡Comencemos!

Y en cuanto Dayana tiró el primer dardo, acertó en pleno centro.

***

Aquella tarde, al arribar al pueblo de Suscro, los ex-soldados Cneo y Máximus fueron a la posada más cercana que encontraron. Tras pagar y dejar sus caballos decidieron ir a refrescar sus gargantas.

—Mira, Max. Sigue en pie la taberna donde veníamos a beber hace años. ¡Vayamos a recordar viejos tiempos!.
—Está bien.

Al entrar, vieron tras el mostrador a un hombre y a dos mujeres, estas visiblemente ocupadas sirviendo jarras a la numerosa clientela. Decidieron sentarse en una mesa, y esperar a ser atendidos, puesto que no tenían prisa. Dado el ruido de fondo, podían hablar sin temor a ser escuchados.

—Está muy bien la chica morena. ¿Eh?
—Cómo eres, Cneo —le espetó friamente—. No hemos venido aquí a divertirnos.
—Tenemos derecho a evadirnos un rato después de este largo viaje.
—¡Tienes razón, qué demonios! Y sí, qué pedazo de mujer.

En ese momento, vieron que el hombre hablaba con la otra camarera, señalando la mesa donde ellos estaban.

—¡Qué pena! ¡Nos va a servir la otra, la de pelo castaño!
—Venga, Cneo, que tampoco está mal.
—No está mal pero es eso, una chica del montón.

De repente callaron al ver que la muchacha de la que estaban hablando se hallaba delante de ellos.

—Buenas tardes. ¿Qué deseais tomar?

Tras decir esto, la chica mostró una amplia sonrisa que les heló la sangre: esa dentadura le quitaba todo el atractivo que pudiera tener.

—Dos jarras de cerveza, por favor.
—¡Marchando!

Una vez ella se alejó, Cneo no pudo contenerse.

—¡Vaya boca le ha tocado a la pobre! ¡Lo siento mucho por ella!
—Bueno, hablemos de algo que no sean las camareras. ¿No te trae recuerdos este pueblo?
—Claro, recuerdos de la época menos dura de la guerra, cuando estuvimos destinados aquí. ¡Qué grande era el comandante Mark Blossom!
—¿Y te acuerdas de Onara?
—¡No me la recuerdes! ¡Qué mujer tan desagradable! ¡Me alegro de ser tuerto porque tengo un ojo menos para verla!

Al decir esto se echaron a reir. Máximus continuó hablando de ella, pese a la petición de Cneo.

—Probablemente aparezca por esta taberna. A esa le gusta demasiado emborracharse. Si sigue viviendo aquí, al caer la noche la tendremos empinando el codo delante de nosotros.
—¡Ya será casualidad!
—¿Qué te juegas a que la vemos aparecer en un rato?
—Me juego diez doblones.

Y tras decir esto, se dieron la mano, aunque era una apuesta simbólica, pues compartían gastos en sus viajes. Iban a quedarse hasta la hora del cierre, solamente para ver si Onara aparecía o no. La taberna fue vaciándose, y en un determinado momento solo quedaban ellos dos, las dos camareras y el encargado del establecimiento.

—Yo me voy ya a a casa —dijo este—. Fregad los cacharros antes de iros y cerrad con llave.
—¡De acuerdo, Tom! ¡Hasta mañana! —exclamó la camarera guapa efusivamente.

Una vez se fue aquel hombre, los dos ex-soldados bebieron en silencio, escuchándo la conversación de las chicas.

—Aún tiene que venir Jairo. Ha dicho que vendría y siempre cumple.
—Sí...dame ánimos, Esther, porque los voy a necesitar.
—Ya siento la parte que te toca, siempre te llama Cocodrilo y...
—¡Si solo fuera eso! —la interrumpió—. ¡Creo que se me ha debido marcar su mano en la espalda del palmetazo que me ha dado!

En ese momento entró otro chico más.

—¡Dayanita, vengo a por la revancha!
—¡Steve, eres incorregible! —exclamó ella sonriendo.

Cogieron cada uno cinco dardos, y justo entonces entró un chico jovial y corpulento.

—¡Hola de nuevo, chicas! ¿Ya está la Cocodrilo con los dardos? —Y enconces se dirigió a Dayana—. ¡Es increible que siempre ganes!

Y al decir esto fue a darle una palmada en la espalda, pero ella se giró con una mirada furibunda y el chico, amedrentado, usó la mano con la que iba a darle para rascarse el brazo. Definitivamente, pensaron Cneo y Máximus, ese tipo era el tal Jairo.

—Lo siento...a veces no me controlo. Ponme una jarra, Esther.

Esther le puso la jarra, y Jairo comenzó a conversar con ella, mientras Dayana y Steve competían. Sorprendidos, Cneo y Máximus vieron como Dayana acertó en plena diana las cinco veces, mientras que su rival acertó solamente una vez. Ambos reían y disfrutaban, pero de repente, apareció Onara, tal como los ex-soldados la recordaban, aunque más entrada en años: Una mujer obesa y malcarada. Máximus sonrió al haber ganado la apuesta. Notaron que tanto las dos camareras como los dos muchachos se sintieron muy tensos al verla entrar.

—¡Un vino! ¡Ahora!

Esther le sirvió, y claramente le temblaba el pulso al hacerlo. Una vez tuvo el vaso en sus manos, Onara probó el vino y a los pocos segundos se lo escupió a Esther en la cara.

—¡Está picado, puta!

Mientras Esther se limpiaba la cara con un trapo, Dayana saltó el mostrador y retorció el brazo derecho de Onara, haciendola girarse y quedar de espaldas a ella. Ante la presión de la llave, la obesa mujer hincó una rodilla.

—Puedo tenerte así todo el día, así que yo me rendiría pronto.

Onara aleteaba el brazo izquierdo intentando golpear inutilmente a su rival mientras profería los peores insultos y amenazas, ante la mirada atónita de Cneo y Máximus. Finalmente, la mujer dejó de resistirse y cerró la boca, con clara expresión de rabia.

—No vuelvas a faltar al respeto a nadie dentro de esta taberna. Y como te conozco, doy por hecho que en casa te desahogarás con tu marido. Como vuelva a verlo con marcas de golpes, te rompo un brazo. Ya ves que soy capaz.

Al decir esto, la soltó y Onara se alejó rapidamente. Una vez estaba a una prudente distancia, comenzó a gritar:

—¡Esto no quedará así, pedazo de zorra!

Y salió corriendo por la puerta ante las risas de todos los presentes, excepto los dos soldados, que estaban atónitos ante lo que acababan de ver. En ese momento, Dayana se dirigió a ellos.

—Ya va siendo hora de cerrar. ¿Podéis pagar, por favor?
—Sí, claro—contestó Máximus—. Estoy impresionado. Tienes una gran puntería, y reducir a esa mala pécora tiene mucho mérito para alguien de tu tamaño. Te han entrenado, ¿Verdad?
—Más o menos. Yo...—titubeó sonrojada, tocándose nerviosamente la melena.
—A Dayana la ha entrenado su padre, que fue comandante durante la guerra —aclaró finalmente Steve.
—Bueno, tampoco estoy tan en forma—afirmó ella con sinceridad—. Hace años que casi no entreno porque trabajo de sol a sol y vuelvo a casa reventada. Pero reducir a esa vieja no tiene tanto mérito...y lo de los dardos, como suelo jugar aquí mantengo la puntería.
—Te llamas Dayana Blossom. ¿Cierto? —preguntó Cneo.
—Sí.
—Fuimos soldados bajo el mando de tu padre. Yo soy Cneo, y mi amigo, Máximus. En nombre de los dos puedo decir que estamos muy felices por conocerte.
Última edición por Iramesoj el 01 Feb 2019 20:01, editado 1 vez en total.
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evilaro
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Re: Dayana

Mensaje por evilaro »

Por el momento... engancha...

Espero la continuación


Emilio
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Iramesoj
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Re: Dayana

Mensaje por Iramesoj »

Hola, Emilio. Gracias por comentar.

No obstante, te agradecería que fueras más concreto a la hora de comentar. ¿Por qué engancha? ¿Qué es lo que más te gusta? ¿Hay algo que crees que deba mejorarse?

Comentarios como "por el momento, engancha, espero continuación" no ayudan a escritores novatos (como yo) a saber cómo tienen que hacer para que sus textos tengan calidad.

Por otra parte, y no digo que sea tu caso, me encontré en una web de escritores a una persona que comentaba casitodos los textos que se subián (al poco de subirse) con comentarios del tipo "buena historia, buen relato, una historia que engancha", etc. Era muy sospechoso que esa persona no leia los textos. En una ocasión, esta persona quedó en evidencia y quedó demostrado que no leía lo que comentaba (dio "me gusta" a un texto largo en el que los personajes rompían la cuarta pared para criticar a esta persona, diciendo explícitamente su nick)

Repito, no digo que sea tu caso pero comentarios como ese son sospechosos.

Un saludo
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Chioban
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Re: Dayana

Mensaje por Chioban »

Opino lo mismo que el compañero de arriba... Apenas comienza y esta curioso. Necesito un poco más para hacerme una perspectiva de la historia.

EDITO.

Como veo que necesitas una opinión más extensa, te la daré.

Me resulta curioso porque no sé por donde ira la historia, el tema de una hija de un comandante que conoce a dos soldados, podría decantarse por una trama acción, romance, misterio, hay muchas posibilidades y eso me intriga. Véase desde la joven menospreciada que termina haciendo una hazaña que asombre al mundo entero, o la rarita que con su personalidad enamora al valiente capitán del ejercito, o un asesinato que ella, con habilidades que muchos no sabían que tenía, logra resolver.

Por criticar algo... Serían los primeros párrafos. Las escenas de "Si me levanto. Si me acuesto" en general pueden extirparse sin mucho problema. La historia pudo comenzar a la perfección con Dayana saliendo de la casa, o si te parece muy importante, con la presentación de sus padres.

Hay otro detallitos por aquí y por allá... Véase la insistencia por el mal aspecto de la protagonista... Que si exageras con ellos, me harás imaginarla como un troll en una mazmorra.

Pero como dije, falta mucho para hacerme una perspectiva general :60:
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Iramesoj
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Iramesoj »

Gracias Chioban.

Era consciente de que en este primer capítulo no se infiere nada respecto a de qué va a ir la historia. Ví una ventaja en ello, que era la de que más gente leería el capítulo entero que si desde el principio se ve en qué género se puede encasillar.

Lo del capítulo comenzando con Dayana saliendo de casa, cuando lo escribí pensé que el tramo que va desde que se despierta hasta que se va de casa nos da datos interesantes: nos dice que suele dormirse tarde porque lee hasta entrada la noche, nos dice como es su pueblo al mirar por la ventana, y nos muestra cómo son sus padres, y con sus conversaciones se dan aún más detalles sobre la protagonista y aspectos sociales sobre el lugar que viven (la edad de casamiento de las mujeres). Empezando con Dayana saliendo de casa se habría perdido esa información, salvo que la hubiera intercalado en otros pasajes, y quizá no me hubiera sido fácil y la información hubiera quedado metida con calzador y resultaría una lectura poco natural. Si tú ves cómo hacerlo o crees que algunos de los datos que menciono sobran, sientete libre de decirlo.
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Chioban
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Chioban »

No es que los detalles sobren, si resultan importantes a futuro, adelante, coloca cuanto quieras. El problema esta que esos mismos datos pueden exponerse en escenas mucho más interesantes que simplemente la protagonista saliendo de la cama (Escena ya de por sí bastante trillada en muchos medios :noooo: Es solo leerla y espantarme del deja vu que provoca). Por ponerte un ejemplo: si quieres hacer saber al lector que la protagonista tiende a desvelarse leyendo, deja que amanezca sin que se diera cuenta que paso la noche. En vez de exponer desde la ventana como luce el pueblito, deja que en la caminata con su amigo divague un poco sobre escenario.

No puedo decir mucho, pues esos trucos de exposición son cosas que todavía me cuesta dominar. Pero lo importante es darle un poco más de salsa a la narración.
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evilaro
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por evilaro »

Iramesoj

Pues no entiendo lo que comentas, publicaste tu relato el 23 Nov a las 7:11 Pm
y yo te respondí el 25 Nov a las 1:15 PM

Sé que soy lento leyendo... pero te aseguro que lo leí.

Emilio
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Iramesoj
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Iramesoj »

No digo que no lo leyeras. Sé que es posible que lo hayas leido y comentado con sinceridad, y para mí todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Ya digo que me he encontrado en otros lugares a usuarios que dejan un comentario que cualquiera podría hacer sin haberse leido el texto. Eso no significa que no se lo hayan leido, pero cabe la posibilidad. Y como digo, me consta que hay una persona en una red social literaria que deja comentarios del tipo "muy buena historia, muy buen relato, una historia que engancha" y una vez quedó en evidencia.Antes resumí la historia, pero te la cuento un poco a fondo:

Me registré en esa red social y comenté varios textos, diciendo lo que me gustaba y lo que no. Mis textos (fragmentos de mis novelas) solo los comentaba una persona (omitiré su nick por no humillar) que daba la impresión de comentar sin leer, pues sus comentarios se limitaban solamente a "una historia muy interesante" o "una historia que engancha", cosa que cualquiera puede decir sin leerse los textos (y son comentarios similares al tuyo). Para poner en evidencia a esta persona, subí un nuevo fragmento rompiendo la cuarta pared, y la protagonista de la novela comentaba que "el autor de esta novela la cuelga en una web" y que "en esa web hay una persona, llamada ******, que comenta todos los capítulos pero parece no leerselos". Otro personaje le decía "esta es una acusación muy seria". Entonces, la protagonista decía "si ****** realmente lee esto, comentará algo sobre lo que digo de ella. En ese caso, nuestro creador le pedirá perdón por haber pensado mal". Una vez colgado el texto, esa persona le dio "me gusta" al mismísimo texto en el que se la atacaba. Esperé dos días a ver si comentaba (siempre hay que dar el beneficio de la duda. ¿Y si lo leyó, le hizo gracia mi trampa y por eso le dio a "me gusta", y pensaba comentarme cuando tuviera más tiempo?). Pero no comentó (Y eso se conectaba a diario y comentaba otros textos). Me quedó claro que no se leía mis escritos (y viendo que casisiempre comenta de ese modo, creo que los de casinadie).

Que esa persona no leyera los textos no significa que tú hagas lo mismo, pero comprenderás que con experiencias como esa dude de comentarios de ese tipo.

Pero tan solo con que me respondas alguna de las tres preguntas que te hago en mi mensaje anterior, me quedará claro que has leido el texto, y te pediré disculpas por haber dudado.
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DarkLady Juliet
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por DarkLady Juliet »

Un texto bien redactado, es de agradecer (en realidad, quiero decir que se ve que no es lo primero que escribes, aunque sea la primera vez que te veo).

Una protagonista que se adivina fuerte y con una intensidad a desarrollar en el futuro.

Presentas a unos cuantos personajes que probablemente tengan más participación después, con unas pinceladas de la relación que mantienen con Dayana.

¿Es una novela juvenil? Por la manera de comportarse de Jairo lo parece.

Bueno, voy a ver si tienes más capítulos por ahí que este me lo he encontrado de casualidad. Tengo un rato libre, solía comentar relatos hace tiempo aunque "me estaba quitando" :lol: y hoy me ha venido bien leer este fragmento que me ha recordado ligeramente a
El nombre del viento
.

Gracias por compartir tus letras.
Iramesoj
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Iramesoj »

Hola DarkladyJuliet!!

Muchas gracias por tu comentario. Si tienes algo tuyo pasamelo y estaré encantado de leerlo.

Sí, es una novela juvenil. Lo que más me gusta es escribir literatura fantástica juvenil. No me veo escribiendo género no fantástico, ni me siento cómodo escribiendo en un tono más "adulto" como hacen Martin o Abercrombe.

Lo del nombre del viento es casualidad. Tengo ese libro y lo empecé hace años, pero lo dejé. No lo dejé porque fuera mal libro, sino porque me lo estaba leyendo a la vez que Juego de tronos y me enganchó más este, por lo que me leí los cuatro primeros de cdhyf y después decidí leer otros géneros alejados de la fantasía. Pero quiero retomarlo.

Un abrazo.
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DarkLady Juliet
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por DarkLady Juliet »

:lol: No, Iramesoj, no. Te agradezco mucho tu oferta pero no escribo... así. Y opino que este foro y los concursos que aquí se celebran son una escuela magnífica para todo aquel que quiera curtirse en el mundo de los relatos. Eso sí, hay que saber encajar las críticas.

Me contento con seguir leyendo las aventuras de Dayana. A ver cómo evoluciona y si me agrada o termina sin ser de mi gusto.
Iramesoj
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Iramesoj »

¡Muchas gracias!

Pero aún queda mucho tiempo para que cuelgue más capítulos sobre Dayana (creo, quien sabe si en unos días pongo otro capi...). Mientras, puedes conocer a Amara:

https://www.abretelibro.com/foro/viewtop ... 0&t=101145

Un abrazo
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lucia
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por lucia »

Menudo cambio respecto a la primera versión: no solo ha cambiado mucho la trama, sino que además el ritmo esta vez no tiene los acelerones de la primera versión. Ahora, algo ha perdido de frescura.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.

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Iramesoj
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por Iramesoj »

Hey Lucía, muchísimas gracias por leer y comentar.

La versión anterior no estaba funcionando, así que había que hacer un reboot. Lo de los acelerones supongo que lo dices como algo positivo. Lo de que ha perdido frescura, ¿me lo puedes explicar, por favor? ¿Por qué ahora tiene menos frescura?

Gracias, de nuevo :60:
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lucia
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Re: Dayana (Relato-capítulo I)

Mensaje por lucia »

Porque antes tenía un punto de frescura, de descaro, que ha perdido en la reescritura. Y sí, lo de los acelerones lo veo como algo positivo.
Nuestra editorial: www.osapolar.es

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