¿Escribimos un relato entre todos? (Juego)
Re: ¿Escribimos un relato entre todos? (Juego)
Capítulo I Aquí
Capítulo II Aquí
Capítulo III
Cinco años después, esos mismos neonazis, ya ochentones, mascaban tabaco y pensaban, aunque poco. Estaban decrépitos y lo demostraban cantando copla con aire de folclóricas antiguas y hechuras rosalinianas horteras.
Todos los sábados la plaza del pueblo se llenaba de mercaderes y mercachifles celebrando el advenimiento de Sabina y Serrat, pero la dicha no duró mucho ya que al mediodía cayó una especie de llovizna lechosa que repugnaba por parecerse a la descarga de una especie de mamífero marino, muy común en aguas frías. Este hecho hizo que meteorólogos internacionales tomaran cartas en el asunto, viajando al pueblo para recoger datos pluviométricos y morfológicos sobre las borrascas atlánticas. Tras obtener información detallada, regresaron a analizarla y entender los peculiares mecanismos que permiten generar ese tipo de fenómenos. Comenzaron destilando el líquido recogido para observar su composición bioquímica, y descubrieron, con horror, que contenía moléculas de amoníaco, urea,... ¡y el virus Covid-19!, en cantidades tan importantes como contagiosas.
— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
— Ya mismo voy a su encuentro.
Su compañero siguió pelando un plátano y pensando en su infancia, cuando su padre había construido el artefacto más increíble de la historia, una máquina capaz de pelar setecientos kilos de fruta, separando la pulpa de la cáscara con una precisión cuasi científica. Nunca...
Capítulo II Aquí
Capítulo III
Cinco años después, esos mismos neonazis, ya ochentones, mascaban tabaco y pensaban, aunque poco. Estaban decrépitos y lo demostraban cantando copla con aire de folclóricas antiguas y hechuras rosalinianas horteras.
Todos los sábados la plaza del pueblo se llenaba de mercaderes y mercachifles celebrando el advenimiento de Sabina y Serrat, pero la dicha no duró mucho ya que al mediodía cayó una especie de llovizna lechosa que repugnaba por parecerse a la descarga de una especie de mamífero marino, muy común en aguas frías. Este hecho hizo que meteorólogos internacionales tomaran cartas en el asunto, viajando al pueblo para recoger datos pluviométricos y morfológicos sobre las borrascas atlánticas. Tras obtener información detallada, regresaron a analizarla y entender los peculiares mecanismos que permiten generar ese tipo de fenómenos. Comenzaron destilando el líquido recogido para observar su composición bioquímica, y descubrieron, con horror, que contenía moléculas de amoníaco, urea,... ¡y el virus Covid-19!, en cantidades tan importantes como contagiosas.
— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
— Ya mismo voy a su encuentro.
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
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Ayer: Grito nocturno. Borja González
Los asesinos del emperador. Santiago Posteguillo
Hoy: Hoy es un buen día para morir. Colo
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
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En papel: https://www.edicionesatlantis.com/autor ... uiz-panos/
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Cinco años después, esos mismos neonazis, ya ochentones, mascaban tabaco y pensaban, aunque poco. Estaban decrépitos y lo demostraban cantando copla con aire de folclóricas antiguas y hechuras rosalinianas horteras.
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
— Ya mismo voy a su encuentro.
Su compañero siguió pelando un plátano y pensando en su infancia, cuando su padre había construido el artefacto más increíble de la historia, una máquina capaz de pelar setecientos kilos de fruta, separando la pulpa de la cáscara con una precisión cuasi científica. Nunca prodigio tal sería valorado lo suficiente como para recibir...
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— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
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Cinco años después, esos mismos neonazis, ya ochentones, mascaban tabaco y pensaban, aunque poco. Estaban decrépitos y lo demostraban cantando copla con aire de folclóricas antiguas y hechuras rosalinianas horteras.
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
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Su compañero siguió pelando un plátano y pensando en su infancia, cuando su padre había construido el artefacto más increíble de la historia, una máquina capaz de pelar setecientos kilos de fruta, separando la pulpa de la cáscara con una precisión cuasi científica. Nunca prodigio tal sería valorado lo suficiente como para recibir interés de parte de alguna multinacional...
Capítulo II. Aquí
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Cinco años después, esos mismos neonazis, ya ochentones, mascaban tabaco y pensaban, aunque poco. Estaban decrépitos y lo demostraban cantando copla con aire de folclóricas antiguas y hechuras rosalinianas horteras.
Todos los sábados la plaza del pueblo se llenaba de mercaderes y mercachifles celebrando el advenimiento de Sabina y Serrat, pero la dicha no duró mucho ya que al mediodía cayó una especie de llovizna lechosa que repugnaba por parecerse a la descarga de una especie de mamífero marino, muy común en aguas frías. Este hecho hizo que meteorólogos internacionales tomaran cartas en el asunto, viajando al pueblo para recoger datos pluviométricos y morfológicos sobre las borrascas atlánticas. Tras obtener información detallada, regresaron a analizarla y entender los peculiares mecanismos que permiten generar ese tipo de fenómenos. Comenzaron destilando el líquido recogido para observar su composición bioquímica, y descubrieron, con horror, que contenía moléculas de amoníaco, urea,... ¡y el virus Covid-19!, en cantidades tan importantes como contagiosas.
— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
— Ya mismo voy a su encuentro.
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
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— ¿Crees que debemos advertir al alcalde para que tome los protocolos correspondientes? —preguntó el jefe.
— Por supuesto, tiene que hacerlo ya, no podemos dejar pasar más tiempo.
— Ya mismo voy a su encuentro.
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Aquí puedes encontrar mis libros electrónicos: https://www.amazon.es/Jose-Vicente-Ruiz ... elinks2-21
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