El Sol le dijo a la Luna: “te amo como la luz que me da vida, quiero ser tu amante, quererte hasta el fin de nuestros días”. La Luna se eclipsó y enrojeció: “yo te amo hasta el infinito cielo. Pero tú alumbras de día, yo de noche, y no nos veremos”. Respondió el Sol: “nuestro amor será fugaz y eterno. Cada día nos encontraremos un solo momento, antes de que yo me sumerja en el mar y tú aparezcas en el firmamento. Será un instante de amor, pero duradero. El ánsia de tenerte, de tocarte, permanecerá viva siempre, al ser tan fugaz nuestro encuentro. No nos cansaremos, no nos vencerá el hastío de tenernos en todo momento.” La Luna añadió: “las noches grises y nubladas me escaparé furtivamente del cielo y te vendré a ver. Nadie se enterará. Seremos dos amantes escondidos allá en tu lecho de coral.”
Las noches de Luna llena son amarillas, brillantes e intensas. La Luna muestra el color del Sol. Se rie, siempre está contenta. En su interior se pueden ver los rios, los valles, las montañas. Todo el calor de su amante Sol, en su cara se refleja. Noches con aureolas, noches diáfanas, intensas. Todas las noches de Luna llena. Preñadas de amarillo. Salpicadas de estrellas.
Preludio de amor
- Juanval2
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Re: Preludio de amor
Ginazul, me gustó, Felicidades, espero que sigas escribiendo relatos como este.
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