¡¡Ábrete libro!! - Foro sobre libros y autores

Dibujas suavemente el contorno de mi cara, tus dedos me recorren la nariz y se paran un segundo en la laguna del silencio, allí donde los ángeles dejaron una marca imperecedera. Se recrean luego en la boca delineando el contorno, la abro ligeramente y cierro los ojos. El humo de la marihuana nos envuelve arropando el silencio.
El silencio es el mejor guardián de las palabras que no se deben, que no se saben decir. Volutas extrañas, vórtices de humo azulado ascienden y se dispersan como remolinos de algodón hacia el pecho de una noche helada y sombría. Las estrellas nos observan expectantes, alcahuetas rutilantes acomodadas en un patio de butacas de terciopelo negro. La noche huele a parques desiertos. Arboles en duermevela se rozan con sus ramas para protegerse de la soledad, a lo lejos una guitarra entona unos acordes que me arañan el alma.
Tiemblo.
Será que me estoy helando de frío…
A lo lejos suena una canción de Frank Sinatra.
Y de manera improvisada das tres pasos hacia atrás, cómicamente. Extiendes tu mano como Fred Astaire y me arrastras, sorprendida doy dos vueltas torpemente anclándome al final en tu cintura. Bailamos entre los claveles. Fuera todo está oscuro, tan sólo se escucha el lamento quejumbroso de un viejo, que tiempo atrás se sintió un poeta de pecho inflamado. Levantas mi mano sobre mi cabeza, me río y suavemente mi cuerpo rota en su eje desembocando en tus brazos de nuevo. Vuelven a atraparme tus ojos de agua estancada, charcos de menta que exoneran mis delitos disculpando el rugido de esos truenos que de vez en cuando alborotan la armonía de mi pecho. Bajito, susurras que aún tienes mil asuntos que contarme. Algunos años de amor y una vieja canción para dos resbalan por tu cara en dirección a los labios, tomo un segundo de ese tiempo de sal y lo observo entre mis dedos. Los segundos se deshacen en el viento.
Nos quedan tantas locuras pendientes, me reprochas.
Si te marchas se me volarán los sueños por la ventana. Si me quedo seré un sueño muerto. Los días serán eternos y vacíos sin ti. Mis días son ahora hojas muertas que penden del calendario, suspiro con amargura. Me separas tomándome de las manos y me miras, tus ojos siempre han albergado estrellas me dices, tienes la sonrisa más bonita del mundo, te dije un día y es cierto.
Puedo inventarme mil vidas, puedo vestirme de sueños toda entera, hasta que el brillo de lo irreal me rebose por los ojos como estrellas de latón fundidas. Puedo volar con los ojos a través de las ventanas, puedo descorrer pestillos con el dolor de mis venas. Me puedo inventar de la cabeza a los pies, para escaparme del barro. Envolveré mentiras con verdades huecas, para que no sufras, mas mi dolor será peor, porque no puedo escapar de la cárcel de mis gritos silenciosos.
¿Qué deseas?
No lo sé… o quizás sí. Quiero amanecer en un mar desierto, caminar a solas por la orilla mecida por los vientos, quiero encontrarme a mi misma entre olas y mareas. Descubrir en que parte del camino erré, cuándo dejé de ser yo y en qué momento dejé de escupir sangre para escupir vinagre. Descubrir porqué dejé un día de llorar para comenzar a apretar los puños.
---------------------------------------
Y es que se me acumulan las voces por las esquinas
y desayuno a diario con demonios
que ya me tutean.
Me he batido en duelo
contra todos los molinos que buscan pelea
y ahora formo parte del club
de los camorristas orates de punta inhiesta.
De los diletantes.
Secretamente albergo la esperanza
de un lugar más cálido,
mas estas pobres alas no me sirven
si no tengo una primavera que llevarme a la boca.

Jo, Berlín, es maravilloso, lo he saboreado palabra a palabra, ¡y todas me han traspasado entera! Y no dejo de admirar cómo haces para que todos tus ambientes me envuelvan, es como ¡si estuvieran vivos! Como si latieran. Todo puede olerse, escucharse, verse... Todo lo haces tan real

¡Bravo!

Ensoñación,
furia,
deseo,
intento,
atrevimiento,
belleza,


El texto, el poema, son intensos. Gritos desesperados de ganas de vivr. Alucinación onírica de amor y expectativa. Resolución de mujer luchadora. Tiene muchas cosas tu vórtice de humo...y una canción, además.

Es precioso, socia. Coincido con Katia.
Tu texto no son palabras, es un traje espacial que te lleva lejos, fuera del mundo.

Katia escribió:Jo, Berlín, es maravilloso, lo he saboreado palabra a palabra, ¡y todas me han traspasado entera! Y no dejo de admirar cómo haces para que todos tus ambientes me envuelvan, es como ¡si estuvieran vivos! Como si latieran. Todo puede olerse, escucharse, verse... Todo lo haces tan real

¡Bravo!

No sé que decirte Katia, sólo miro a mi alrededor, siento y escribo.
Gracias gaditana.

Estrella de mar escribió:Es precioso, socia. Coincido con Katia.
Tu texto no son palabras, es un traje espacial que te lleva lejos, fuera del mundo.

gracias estrella.

Redspark escribió:Ensoñación,
furia,
deseo,
intento,
atrevimiento,
belleza,


El texto, el poema, son intensos. Gritos desesperados de ganas de vivr. Alucinación onírica de amor y expectativa. Resolución de mujer luchadora. Tiene muchas cosas tu vórtice de humo...y una canción, además.

Todos mis hermanos son mayores que yo, así que desde Victor Jara pasando por Paco Ibañez y acabando por Patxi Andión me he tragado toda la canción protesta del tiempo jaja

sí, ganas desesperadas de vivir.

Esta maravilla que nos regalas junto a todas las demás, sólo puede explicarse por la calidad de tu percepción. Pues, además de escribir bien, tú no ves la realidad como los demás mortales, ya te lo he dicho, y tú, precisamente, me lo acabas de confirmar con la respuesta que le has dado a Katia.

¿de qué planeta has llegado?

Gracias por esta nueva belleza, querida amiga
Un gran abrazo

Berlín escribió:Dibujas suavemente el contorno de mi cara, tus dedos me recorren la nariz y se paran un segundo en la laguna del silencio, allí donde los ángeles dejaron una marca imperecedera. Se recrean luego en la boca delineando el contorno, la abro ligeramente y cierro los ojos. El humo de la marihuana nos envuelve arropando el silencio.
El silencio es el mejor guardián de las palabras que no se deben, que no se saben decir. Volutas extrañas, vórtices de humo azulado ascienden y se dispersan como remolinos de algodón hacia el pecho de una noche helada y sombría. Las estrellas nos observan expectantes, alcahuetas rutilantes acomodadas en un patio de butacas de terciopelo negro. La noche huele a parques desiertos. Arboles en duermevela se rozan con sus ramas para protegerse de la soledad, a lo lejos una guitarra entona unos acordes que me arañan el alma.
Tiemblo.
Será que me estoy helando de frío…
A lo lejos suena una canción de Frank Sinatra.
Y de manera improvisada das tres pasos hacia atrás, cómicamente. Extiendes tu mano como Fred Astaire y me arrastras, sorprendida doy dos vueltas torpemente anclándome al final en tu cintura. Bailamos entre los claveles. Fuera todo está oscuro, tan sólo se escucha el lamento quejumbroso de un viejo, que tiempo atrás se sintió un poeta de pecho inflamado. Levantas mi mano sobre mi cabeza, me río y suavemente mi cuerpo rota en su eje desembocando en tus brazos de nuevo. Vuelven a atraparme tus ojos de agua estancada, charcos de menta que exoneran mis delitos disculpando el rugido de esos truenos que de vez en cuando alborotan la armonía de mi pecho. Bajito, susurras que aún tienes mil asuntos que contarme. Algunos años de amor y una vieja canción para dos resbalan por tu cara en dirección a los labios, tomo un segundo de ese tiempo de sal y lo observo entre mis dedos. Los segundos se deshacen en el viento.
Nos quedan tantas locuras pendientes, me reprochas.
Si te marchas se me volarán los sueños por la ventana. Si me quedo seré un sueño muerto. Los días serán eternos y vacíos sin ti. Mis días son ahora hojas muertas que penden del calendario, suspiro con amargura. Me separas tomándome de las manos y me miras, tus ojos siempre han albergado estrellas me dices, tienes la sonrisa más bonita del mundo, te dije un día y es cierto.
Puedo inventarme mil vidas, puedo vestirme de sueños toda entera, hasta que el brillo de lo irreal me rebose por los ojos como estrellas de latón fundidas. Puedo volar con los ojos a través de las ventanas, puedo descorrer pestillos con el dolor de mis venas. Me puedo inventar de la cabeza a los pies, para escaparme del barro. Envolveré mentiras con verdades huecas, para que no sufras, mas mi dolor será peor, porque no puedo escapar de la cárcel de mis gritos silenciosos.
¿Qué deseas?
No lo sé… o quizás sí. Quiero amanecer en un mar desierto, caminar a solas por la orilla mecida por los vientos, quiero encontrarme a mi misma entre olas y mareas. Descubrir en que parte del camino erré, cuándo dejé de ser yo y en qué momento dejé de escupir sangre para escupir vinagre. Descubrir porqué dejé un día de llorar para comenzar a apretar los puños.
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Y es que se me acumulan las voces por las esquinas
y desayuno a diario con demonios
que ya me tutean.
Me he batido en duelo
contra todos los molinos que buscan pelea
y ahora formo parte del club
de los camorristas orates de punta inhiesta.
De los diletantes.
Secretamente albergo la esperanza
de un lugar más cálido,
mas estas pobres alas no me sirven
si no tengo una primavera que llevarme a la boca.

Berlín me he "bebido" estas palabras, y ahora ,como estoy medio borracha , no me salen las que necesito para describir esto...es que no hay palabras, es sublime, doliente, oscuro y bellísimo a la vez. Cada vez escribes mejor, y no sé cómo lo haces Bravo!

Eleanis escribió:Esta maravilla que nos regalas junto a todas las demás, sólo puede explicarse por la calidad de tu percepción. Pues, además de escribir bien, tú no ves la realidad como los demás mortales, ya te lo he dicho, y tú, precisamente, me lo acabas de confirmar con la respuesta que le has dado a Katia.

¿de qué planeta has llegado?

Gracias por esta nueva belleza, querida amiga
Un gran abrazo

a ti te voy a contar yo de que planeta vengo jaja para que me invadas.

gracias socio, un abrazo enorme.

shirabonita escribió:

Berlín escribió:Dibujas suavemente el contorno de mi cara, tus dedos me recorren la nariz y se paran un segundo en la laguna del silencio, allí donde los ángeles dejaron una marca imperecedera. Se recrean luego en la boca delineando el contorno, la abro ligeramente y cierro los ojos. El humo de la marihuana nos envuelve arropando el silencio.
El silencio es el mejor guardián de las palabras que no se deben, que no se saben decir. Volutas extrañas, vórtices de humo azulado ascienden y se dispersan como remolinos de algodón hacia el pecho de una noche helada y sombría. Las estrellas nos observan expectantes, alcahuetas rutilantes acomodadas en un patio de butacas de terciopelo negro. La noche huele a parques desiertos. Arboles en duermevela se rozan con sus ramas para protegerse de la soledad, a lo lejos una guitarra entona unos acordes que me arañan el alma.
Tiemblo.
Será que me estoy helando de frío…
A lo lejos suena una canción de Frank Sinatra.
Y de manera improvisada das tres pasos hacia atrás, cómicamente. Extiendes tu mano como Fred Astaire y me arrastras, sorprendida doy dos vueltas torpemente anclándome al final en tu cintura. Bailamos entre los claveles. Fuera todo está oscuro, tan sólo se escucha el lamento quejumbroso de un viejo, que tiempo atrás se sintió un poeta de pecho inflamado. Levantas mi mano sobre mi cabeza, me río y suavemente mi cuerpo rota en su eje desembocando en tus brazos de nuevo. Vuelven a atraparme tus ojos de agua estancada, charcos de menta que exoneran mis delitos disculpando el rugido de esos truenos que de vez en cuando alborotan la armonía de mi pecho. Bajito, susurras que aún tienes mil asuntos que contarme. Algunos años de amor y una vieja canción para dos resbalan por tu cara en dirección a los labios, tomo un segundo de ese tiempo de sal y lo observo entre mis dedos. Los segundos se deshacen en el viento.
Nos quedan tantas locuras pendientes, me reprochas.
Si te marchas se me volarán los sueños por la ventana. Si me quedo seré un sueño muerto. Los días serán eternos y vacíos sin ti. Mis días son ahora hojas muertas que penden del calendario, suspiro con amargura. Me separas tomándome de las manos y me miras, tus ojos siempre han albergado estrellas me dices, tienes la sonrisa más bonita del mundo, te dije un día y es cierto.
Puedo inventarme mil vidas, puedo vestirme de sueños toda entera, hasta que el brillo de lo irreal me rebose por los ojos como estrellas de latón fundidas. Puedo volar con los ojos a través de las ventanas, puedo descorrer pestillos con el dolor de mis venas. Me puedo inventar de la cabeza a los pies, para escaparme del barro. Envolveré mentiras con verdades huecas, para que no sufras, mas mi dolor será peor, porque no puedo escapar de la cárcel de mis gritos silenciosos.
¿Qué deseas?
No lo sé… o quizás sí. Quiero amanecer en un mar desierto, caminar a solas por la orilla mecida por los vientos, quiero encontrarme a mi misma entre olas y mareas. Descubrir en que parte del camino erré, cuándo dejé de ser yo y en qué momento dejé de escupir sangre para escupir vinagre. Descubrir porqué dejé un día de llorar para comenzar a apretar los puños.
---------------------------------------
Y es que se me acumulan las voces por las esquinas
y desayuno a diario con demonios
que ya me tutean.
Me he batido en duelo
contra todos los molinos que buscan pelea
y ahora formo parte del club
de los camorristas orates de punta inhiesta.
De los diletantes.
Secretamente albergo la esperanza
de un lugar más cálido,
mas estas pobres alas no me sirven
si no tengo una primavera que llevarme a la boca.

Berlín me he "bebido" estas palabras, y ahora ,como estoy medio borracha , no me salen las que necesito para describir esto...es que no hay palabras, es sublime, doliente, oscuro y bellísimo a la vez. Cada vez escribes mejor, y no sé cómo lo haces Bravo!

gracias shira por cierto, tengo una curiosidad sin resolver.
dime esa diferencia que existe entre un árbol de navidad y un cura. (tu mensaje por el móvil me ha hecho mucha ilusión).

No es la diferencia sino en qué se parecen un árbol de navidad y un cura?

Respuesta: ambos tienen las pelotas de adorno.

Jo, es un chiste tan viejo que pensaba que ya te lo sabrías.

shirabonita escribió:No es la diferencia sino en qué se parecen un árbol de navidad y un cura?

Respuesta: ambos tienen las pelotas de adorno.

Jo, es un chiste tan viejo que pensaba que ya te lo sabrías.

socia, me parece que es eso lo que te he respondido por teléfono. A no ser que se me haya ido la olla de nuevo jaja

Y oscuro y tenebroso como Poe

lucia escribió:Y oscuro y tenebroso como Poe

si Poe levantara la cabeza, mi jefa querida, te alumbraría con su linterna en ese ojo ¡ese ojo tuyo! con un fino hilo de luz, cuando descansaras en tu cama. Porque él no estaba loco, confundían su talento, su nerviosidad con la locura. Mas se removerá en su tumba, enojado conmigo, por mi osadía al querer imitarle y tú tendrás la culpa, que has vuelto a invocar su nombre.
Y para calmarlo me lo tendré que llevar de copas jo, ya me gustaría, ya...

gracias lucia.