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Siempre se puede sonreír.

Ya me he puesto al día. Y no me creo que sea ella la que te tenga una hora al teléfono sin que tú metas baza y colabores Pero sí, se ve todo muy de andar por casa, como era Esther cuando la sacaban lavándose el pelo. ¡Qué obsesión!

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Hoy hemos estado juntas, está de bajón, cómo me jode verla así: no hace falta ni preguntarle, se la ve a una hora de distancia. Esther es pura alegría pero cuando la acecha el gato negro parece como si llevara un rótulo luminoso sobre la cabeza: Estoy mal, estoy mal, estoy mal.

Tiene miedo a volver a caer, es normal, desde que la conozco ha tenido varios episodios depresivos (ansiosodepresivos, distimia que le dijo su psiquiatra) y se da cuenta enseguida cuando -de nuevo- uno quiere empezar a compartir sus días con ella. El miedo no la ayuda, desde luego, porque en ocasiones la paraliza, pero le cuesta razonar en esos momentos. Normal, joder, normal.

El caso es que entre otros muchos trabajos de limpieza en su vida lleva unos meses poniendo fin a relaciones que no la ayudaban, que no le permitían ser ella, que zancadilleaban su autoestima. Así que, como si de un propósito de año nuevo fuera, a principios del año pasado puso fin a tres de esas relaciones. Dos de ellas, amigas con las que llevaba desde la adolescencia temprana y, bueno, la tercera relación fue su último amante, una de las personas a quien más ha amado y odiado en su vida (palabras de ella, por supuesto).

Ayer, se enteró de la muerte por sorpresa de la madre de una de estas amigas. Buf. Qué hago, me decía? Qué se hace en un caso así? Hemos compartido más de 30 años de nuestra vida y hace apenas unos meses que dijimos (de mutuo desacuerdo) decir basta a la relación. Desde luego, Núria, me decía, no acabó nada bien, pero me niego a no llamarla, o a no enviarle un mensaje, a...

Situación complicada, por supuesto.

Qué se hace en este caso?

Poco pude decirle, sin embargo, tenía la respuesta clara: Qué te apetece hacer independientemente de que sea lo que ella necesite, desearía, quisiera de ti en este momento? Ir al tanatorio, no, seguro, no me sentiría cómoda y temería su reacción. Llamarla me corta porque no sería la primera vez que me cuelga el teléfono o me responde a gritos. Así que le enviaré un mensaje.

Eso ha hecho esta mañana. La muerte siempre es una putada, pero si es inesperada aún más. 'Lo siento mucho, X. Un abrazo.'

Me acaba de llamar ahora, no ha tenido respuesta, ni la tendrá, la rabia, seguro, cuando X. piensa en Esther aún inunda su corazón.

Sirve para algo la rabia? El orgullo?, me pregunto.

En fin, ella ha hecho lo que sentía. Seguramente X., también.

Al menos, la no respuesta le ha servido para recordar porqué rompió con X.

6/

Odio la palabra 'empatía'. El concepto no, o no del todo, pero que 'empatía' se haya puesto de moda hace ya un tiempo, me supera. Buf, todo dios a vueltas con la dichosa empatía: Tú no puedes ponerte en mi lugar, no tienes la empatía suficiente!; Te falta empatía para entenderme!; Si fueras empática...

Qué, eh? Si fuera empática, qué? Te haría la cena? Te daría un masaje en los pies, acaso? Iría a buscar tu abrigo al tinte? O me follaría a tu novio porque tú lo tienes seco?

Total, después de meses y meses ayer volví a cenar con Esther.

Tenía muchas ganas de verla, muchas, pero ella ahora está en otro momento, su momento, y por supuesto, ambas somos sabedoras del espacio que la otra puede necesitar, así que no hay dolor Rocky, cuando llega el momento, llega. Sin más.

El caso es que me cuenta que ahora que su relación de pareja funciona, que se siente cómoda, segura, tranquila, en paz (dios mío, parecen las palabras que daría el cura antes de la extremaunción!)... ahora va y tiene un amante. O sea, se ha enamorado de otro. O lo que sea que siente por este tipo que hasta hace nada era un amigo suyo.

Y claro, ahora entiende muchas cosas porque él no tiene pareja, y ella sí. Ahora rebobina y mira atrás y ve qué sentía ella cuando era la otra y sin compromiso y su amante era el que estaba casado, o emparejado. Salió el concepto empatía, por supuesto, en la conversación pero no permití que dijera semejante palabro, y no, no lo hizo:

- Ahora entiendo muchas cosas, ahora soy capaz de saber cuánto se puede sufrir mientras duermes abrazado a tu pareja y 'el otro', ahora él, duerme abrazado a la almohada. Cuando deshace planes para verte porque tú tienes una hora entre el fin del trabajo y la vuelta a casa para recoger a los niños del cole, o de casa de la yaya. Ahora entiendo su dolor, mi dolor de entonces...

No es empatía, me digo, es reconocer en otro tu sufrir pasado; es saber bajar y ponerte a su lado; es desear tomar su mano y ayudarle, ayudándote también a ti.

Por cierto, después de la cena nos tomamos un par de gin tónics, nuevo y genial descubrimiento, por mucho que J. me diga que los gintónics no son cosa de mujeres: sabrá él de mujeres!

Como bien dices, eso no es empatía, eso es recordar tu propia experiencia.

Jijijiji... la de quién, jefa? Hoy me ha wasapeado una forera: Oyes, pulp, Esther quién es? y quién tiene el amante? Y cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti?

Guapa, gracias por leerme y comentar!

Tanto da que da lo mismo, ¿no? Dile a Esther que se cuide.

Vaya, te debo una lectura, Pulp. Yo también leía cómics de Esther y me gustaban bastante (conservo alguno por ahí)

Por cierto, me ha parecido ver que hoy es tu cumple. Felicidades

Bueno, ya lo he leído.
Me ha gustado la frescura que le das al texto, aunque no sé por qué, no tengo en mente a una Esther tan palabrotera... Espero que sigáis compartiendo más ratos juntas, y a ver si se aclara con Juanito (o con el que sea)

Gracias por subirlo y por hacerme recordar esos primeros años de adolescencia

(Por cierto, a mí Tintín sí me gustaba... y los cabreos del capitán Haddock mucho más )

Llevo cuatro años sin escribir. Sin escribir aquí, sin escribir relatos en mi blog.

Año nuevo, vida nueva. No lo sé.

Pero ayer, Esther me llamó de nuevo...

7/

Núria, me dijo, ahora sí que me he separado de verdad de la buena. Esto... Bueno, hace ya unos meses. La psicòloga me recomendó reencontrarme, estar conmigo, meditar, y no sé cuántas tonterías más -que dirían dos de las adoctrinadas- así que le he hecho caso unos meses però ahora, ahora que ya he cumplido (vale, sí, me ha venido bien, me dijo), pues ahora que ya he hecho bondad... cómo y de dónde me saco un novio?

Pulp, me encantó tu mundo con Esther
No conozco el comic pero eso no importa porque tu alter ego no tiene desperdicio

Te sigo, pero no voy a esperar cuatro años

Todos deberíamos poner una Ester en nuestras vidas

Te diría que del mismo de donde sacaste al primero, pero en realidad puede ser de cualquier sitio donde hagas algo que te gusta y veas a alguien que te mole