Padre de Profuguito, el petirrojo ha puesto la mejor voluntad del mundo para disfrutar sin molestar. Pero si bromeas con todos, molestas a algunos que tienen un sentido del humor distinto. Si bromeas con los que sabes que no les va a molestar fijo, molestas a otros porque se sienten excluidos. Y como la cuadratura del circulo no existe y aquí estamos para divertirnos, pues a seguir disfrutando de todas las cosas buenas que tiene este foro, como de esta anfitriona mía, Cata, que es capaz de tragarse lo que le eche y se queda calladita. Así que en la otra vida de aventurera que ya he solicitado me la llevo de socia sí o sí. Lo que no sé, Cata, si no le tendríamos que pedir a la germana que nos enseñe a decir algún que otro taco, como ese "¡Carajo!" que le sale de maravilla, porque igual en algún momento nos toca hacer de chicas duras y yo en lo de los taquitos (así los llamaba el pescador ) no soy nada experta.prófugo escribió:Yo estoy feliz de que mi pajarillo hermoso esté comentando...pero me da tristeza ver que no está disfrutando como lo hacía antes.
Se te quiere..jilguerito
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Y aprovecho, Padre de Profuguito, para comentarte unas cositas de este comentario tuyo, que copio aquí para no molestar al resto de concursantes:
Decirte que a mi me pasa lo mismo, que cuando leo los relatos de algunos foreros (especialmente de mi triada de graciosos poéticos) me hace bien y mal, por las mismas razones que a ti. Bueno, mi ego de lectora no sufre porque tengo clarito lo que considero bueno y malo, al margen de que esté equivocada o no. Pero cuando leo un relato como ese me digo: ¿qué demonios haces tú escribiendo?prófugo escribió: Lo que tú haces con las palabras es magia...arte del bueno..tanto así que leerte me hace bien y mal. Bien porque me hace amar a la literatura ...y mal porque me hace sentir más inútil como «escritor» y algo más ignorante como lector. Pero..te confieso que me empieza a gustar eso de ser un ignorante feliz Creo que no entendí cuatro pitos pero igual me quedé con una sonrisa en el rostro y en el alma.
Pero también quería decirte que, si bien tu pluma no llega tan alto (tampoco la mía), tienes otras virtudes que yo admiro tanto o más. Esa frase que te resalto es un don que tienes. Saber alegrarte de que el otro lo haga mejor que tú. Eso es muy dificil en este mundillo así que siéntete orgulloso. Es más, Padre de Profuguito, estoy segura que tú serías de los que se cruza con Gabriel, entiendes que lo que necesita es un abrazo, agarras una piedra, rompes el cristal y se lo das. Por algo Profuguito tiene la sonrisa más bonita del mundo.