Sujeto cero (Novela)

Espacio en el que encontrar los relatos de los foreros, y pistas para quien quiera publicar.

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mhtdtr
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por mhtdtr »

lucia escribió:
-¿Dos horas?-pregunto extrañado.
–Me han avisado hace apenas media hora. De hecho, el fax que recibimos de vuestra oficina tiene registrada como hora del suceso las 21:00.
-Pues alguien se ha equivocado. El hecho es que desde las 20:00 estoy aquí esperando. Ya está todo registrado en mi informe. Si me lo firmas te dejo con él para que comiences tu labor.
Lo de la 24 h es lío mío, pero me refiero a esto:
Él tarda en llegar dos horas desde que llega el que está esperando al sitio => 22:00
El registro de su departamento es de las 21:00
El tipo que espera lo hace desde las 20:00.
mhtdtr escribió:El sujeto debió fallecer dos horas antes de la hora que registró como su llegada a la escena.
Si es dos horas antes de las 22:00, quiere decir que el que espera encontró el cadáver todavía caliente. Si es dos horas antes de la del registro, entonces sería a las 20:00.

Vamos, que esa anotación no cuadra y lo lógico sería que diese la hora aproximada numérica y no algo que pueda malinterpretarse.
Muchas gracias por ayudarme con este detalle. He tenido que mirarlo un par de veces para darme cuenta del lío que he montado con las horas. Tienes razón en que es mejor esclarecerlo o dejarlo como un valor aproximado y no especificar horas exactas. Lo modificaré en el archivo original y lo actualizaré aquí. Gracias.
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mhtdtr
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por mhtdtr »

SEGMENTO 3A

No transcurre mucho tiempo desde que me levanto hasta que salgo de casa. Estoy deseando charlar con mi compañero para proseguir con mi investigación. Ayer no quedamos a ninguna hora en concreto, pero es porque sabemos que quedar en la cafetería significa hacerlo antes de entrar a trabajar, sobre las 8:30. Son muchos los cafés que nos hemos tomado juntos a lo largo de los años y si de alguien me fío de lo que me pueda contar es de Javier.

Cuando entro él ya se encuentra allí, en la misma mesa de siempre, la del fondo. No hay nadie más en el café. Me acerco a la mesa y me siento a su lado. Ya ha pedido mi café cortado.


-Buenos días Javier.
-Buenos días Morales. Acaban de traer el café, todavía estará muy caliente.
-Gracias. Estoy preocupado. Es la primera investigación que me encargan y que todo el mundo me diga que no me esfuerce por resolverla me molesta bastante porque no sé qué base tienen para decirme eso. El hecho de que no me pudieses contar nada en la oficina solo me hace sospechar que es algo más grande de lo que pueda imaginar.
-Bueno- comienza él – Tampoco vayas a creer que es algo de gran importancia, es solo que hay cosas que es mejor no hablarlas en el trabajo. Ya sabes que todos tenemos una opinión, pero si la misma difiere de los que dirigen el cotarro puede suponer algo negativo para ti.
-Nunca he tenido problema alguno al respecto en el trabajo- le digo
-Porque siempre has sido muy reservado Morales y nunca has opinado de nada realmente importante. ¿Cuándo fue la última vez que discutiste con alguien de política? Es más, ¿cuándo fue la última vez que escuchaste a alguien en la oficina hablar de política?
-Nunca, la verdad- admito. –Ya sabes que de lo único que se suele discutir en la oficina es de deportes.
-Eso es porque es un tema vacío, que no hace daño a nadie.
-¿A qué te refieres?- le pregunto intrigado
-A que lo que opines sobre un partido o tu equipo favorito no va a suponer un problema para nadie ni nadie se va a sentir ofendido al respecto. Sin embargo, si hablas de política puedes levantar suspicacias.
-Yo pensaba que, en general, todo el mundo tiene una forma de pensar parecida en el trabajo en lo concerniente al gobierno.
-Ese es el problema. Todos piensan igual, o eso parece, y si alguno de nosotros mostramos opiniones diferentes puede traernos problemas.
-Creo que estás exagerando- le digo
-¿Te acuerdas de Manuel?- me pregunta
-Claro. Era aquel chaval que ingresó con las mejores notas de la academia y que pidió traslado al distrito Oeste un mes después de comenzar a trabajar con nosotros.
-Esa es la versión oficial. El caso es que investigué por mi cuenta y descubrí que nunca llegó a la oficina del distrito Oeste. No tenían ninguna orden de cambio ni conocían a nadie con su nombre y apellidos.
-Qué extraño. ¿Y por qué nos tendrían que decir una cosa si no era real?
-Porque a Manuel le gustaba compartir sus opiniones con cualquiera que le escuchase y no era precisamente partidario del statu quo.
-¿Insinúas que se deshicieron de él?- pregunto con miedo a la posible contestación.
-Estoy seguro que ello. De qué forma no lo sé, pero está claro que pasó mucho más de lo que nos quisieron contar.
-¿Y qué relación tiene todo esto con la resolución de mi caso?
-En el fondo es lo mismo- comienza él -¿Has visto las estadísticas del último año? ¿Y del año anterior?
-Sí, es una de las cosas que me gusta hacer a la vuelta de las vacaciones de invierno.
-¿Y no te extraña que sean tan buenas? ¿Cuántos asesinatos se han registrado en el último año? ¿Y en los cuatro anteriores?
-Es cierto que el crimen ha descendido a mínimos históricos, pero ¿no puede deberse a que realizamos un mejor trabajo y contamos con más medios?
-Es una visión muy ingenua del tema Morales. La verdad es que no tenemos ni más personal que hace seis años ni más medios. Sin embargo, las estadísticas de suicidios han subido. Si te das cuenta estos números no influyen en la tasa de criminalidad ya que van a parte. Por eso todos los asesinatos se clasifican como suicidios en una semana o así desde que inicia la investigación.
-¿Y si la investigación se resuelve?
-Desde que estoy aquí no he visto ni una sola acabar en asesinato. Ni un solo culpable imputado o pruebas medianamente fuertes de que ha sido otra cosa que un suicidio.
-¿Crees que se sabotean las investigaciones a propósito?- pregunto
-Algo de eso hay, sospechamos que incluso las escenas del crimen están manipuladas antes de que lleguemos los detectives.
-¿Sospechamos?- pregunto extrañado ante el cambio de sujeto
-Verás Morales. Fuera del trabajo formo parte de un pequeño grupo de personas que pensamos diferente.
-Nunca me has hablado de ello- le increpo
-Porque nunca he llegado a estar totalmente seguro de que no fueses como los demás. Por muy bien que me caigas las apariencias son las mismas en todos nosotros, la uniformidad es escalofriante una vez comienzas a fijarte. Sin embargo, ahora con todas tus sospechas sobre la investigación, me ha quedado claro que hay algo que no te cuadra con el sistema. Este grupo del que te estoy hablando es algo de lo que nadie puede saber Morales. A pesar de que te parezca algo sin importancia un comentario fuera de lugar puede ocasionarnos muchos problemas.
-No te preocupes por mí, soy una tumba al respecto. De todas formas, pretendo seguir investigando el caso del que me han hecho cargo. Si no consigo nada en una semana veremos qué sucede.
-Me parece bien- me dice. –De cualquier manera, no fuerces las cosas o acabarás teniendo problemas con alguien. No me gustaría que te sucediese nada malo, pienso que puedes ser un activo importante para nuestro grupo. Si te interesa nos reunimos una vez a la semana en un local de uno de nosotros. Me gustaría que te pasases por una de nuestras reuniones.
-Posiblemente lo haga. Con toda esta conversación tengo que reconocer que has conseguido picarme y quiero saber qué está sucediendo de verdad, especialmente en el departamento. ¿Qué día os reunís?
-Los viernes- me indica
-En dos días entonces. De acuerdo, mañana contacto contigo a la salida del trabajo y me das instrucciones de cómo llegar.
-Deja que yo me ponga en contacto contigo. Toda precaución es poca. Hasta entonces ninguna mención de esta reunión.
-Por supuesto- le aseguro.


Cuando me quiero dar cuenta ha pasado casi una hora desde que llegué a la cafetería por lo que salimos y nos dirigimos a la oficina para comenzar a trabajar. Allí cada uno va a su despacho y no intercambios palabra en toda la jornada. Ha conseguido hacerme sospechar de cosas que no me planteaba anteriormente y ha dificultado mi investigación con la que no se qué hacer ahora. Mi idea es llegar a resolverla, pero no sé si eso es posible.
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mhtdtr
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por mhtdtr »

SEGMENTO 4A

Debido a mis recientes descubrimientos he decidido dejar toda mi investigación por escrito. En el último día he obtenido una serie de pruebas que me han hecho plantearme muchas cosas acerca de mi trabajo y del funcionamiento de la sociedad.
Empezaré por el principio. Me asignaron investigar el caso de un hombre que falleció por causas desconocidas y cuyo cadáver se encontró en un complejo residencial. Sin testigos y sin sangre todo me hacía pensar que podía tratarse de un asesinato y no a una caída desde uno de los pisos. A pesar de mi intuición en el departamento todos los compañeros me indicaron que acabaría por cerrarse como suicidio.

Interrogué a los vecinos para recabar la máxima información posible del individuo, pero no saqué nada en claro. O no le conocían o apenas tenían contacto con él. Agotada esa vía intenté averiguar lo máximo posible de la victima para establecer unas pautas a investigar: Dónde trabajaba, quiénes eran sus amigos, etc. El fallecido no disponía de ningún tipo de documentación y en el interior de su vivienda no pude encontrar gran cosa; apenas una serie de objetos y muebles genéricos. Si observabas detenidamente daba la impresión de que las cosas habían sido desplazadas intencionalmente. Era evidente porque al lado de algunos muebles se notaba la marca de que habían estado colocados unos centímetros más alejados de donde los encontré. Me hacía pensar que, o bien la victima pensaba salir del domicilio y había recogido rápidamente o alguien había manipulado las cosas. No hubiese considerado esta opción si no hubiese tenido una charla con un compañero de trabajo que me insinuó claramente que las investigaciones terminaban declarándose como suicidio por algún motivo.
Debido a que por la falta de información parecía un callejón sin salida me dirigí al único lugar en el que podría encontrar información relevante o que se hubiese pasado por alto anteriormente: la morgue. Ya había estado allí escuchando el informe del forense, pero consideré que podría indagar un poco más o que tal vez hubiese encontrado algún otro dato de interés. Mi sorpresa fue mayúscula cuando el médico forense me dijo que se habían llevado el cuerpo. Al parecer fue un asunto oficial cuyo objetivo el médico desconocía. Afortunadamente, el informe que realizó permanecía en el edificio convenientemente archivado. Era lo único que me quedaba. En él se encontraban reflejados todos los datos que ya conocía y todo lo que el forense había escrito. No había nada interesante o que me diese alguna pista de aquel individuo salvo un dato: su nombre. En uno de los bolsillos traseros de su pantalón se encontró un documento, que se me pasó por alto en mi primera comprobación, en el que figuraba lo que parecía ser su nombre: Víctor. Estaba arrugado con una serie de datos que no podía comprender. Figuraba el nombre del individuo, al que hacían referencia como Víctor ocho, sus datos físicos: altura, peso, etc. Y una línea que indicaba que no tenía ninguna habilidad del sujeto cero. Nada comprensible.
Sin embargo, era algo para investigar, una mínima pista de la que intentar sacar algo. Me quedé con el documento sin que el forense se diese cuenta. Supuse que nadie lo echaría en falta porque nadie investigaba los documentos del archivo una vez un caso había sido cerrado y, si no era yo mismo no se leería de nuevo ese documento.
Este es el punto en el que me encuentro en el momento de escribir esto. Mañana proseguiré con mi investigación y posteriormente acudiré a la reunión secreta con mi compañero de trabajo.

Es media tarde cuando escribo esta nueva entrada en el diario. Después de un día de duro trabajo estoy orgulloso de poder decir que la investigación está avanzando. En qué sentido o dónde me conducirá no puedo decirlo porque cada nuevo descubrimiento que realizo me lleva a un punto cada vez más alejado en apariencia del caso original. Estos son los hechos:
Lo primero que decidí hacer fue investigar en el archivo de casos cerrados. Para no levantar sospechas decidí levantarme pronto e ir a la oficina dos horas antes que el resto del mundo. Solo estaba el personal nocturno de limpieza. No conozco a nadie que haya acudido antes a trabajar, pero tampoco es algo que no pudieses hacer. Con dos horas de margen podría leer muchos documentos y confrontar datos. Mi objetivo eran los casos clasificados en los últimos años como suicidios. El hecho de que cualquier investigación en la que la victima falleciese en circunstancias extrañas se cerrase como suicidio era algo que no terminaba de comprender. Estaba seguro de que había algo detrás de todo ello, ya fuese una estrategia del departamento para disimular estadísticas de homicidios y crímenes violentos u otra cosa más escabrosa.
Afortunadamente para mí el archivo de casos cerrados no era muy grande, apenas doscientas carpetas. No me daría tiempo a verlas todas, pero siempre podría volver otro día. No tardé mucho en encontrar algo que llamó mi atención. Se trataba de un caso de suicidio de tres años atrás. La victima fue encontrada cerca de un aparcamiento entre dos coches en posición de cubito supino, como la victima de mi caso. No tenía ningún tipo de documentación, pero lo que me llamó en primer lugar la atención fue la descripción de la victima: un hombre joven, sobre los treinta años, pelo corto castaño, ojos verdes, 1.80 de altura y 80 kilos. Exactamente igual que el sujeto de mi investigación. No solo eso sino que además figuraba el nombre de Víctor en los datos de interés del fallecido. Que dos personas coincidiesen en aspecto físico podía suceder, que además tuviesen el mismo nombre era sospechoso. Sin lugar a dudas tenía que tener alguna relación con mi caso.
Con este nuevo descubrimiento enfoqué mi búsqueda a casos en el que los sujetos coincidiesen en apariencia o nombre. Encontré cinco informes. En tres de ellos aparecía el nombre de Víctor y en dos solo la descripción física. El más antiguo se remontaba a cinco años mientras que el más moderno era de apenas cuatro meses. En todos los informes figuraba el nombre del oficial a cargo de la investigación. Por desgracia cuatro de ellos ya no trabajaban en el departamento, pero el del caso más reciente sí lo hacía. Se trataba del oficial Ramón Gutiérrez, alguien con el que me cruzaba todos los días pero con el que apenas había intercambiado unas pocas palabras. Era un clavo más al que agarrarme.
La jornada laboral estaba a punto de empezar por lo que tenía que interrumpir la búsqueda. Apunté todos los datos relevantes en mi libreta y dejé todo como lo había encontrado. Hubiese pagado una buena cantidad de dinero por la opción de fotografiar todo aquello, pero desde hacía años que los teléfonos móviles eliminaron las cámaras. Una vez recogido me dirigí a mi puesto de trabajo y dejé pasar el día como si fuese otro cualquiera. Mi siguiente objetivo era hablar con Ramón acerca de su caso, pero no quería hacerlo tan pronto por si levantaba algún tipo de sospecha. Prefería acudir a la reunión secreta antes y luego proseguir la investigación desde donde lo había dejado.


Una vez pongo todo esto por escrito escondo la libreta debajo del colchón y me preparo para ir la reunión. Javier me indicó la dirección mediante una llamada de teléfono al puesto y solo me proporcionó una serie de números que pude identificar con las coordenadas del sitio. El nivel de sospecha y paranoia se estaba desarrollando dentro de mí ante tanto secretismo motivo por el que decidí esconder mi libreta. Salgo a la calle y me dirijo al lugar acordado asegurándome de dar más vueltas de las necesarias para comprobar si alguien me sigue. Una vez convencido de que no, llamo al timbre del local.
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por lucia »

Si la primera vez Javier quiso hablar en persona con el detective, lo de enviar las coordenadas por móvil no tiene mucha coherencia., ¿no? Sobre todo si cuentas que de vez en cuando desayunan juntos.
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por mhtdtr »

lucia escribió:Si la primera vez Javier quiso hablar en persona con el detective, lo de enviar las coordenadas por móvil no tiene mucha coherencia., ¿no? Sobre todo si cuentas que de vez en cuando desayunan juntos.
Seguramente no lo expliqué bien. No hay móvil de por medio. Le llamó al puesto de trabajo desde su mesa y le dijo una serie de números que resultaron ser coordenadas.
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lucia
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por lucia »

Tendría que ser en directo, no una llamada desde su mesa, ¿no?
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por mhtdtr »

Claro, en directo, desde la mesa de Javier a la de Morales
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Re: Sujeto cero (Novela)

Mensaje por lucia »

Ahí se enteraría el resto de la comisaría.
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