El hombre perdido lo llama amor (Reflexión)

[Fiel poesía]

El hombre es un laberinto.
La espera, fuera del tiempo, es tiempo invisible.
La vista escapa a los sentidos.
El hombre ama ciegamente.
Como un poeta escribe.
Sus luces son como un firmamento en una servilleta.
El hombre espeja.
El espejo es la fuente en la que la que la unicidad permanece.
Y es que el hombre es hombre en cualquier dirección y sentido.
El hombre es un laberinto.
Pero nunca se pierde por nadie.
Es un laberinto sin culpa.
Sin premio ni castigo.
Y cuando el hombre encuentre la salida, entrará en un bucle.
La costumbre hizo al hombre.
El hombre a veces prefiere el beneficio de la duda.
Otras veces, prefiere subir a la cima, como un río que nace al revés.
La montaña no la mueve la fe.
La montaña es la imagen a la que se llega en la distancia.
Como Dios es cercano en la desgracia.
Allá cuando el hombre alcanza su propia naturaleza, los ídolos se caen.
Cuando vende sus lágrimas a algo que no existe.
Como un águila, el hombre vuela solo a través de sus necesidades.
¿Qué pensará un águila, tan arriba?
Quizá sea la esencia del punto álgido.
La gravedad de los sentidos.
El hombre es un laberinto entre sus semejantes.
Si el hombre busca la salida, es porque busca la paz.
Como un mar, desemboca y ondea.
Oscila entre el sentido y la ignorancia.
Ello es lo que le hace tan necesario para sí mismo.
El hombre es un laberinto sin color, calor, olor, tacto, gusto.
No quiere salir de su laberinto.
Prefiere amar sin sentido.
...Aves en muchedumbre.
La sed baña.
El hombre es una montaña...
La luz piensa al revés del hombre.
Una nueva promesa al olvido, como una fuente clausurada.
La moneda que más bolsillos ha recorrido es la que menos brilla.

[lucia]

Te lo hubieses pasado bomba participando en el tema de creencias en tertulia.

Y eso que la servilleta aparece como intruso en medio de la reflexión acerca del hombre.

[Fiel poesía]

No creo en las creencias.
Así que... a qué reflexionar...
El hombre está hecho para pensar, no pqra reflexionar.
Me explico, la única ciencia capaz de trascender al hombre es la ciencia infusa.
La espontaneidad o símil de la escritura automática, pero en realidad sin ser escritura automática.
Me explico:
El hombre alberga pensamientos en un orden desconocido para él.
Pensamientos que resultarían caóticos en la medida en que la reflexión apareciese.
La reflexión es una forma de arrepentimiento.
Esto es, yo escribo y me trasciendo, porque escribo libremente.
Sin necesidad de apoyarme en conceptos instaurados como verdad.
He sido fiel a mis dudas.
A mi duda.
Y ahora puedo permitirme ese lujo.
Esto es, mi opinión es la única válida.
Ello no tiene que ver con el ego, sino que, lejos de ello supone la idea del hombre.
Esto es, una idea no limita nunca al pensamiento, sino que lo amplía.
Y el ego, el verdadero ego desaparece cuando el hombre abandona la idea de Dios.
Así como la única duda que afecta al hombre.
No renuncio a Dios.
Lo resuelvo, porque solo es un concepto.
Y como todo concepto, se resuelve pensando "al revés de él".
Esto es, solo el hombre es capaz de alcanzar el pensamiento absoluto a través de la palabra.
Y es que la palabra es una manifestación del subconsciente.
No importa el orden de los pensamientos.
Lo verdaderamente importante es el orden en sí.
Me explico:
El tiempo no marca la evolución, sino la mente.
Luego el verdadero orden es una utopía, al consistir en una secuencia de ideas iguales y perfectas.
La utopía es posible.
Todo es posible, pues para ordenar el pensamiento, el hombre se sirve de la negación absoluta hasta alcanzar la afirmación absoluta.
Dicha afirmación absoluta es el efecto de lo que la sociedad ha proclamado como amoral.
La negación es la rectificación de la inocencia del hombre.
De sus emociones.
El enfoque en su propia evolución.
La afirmación absoluta consiste en la autonomía como fuente de placer infinito.
Esto es, el hombre a solas con su pensamiento.
Con su ilusión de poder.
Y es que solo la ilusión del poder es lo que mantiene vivo al ser humano.
Es por ello que si Dios desaparece de la mente humana, el hombre se siente vacío, reniega de todos sus razonamientos por asociar la perfección a dicho concepto.
El pensamiento perfecto es por tanto la inercia del propio pensamiento.
No se puede entrar en el subconsciente, a no ser que se erradique a Dios.
Es solamente así que el hombre puede razonar a todos los niveles.
Y los hombres son en esencia iguales.
La prueba de ello es su concepto de perfección.
Esto es, para alcanzar la perfección, el hombre necesita reasociar la idea de dicha perfección.
Para descubrir el verdadero poder de la mente, el hombre, el primer hombre que llegue a esos niveles cognitivos, debe elegir entre el poder mental o el poder emocional.
Esto es, el pensamiento es la mayor emoción del hombre, pues tras la trascendencia, la claridad del pensamiento no supone conflicto alguno con las sensaciones.
El hombre que reflexiona no evoluciona, sino que lejos de ello, se cuestiona sus propios principios.
Los principios y la reflexión no son otra cosa que los fantasmas del subconsciente.
El orden existe en el subconsciente, porque la escritura a través de la ciencia infusa es posible.
La perfección consiste en un estado eterno de trascendencia.
Esto es, la ciencia infusa es la única capaz de trascender al hombre.
El pensamiento en cadena.
No hay pensamiento.
El pensamiento es otro mito.
Vamos a terminar con todos los mitos.
No es una realidad, ni lo será jamás, porque el hombre quiere trascendencia.
Solo trascendencia.
El hombre no persigue conclusiones, sino perfección.
Esto es, la evolución en la mente no tiene nada que ver con el pensamiento, sino que, lejos de ello, implica la verdadera voluntad del hombre, el verdadero propósito del hombre:
hablar, actuar, escribir sin pensar.
Y que por supuesto, todo ello resulte perfecto.
Para que ello sea posible, es necesario concebir el universo.
El universo está en la mente del hombre.
El orden de las ideas más remotas y escondidas.
El secreto de la existencia.
Para alcanzar dicho orden es necesario entrar en el primer pensamiento del hombre:
Éste no es otro que la voluntad de obrar sin consecuencias.
Así nace el hombre.
Esto es, el hombre nace Dios.
Dios está implantado a todos los niveles científicos y humanos.
Excepto en la mente.
Así es que solo a través de la mente se conoce lo desconocido.
Esto es, el hombre no forma parte del universo, sino que, lejos de ello, la humanidad forma una gran red de conexiones.
Todas las mentes están conectadas.
Están conectadas en el nivel más remoto de la consciencia: el subconsciente.
Es por ello que el hombre sueña.
Es por ello que el hombre puede alcanzar la perfección.
Es la única criatura que puede hacerlo, puesto que es la única criatura que reconoce su propio misterio.
Pero es fundamental reconocer este misterio por encima de cualquier otro.
Nada va a salvar al hombre.
La solución está en su mente.
Y es que la mente conduce a la perfección.
La perfección conduce a la mente.
Y es que el hombre es la meta del hombre.
Se puede resolver en cuestión de segundos.
En cuestión de un solo pensamiento, una sola certeza, pero el hombre no necesita certezas, puesto que las certezas y las creencias estancaron su propia evolución.
El hombre solo se completa a través del vacío.
Esto es, perdiendo el miedo a no creer en nada.
A no tener principios.
Perdiendo el miedo a la perfección.
Me explico:
La perfección es el automatismo del hombre.
Las primeras mentes debían de saberlo.
Y es que la historia ha plagado de confusión la mente humana.
Y lo ha convertido en un engranaje oxidado.
Pero el hombre perfecto es aquel que reconoce dichas fuentes de placer.
Y es que los dioses están inspirados en los hombres, y no al revés.
El hombre no es un tema de debate, sino de continua autocomplacencia.
Esto es la perfección.
El hombre está aquí desde siempre.
El tiempo conocido no es cíclico, pero el tiempo perfecto sí.
Esto es, el tiempo reincide.
El hombre vuelve y vuelve a sí mismo.
El hombre es un ciclo.
Por tanto, su mente tiene límite.
Esto es, su mente se completa con la perfección.
La perfección existe, porque el hombre existe, y no al revés.
Y es que solo se puede llegar a la perfección a través de la negación de Dios.
Sentir cada pensamiento.
La ciencia infusa.
No escritura automática.
Ciencia infusa.
La perfección es fácil de alcanzar.
Me explico:
La perfección es la ilusión del poder mental.
El legado del concepto de Dios.
Esto puede sonar a poco, pero la ilusión del poder es lo único que resolverá la duda máxima de todo ser humano:
¿Gobernar o compartir?

[lucia]

Como mujer de ciencias, desde el momento en que engranas todo a través de la ciencia infusa, el argumento pierde.

Aunque las fantasías de cada cual son personales y en algunos casos habrá negación de Dios y en otros exaltación, la mayoría se situará en un punto intermedio que será su verdad privada.

[Fiel poesía]

Que conste que con ciencia infusa me refiero a la propia manifestación ordenada del subconsciente.
Al hombre no se le puede privar de su verdad, pero dicha verdad es una fantasía.
El hombre vive por y para la ambigüedad, el secretismo y todos esos rollos.
Es más, el hombre vive de la duda.
Se alimenta de ella.
Nadie alcanzará jamás una verdad, porque el mundo desconocido es conceptual, y no tangible.

[lucia]

Vale, tu concepto de ciencia infusa no es el mismo del mío.

[Fiel poesía]

No es un concepto, es una estimación, puesto que nadie lo significa de esta forma.
Es una aplicación subjetiva a la resolución de conflictos.