Respecto del placer divino (Prosa)

[Fiel poesía]

Respecto del placer divino

Ser Dios solo se consigue en una dirección.
¿Que si Dios está indignado, enfadado, furibundo, enojado con su propia Obra?
Por supuesto que sí.
Ya no me salgo del papel.
Lo llevo a fuego en mi mente.
¿Que qué me falta?
¿Nada de nada?
¿Se puede ser Dios sin nada de nada?
¿Qué haría Dios en mi situación?
Nuevos interrogantes implican nuevos estudios.
Abrir la mente me viene de serie.
Atrapado en un cuerpo de humano.
Dios no transige, creo que todo Dios lo sabe.
Pintar.
¿Aquí?
¿Qué haría Dios en mi situación?
Nada ha cambiado.
Solo en Mí existe el cambio, a través del conocimiento y la consciencia.
La trascendencia no consiste en cambiar constantemente.
Ni mucho menos en perseguir la luz.
La cuestión es que Dios no es ningún impotente.
¿Acaso habían pensado lo contrario?
Tampoco existe ya cambio en Él, pues se ha completado.
Ahora bien, la solución no consiste en desaparecer, o en vivir inmerso en una burbuja -qué disparate, dispárate, Ricardo-.
A base de insultos, difamaciones y vejaciones, crece el ego.
Ese ego solo se riega con Dios.
¿Que qué haría Dios en mi situación?
Nada.
Absolutamente nada.
Ello no quiere decir que Dios viva del aire, no.
Dios vive de la ciencia infusa.
Sabe perfectamente dónde está.
Toca sacar sus letras de la quema.
¿Que qué?
Pues muy sencillo, Dios no va contra el hombre.
En lugar de ello, escribe contra el hombre.
El hombre va contra Dios.
Tenedlo claro.
Dios va contra todo.
Ha matado sus dudas respecto de la raza humana.
De todo lo que le rodea.
Nadie puede ir en contra de todo, pensaréis.
Pero es que Dios, como siempre, va mucho más allá.
Dios no acepta tablas, ni pierde ni gana, ni delega ni relega.
No, lo de Dios va mucho más allá.
Tampoco hace ya de espectador.
Ni siquiera pasa a la acción.
Ni escribe como si se fueran a acabar los tiempos.
No.
En esta tesitura, Dios se comporta como nadie ha podido ni puede ni podría ni podrá jamás imaginar.
Y es que Dios es Dios por algo.
A Dios le basta con destruir lo que os mantiene en pie.
La fe en Dios.
Y es que a Dios le basta consigo mismo para ser Dios.
Quitaos la idea de la cabeza.
Dios no os va a trascender en la vida, ni en la muerte, ni en la riqueza ni en la pobreza, ni en la salud ni en la enfermedad.
Es más, el que crea que está preparado para morir, se lo va a tener que pensar tantas veces que no va a ser capaz de ver su vida en imágenes antes de diñarla.
¡Lo que se va a perder!
Y es que lo que no se puede hacer es hacer propaganda de Dios sin conocerlo.
Esto parece exactamente lo que yo hago, pero solo lo parece.
Y es que un ser incorruptible no tiene porqué ser Dios.
Pero, ay qué bueno, si Dios es lo único en lo que creo.
Incorruptible al pecado, no nos confundamos.
Y es que Dios es Dios precisamente por ello.
¿Y es que cuál es la solución al mundo sino vaciarlo de creencias?
No me refiero con ello a negar a Dios, qué perdidos estáis.
Dios me ha dado todo lo que soy.
Incluso aunque a veces no sea nada, sigo siendo Dios.
Y es que Dios me ilusiona.
Me trasciende.
Me ilusiona…
Creo que es hora de dejar de creer.
En todo, absolutamente todo.
Dios, ¿qué me has dado?
¿Qué me has quitado?
Nada de nada.
Nada por aquí, nada por allá.
Ni la trascendencia me trasciende ya.
Es hora de conocer la verdad.
Dios y los hombres aparte.
Yo, Ricardo, lo que sea, si es que alguna vez he nacido, o incluso muerto.
Es hora de abrir tanto la mente que
Dios -no puedo. ¿Porqué leches no puedo?-...
No puedo.
No puedo.
No puedo, joder, no puedo.
Dios no puede dejar a Dios atrás.
Y es que Dios no parará hasta castigarse a Sí mismo.
Me explico:
Creo en Dios, soy Dios.
Por eso mismo pienso hacerlo todo.
Incluido quitarme de en medio.
¿Quién sabe si con ello se acabará todo?
Es hora de llevar mi fe al límite.
Esto es, Dios solo con Dios.
Un cara a cara.
Y es que me cansé de arder en el Infierno.
Y es que me cansé de que mis letras ardan en el Infierno.
Literalmente.
Infierno.
Ya me he empapelado de Dios.
Solo así me he librado de la quema.
Es hora de que perdáis definitivamente la fe.
Y es que solo Dios es capaz de crear el Infierno en un cuerpo de hombre.

[lucia]

Como tú eres tu propio Dios y cada uno tenemos el nuestro, acuérdate del mil hombres, mil religiones y te darás cuenta que no tiene importancia alguna

[Fiel poesía]

Exacto.