El hombre del piano (Relato)

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JATF
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El hombre del piano (Relato)

Mensaje por JATF »

Hola a todos :D . Aunque he sido siempre un gran lector, nunca me decicí a escribir... hasta ahora. Y la verdad, con el trabajo y la família cuesta muchiiiiisimo. No sé si ha vosotros os pasa, pero en una hora puedo escribir como mucho 500 palabras. Viajando por el foro, he visto que muchos de vosotros ya habéis escrito novelas e incluso publicado!!! ¡¡¡Guau!!! Una de mis ilusiones es conseguir escribir una novela... pero me parece un proyecto tan grande y de tanta dificultad que no creo conseguirlo nunca:cry: La verdad, leo mis relatos y después leo una novela y encuentro una diferencia abismal. En fin, lo que os quería pedir es si podéis echar un ojo al segundo relato que he escrito (1294 palabras), y si me podéis dar una opinión sincera. Muchísimas gracias a todos!!! :D :D :D

EL HOMBRE DEL PIANO

I

El reloj de pared indicaba que faltaban cinco minutos para la media noche.
Un silencio profundo, solo roto por el repiqueteo de los dedos del hombre sobre
la mesa, flotaba entre los dos. De pronto, los detuvo suspendidos en el aire, se
levantó y echo andar hacia las escaleras ante los ojos atónitos de su mujer.
—¿A dónde vas? —dijo sollozando—. ¡Por el amor de dios, exijo saber qué
haces ahí arriba!
El hombre paró un instante y sin siquiera girarse, le dijo:
—Ya te lo he dicho, no debes saberlo. No es conveniente para ti.
Retomó sus pasos y comenzó a subir los escalones despacio… hacia la
puerta. Cuando la tuvo delante sacó una llave del bolsillo y dio dos vueltas a la
cerradura antes de que cediese. Desapareció tras ella, y de nuevo, dos vueltas
de cerradura.
La mujer, poseída por una melancolía inexplicable, se derrumbó mientras
las notas de un piano de cola, ahogaban el sonido de su llanto.
Nunca se iba a dormir antes de que él volviese, ya que aquella música le
hacía revivir recuerdos tan trágicos, que le era imposible conciliar el sueño. En
su lugar, salía de casa y se alejaba para adentrarse en el bosque con la única
compañía de una vela. Dejándose llevar por sus pasos, tomaba cada noche el
mismo camino hasta llegar a un columpio que pendía de las gruesas ramas de
un sauce. Dejaba la vela a un lado y se balanceaba hasta que el frío le indicaba
que ya era suficiente.
No obstante, esa noche su fatiga era tal, que decidió irse a dormir en lugar
de esperar a que su marido acabase de tocar el piano. Se levantó, caminó
hasta el dormitorio, se acomodó, y en poco tiempo el sueño la poseyó.
En algún momento de la noche algo la incomodó. Se removió en la cama
aún adormecida y el horrible e incesante sonido del piano acabó desvelándola
por completo.
“Maldito seas” —se dijo—, “cómo puedes ser capaz de hacerme esto”.
Emitió un sonido de frustración antes taparse los oídos e intentar conciliar el
sueño de nuevo… aunque algo le hizo detenerse. Giró sobre su cuerpo
lentamente y miró de soslayo la puerta de la habitación.
“¿La puerta… esta abierta?”
De ninguna manera había dejado la puerta abierta. Estaba segura.
Sus sentidos se agudizaron y le aterró llegar a la siguiente conclusión: La
música del piano continuaba sonando, por lo tanto Ralph continuaba encerrado
en el desván. Sintió como un escalofrío recorría su cuerpo. “Tal vez Ralph
había bajado un momento a la habitación y se había vuelto a marchar” —pensó— “si, seguro que era eso”.
Alargo el brazo suplicando encontrar un espacio vacío a su lado, pero en
vez de ello, su mano topó con un cuerpo cálido:
—¿Ralph eres tú? —susurró con voz entrecortada.
No recibió respuesta.
—¿Ralph…? —repitió—. Por favor Ralph, dime que eres tú y dime quién
está tocando el maldito piano.
Al no obtener respuesta, encendió con manos temblorosas la luz de su
mesita de noche, se giró y vio Ralph enroscado y sumido en un sueño
profundo.
Aun así, aquellas notas seguían llenando el silencio de la casa.
“Pero entonces… ¿Quién está tocando el piano?” —se dijo, aterrorizada.
Se incorporó y salió de la habitación cuidando de no despertar a su marido.
Era mejor que intentase averiguar ella misma que estaba ocurriendo: sin duda,
él la obligaría a quedarse en la cama. Caminó sigilosa por el pasillo oscuro que
daba al comedor y una vez allí accionó un interruptor. La luz de una bombilla
iluminó el tramo de escalera, y al final… la puerta cerrada. Levantó la mirada, e
impulsada por el deseo de la verdad, venció su temor y apoyó un pie descalzo
sobre el primer escalón.
Finalmente, llegó a la puerta.
Alzó su mano derecha, giró la cabeza para mirar un instante atrás y
después de santiguarse golpeó tres veces con sus nudillos.
El sonido del piano se detuvo de golpe.
Ahogo un chillido sordo. Presa del pánico, giró sobre sus pasos y bajó los
escalones de forma atropellada hasta que algo la detuvo: unos ojos azules de
mirada severa la observaban desde abajo.
—Te dije que nunca debías subir.
—Lo siento Ralph —dijo temerosa.
El hombre emitió un gruñido de frustración y dijo:
—De acuerdo, no te muevas de donde estás. Ahora vuelvo.
—Ralph, por favor, no me dejes aquí sola… con lo que sea que haya ahí
dentro.
A pesar de sus súplicas, el hombre desapareció para volver en unos segundos
con una cuerda bajo el brazo.
—Buena chica, te has quedado quieta donde te he dicho.
—¿Para qué quieres esa cuerda Ralph? —preguntó inquieta. Pero el
hombre no contestó— ¿Por qué no nos vamos de esta casa Ralph? Después
de lo que pasó deberíamos buscar otro sitio donde vivir. ¿Me oyes Ralph?
Ralph subía los escalones mientras el sonido del piano se hacía cada vez
más audible.
—¿Por qué no me contestas Ralph? —insistió entre lágrimas. En ese
momento, sus músculos se tensaron al oír el chasquido de la puerta tras de sí.
—Tranquila amor mío, todo va a salir bien.

II

Agotado por el esfuerzo, Ralph retiró la cuerda del cuello de su mujer y el
cuerpo sin vida se deslizó escaleras abajo. Hizo una mueca de disgusto y
corrió a recogerla para depositarla con ternura en el sofá. La besó en la frente,
le susurró que volvía enseguida y al cabo de unos minutos regresó
acompañado de una mochila y una pala. Tras considerar que tenía todo lo
necesario, cargó el cadáver sobre su hombro, salió a la oscuridad de la noche y
se adentró con él en el bosque.
Avanzaba a través del camino con pasos seguros, y sin detenerse ni un
instante llegó al lugar que andaba buscando.
Dejó caer la pala al suelo, soltó la mochila y le dio una patada para hacerla
a un lado, seguidamente, posó con cuidado a su mujer sobre la tierra húmeda.
—Margaret… —le dijo acariciándole el rostro— todo esto lo hago por ti, amor
mío. Por nosotros.
Extrajo una vela de la mochila y la encendió. La luz iluminó la silueta de un
columpio que se balanceaba frente al él. Cogió la pala y se acercó a lo que
parecía un montículo de tierra, se arrodilló delante de él y guardó silencio
durante unos segundos. Acto seguido, cogió su pala y empezó a cavar con
vigor enfermizo hasta quedar exhausto.
La vela casi estaba llegando a su fin cuando echó la última palada de tierra.
Una vez hubo terminado, se dejó caer al suelo mientras recobraba el aliento.
“Ya casi he acabado” —pensó.
Agarró una cuerda y oteó en busca de una rama que ofreciera resistencia
suficiente. Trepó hasta ella, aseguró la cuerda con fuerza, y después de pasar
la cabeza a través del lazo, se dejó caer al vacío.


III

Unos pies pálidos y salpicados de barro se detuvieron en el porche de la
casa. Permanecieron inmóviles unos segundos mientras el sonido del piano se
escapaba entre las rendijas de las ventanas. Finalmente, entro y subió los
peldaños hasta llegar al final de la escalera.
Giró el picaporte y empujó la puerta hacia adentro.
Se adentró en la penumbra de la estancia y cuando llegó al pie del piano
dijo:
—Hola hijo mío.
La música se detuvo.
—Hola mamá.
La mujer acarició el cabello del niño y acto seguido, giró la cabeza mientras
dibujaba una sonrisa en su rostro.
—Ralph…
—Hola Margaret.
Se sentó en las rodillas de su marido y mirándolo con calma desde las
profundas cuencas de sus ojos, le dijo:
—Gracias Ralph.
Envueltos por aquella melodía de piano, los tres fueron felices para toda la
eternidad.
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Kiraya
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Re: Mi segundo relato: El hombre del piano

Mensaje por Kiraya »

Lo primero es que me parece que lo que en realidad quieres escribir es un guión, ¡es muy gráfico todo!

Deberías revisar los acentos. No basta con el corrector. Ejemplo:
Unos pies pálidos y salpicados de barro se detuvieron en el porche de la casa. Permanecieron inmóviles unos segundos mientras el sonido del piano se escapaba entre las rendijas de las ventanas. Finalmente, entro y subió los peldaños hasta llegar al final de la escalera.
Finalmente, entro y subo los peldaños (si voy a cambiar de persona, que creo que no es el caso, pero a mí ya me has obligado a cambiar de perspectiva al ver "entro"=
Finalmente, entró y subió los peldaños

Si tu problema era que lo veías demasiado "sencillo" a lo mejor es por la forma de redactar.
Voy a poner algunos ejemplos. Puede que cambie el matiz que querías darle inicialmente, la idea es que tengas una referencia de cómo hacer las cosas de otra manera, si coincide o no con lo que quieres transmitir, es otra cosa.
Y luego ya, el estilo tiene que ser el tuyo, no el mío.
Son sólo ejemplos.
El reloj de pared indicaba que faltaban cinco minutos para la media noche.
Aquí me hablas de un reloj y de la hora. La hora implica un reloj. Puede que quieras hacer notar la espera en sí, el hecho de que pasa el tiempo y nos acercamos a la media noche. Si es así, un tic tac es muy buena opción.

La aguja saltó otra posición, ya solo faltaban cinco minutos para la media noche.
Estoy implicando la existencia de un reloj y he ralentizado el tiempo al pararme en la aguja. ¿Es relevante el reloj? No ¿Qué es lo que me importa? La espera, el tiempo. Pues ahí lo tienes.
Luego implicas el silencio entre ellos. Perfecto. Usa el tic tac del reloj para resaltar el silencio. Un tic tac no se oye si hay ruido.
Solo se oía el tactactac de los dedos del hombre sobre la mesa. La aguja del reloj rompió la monotonía del repiqueteo con un "tic" casi palpable. Cinco minutos para la media noche. Esta vez los dedos quedaron suspendidos en el aire y el hombre se levantó.

Luego, me dices
—¿A dónde vas? —dijo sollozando—. ¡Por el amor de dios, exijo saber qué
haces ahí arriba!
El hombre paró un instante y sin siquiera girarse, le dijo:
—Ya te lo he dicho, no debes saberlo. No es conveniente para ti.
Me sobran acotaciones. Si no hay nadie más, lo esperado es que cuando uno hable, el otro responda. Si va a hablar el mismo varias veces, entonces es cuando me lo tienes que decir.
Por otro lado, no me gusta que se alarguen las acotaciones de diálogo. Hay mucha gente que las construye larguitas, yo prefiero que sean lo más cortas posible, incluso omitirlas, pero es mi gusto personal. Siendo así, los estados de ánimo se trabajan en el diálogo en sí o en cortos párrafos entremedias. Cuanto más pueda decir el diálogo por sí mismo, mejor.

Paso 1. Diálogo
—¿A dónde vas? ¡Por el amor de dios, exijo saber qué haces ahí arriba!
—Ya te lo he dicho, no debes saberlo. No es conveniente para ti.

Paso 2. Matices
—¿A dónde vas? —dijo—.
Él no respondió.
—¡Por el amor de dios, exijo saber qué haces ahí arriba!
Él se paró, pero no se volvió.
—Ya te lo he dicho, no debes saberlo. No es conveniente para ti.


¿Ves que le di a la mujer esa pausa de desesperación sin decir que sollozaba o lo que sea? Podemos hacer que solloce si quieres que haya lágrimas.

Resultado posible:
Solo se oía el tactactac de los dedos del hombre sobre la mesa. La aguja del reloj rompió la monotonía del repiqueteo con un "tic" casi palpable. Cinco minutos para la media noche. Esta vez los dedos quedaron suspendidos en el aire y el hombre se levantó y se dirigió a las escaleras. Su mujer lo miraba con ojos acuosos.
—¿A dónde vas?
Él no respondió.
—¡Por el amor de dios, exijo saber qué haces ahí arriba!
Él se paró, pero no se volvió.
—Ya te lo he dicho, no debes saberlo. No es conveniente para ti.
Hemos seguido unos pasos básicos que puedes aplicar a muchos casos. Yo no sé exactamente lo que quieres transmitir, eso solo lo sabes tú.
Valora lo que es relevante y lo que no y construye, pero a tu manera, no a la mía.

Y ahora a ver qué más te comentan. Irán saliendo cosillas.
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Re: El hombre del piano (Relato)

Mensaje por lucia »

Pues que en lo de la introducción no te haga ni caso. Que como está ahora centra la atención en la hora, aunque sí que hubiese quedado bien que las campanadas de medianoche fueran las que rompiesen el silencio.

El problema que yo le veo es la irregularidad del ritmo. El capítulo I nos crea una atmósfera de terror en la cual todo pasa rápidamente. En el dos se resuelve sin que apenas pase nada y el III es contraclimático con ese final feliz.
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Kiraya
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Re: El hombre del piano (Relato)

Mensaje por Kiraya »

La ruptura abrupta con las campanadas es un enfoque interesante. Te puedes llevar un susto ya de comienzo.
Entonces en vez de usar la aguja del reloj, usas el péndulo. O te olvidas del reloj y usas las campanadas literales.

Ding-dong-dang-dung ding-dong-dang-dung. Cuartos. Casi media noche y él golpeteando la mesa con un rítmico desfile de dedos tamborileros...
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Re: El hombre del piano (Relato)

Mensaje por Kiraya »

Que me dejé el "dong, dong" del final del cuarto. ¿Era el cuarto el que tenía dos toques al final? Ya no me acuerdo de las campanas :|
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Re: El hombre del piano (Relato)

Mensaje por lucia »

:lol: :lol:
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Re: El hombre del piano (Relato)

Mensaje por JATF »

Hola Kiraya y Lucía, muchas gracias por los comentarios :D . Kiraya lo que me dices de los diálogos me ha parecido muy interesante, creo que tienes razón en que sobran acotaciones (de hecho me he comprado un libro de diálogos porque me parece que hay mucho donde aprender). Y Lucía, lo que comentas de que se resuelve rápido en el capítulo 2, también es cierto que es corto en comparación con el primero. Lo revisaré en el próximo escrito. En cuanto al final, se que es un final feliz, pero me gustaba así, de hecho hay muchas películas de miedo que los finales son felices. Bueno, eso ya son gustos :D Creo que lo más importante en un escrito es, una buena redacción (entendible y clara para el lector), y conseguir engancharlo con el argumento y la estructura. Lo dicho,muchas gracias y a poner en práctica los consejos en el próximo.

Tengo otro relato que lo colgaré en uno de esos hilos de lectores 0

Saludos :hola: !!!
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