Lo leí el fin de semana, que lo tenía puesto de mala manera en la estantería y se me iba a desgraciar
La autora nos cuenta de nuevo historias cotidianas, y femeninas, entrelazando varias vidas con el nexo común de Juliette. Y vuelve a acertar con el tono intimista, cercano, como de que te está contando algo que te resulta conocido y con lo que empatizas facilmente.
Se nota que se encariña con los personajes, te los muestra con sus miserias, sus contradicciones, sus dudas, sus ilusiones... y vas viendo en cada detalle algo que te permite seguir siendo casi un
voyeur que está deseando encontrarse a Juliette y su familia para intentar echarles una mano y que acaben entendiendose.
Buscan la felicidad, como todos, en medio de una soledad más interior que real, intentando salir de sí mismos para comunicarse con sus seres queridos sin discutir o echar en cara reproches antiguos. Y están muy bien perfilados los caracteres: la hermana, con sus complejos y esa manera tan rara de querer darle "emoción" a sus rutinas; el padre, hermético, arisco y falto de un cariño que no ha sabido dar ni recibir; la madre, recomponiendo su vida a base de locuras y haciéndose la tonta-chiflada cuando solo busca alguien que la quiera y no la asfixie; el cuñado de Juliette,
¡haciendo flanes! , ocupándose a ratos de sus hijos pero sin hablar apenas con su mujer; |
y la propia Juliette, hipocondríaca, insegura y perdida en medio de una familia que la ha sobreprotegido a costa de que no participe de la parte dolorosa su pasado que le permitiría entenderlos y entenderse, madurando de una vez y dejando de ser la "pobre Juliette".
Y, como añadido colateral, Georges, solterón de mediana edad que encontrará en Juliette la excusa para reflotarse e ilusionarse de nuevo por la vida que empezaba a pasar de largo ante él.
Los dibujos a página completa, sobre todo los de árboles, jardines o naturaleza a lo bruto, me encantan
He vuelto a disfrutar de la historia, del dibujo y de cada detalle que con tanto mimo nos presenta Jourdy