Ya estoy de vuelta,
@Arden. Te cuento un poco.
Prizren, en Kosovo, me gustó mucho, fue el primer contacto de verdad con el viaje. Me pareció muy auténtico y acogedor (y el único en el que se escuchaba alta y clara la adhan incluso de madrugada).
Krujë vale para un paseo por el bazar, pero parece puesto ahí por y para el turista, no me pareció nada especial.
En Tirana me sorprendió mucho la arquitectura de algunos edificios. Muy recomendable el búnker reconvertido en museo Bunk'Art. Hay dos, el 1 en las afueras y el 2 en el centro, yo fui al 1 porque según entendí debe de ser más grande y más explicativo, me encantó (y sobrecogió) la visita.
Berat fue uno de mis sitios favoritos, con sus iglesias rupestres (perdidas por la zona alta de la fortaleza), su mirador, sus callejuelas desiertas tan estrechas y el atardecer sobre la ciudad.
Gjirokaster también imprescindible. Recomiendo mucho leer antes
Crónica de la ciudad de piedra de Ismaíl Kadaré, hace que sientas la ciudad como algo vivo. Las dos primeras páginas del libro debería leerlas todo viajero sentado frente a la casa de Kadaré, antes de seguir subiendo por la ciudad, si lo haces no podrás dejar de ver animales prehistóricos cubiertos de escamas o de tocar la punta de los minaretes mientras asciendes.
La muñeca, del mismo autor, redondea un poco más la visión de la ciudad y de sus gentes.
La Riviera albanesa la vi poco, pero no tengo sensación de haberme perdido nada. Evité las playas más turísticas y estuve en la de Lukovë. Agua turquesa pero no especialmente limpia, hamacas y sombrillas asequibles en comparación a las barbaridades que están pidiendo en Ksamil o Sarande, chiringuito con servicios básicos, pero vamos, nada parecido a las playas de casi cualquier rincón de España o de muchos otros sitios. Sigue sin parecerme que Albania sea, hoy por hoy, un buen destino de playa.
Y ya en Macedonia del Norte, Ohrid me encantó, la pasarela de madera rodeando el lago, la iglesia de San Clemente al atardecer, el embarcadero y el pequeño puerto, el ambientillo de sus calles más turísticas y la autenticidad de las del antiguo bazar, amenizadas por una boda en el jardín de una casa, una gozada verles cantar y tocar música sin descanso, como si pretendiesen explotar de felicidad.
Skopje me gustó pero sin aspavientos, curiosa la cantidad y sobre todo la dimensión de las estatuas por toda la ciudad. Interesante el puente del arte (había leído que sí, pero no sonaba música cuando yo estuve), un par de baños turcos que ahora acogen la National gallery of Macedonia (si hay que elegir, me gustó más el de Daut Pasha Hamam), la iglesia, enorme también, de San Clemente de Ohrid con su pantocrátor cabreado, la mezquita Mustafa Pasha, más concurrida que otras, en fin, un paseo agradable. El museo arqueológico tenía buena pinta, pero ya no tuve tiempo.
Otras cosas que se me ocurran... Las carreteras son en general buenas, hay algunos peajes muy muy baratos que siempre compensa coger. No conducen maravillosamente pero tampoco es la costa amalfitana
. Hablan suficiente inglés para entenderte en casi cualquier sitio (en algunas tiendas o fruterías por gestos o escribiendo importes jeje). Si no tienes su moneda, habitualmente puedes pagar o bien con tarjeta o bien en euros, aunque si es posible cambiar a dinares o lekë siempre es preferible. La gasolina en Albania a 2€/l, en Macedonia del Norte y Kosovo algo más barata, sobre 1,40€/l. Ningún problema en las fronteras aparte de algo de cola, íbamos con pasaportes así que ni idea de si DNI les basta o ponen problemas.
Ah, tema internet. Aunque había wifi en todos los alojamientos, compramos una tarjeta de teléfono en Macedonia del Norte que tiene roaming con el resto de los Balcanes. La idea era comprarla en la compañía A1 pero no les quedaban, así que la cogimos en T-mobile, unos 20€ por 3GB de roaming y 20GB en el país (la de A1 era parecido pero más barata).
Para cualquier duda, andaré por aquí
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, con mucha historia aún palpitante en las calles, mezcla de culturas, idiomas y hasta monedas. Me encantan los Balcanes, estaba deseando volver.
