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Re: Párrafos sensuales

Publicado: 08 Oct 2013 11:28
por Gretogarbo
Ella bajó sus párpados. Las pequitas plateadas del maquillaje azul destellaron, y al sonreír, en los pliegues de su jeta de bulldog babearon sus colmillos tenaces. El cuerpo de la enana ya no se asorochaba como al comienzo del verano: su piel lisa, sus pechos pequeños, toda ella entera tenía un color castaño bruñido del que se encargaron los ungüentos de Guerlain que, después de la escena del estanque, comenzó a aplicarse. Caminaron un poco más, muy lento, casi tocándose. Allá había un rincón. Allá la encerraría en sus brazos, a esa enana horripilante, la poseería porque la deseaba, sí, para qué engañarse, iba a hacer el amor con ella en un minuto más, en cuanto alcanzaran la sombra, porque su miembro se había erguido repentino al rozarla y los ojos gachos de Emperatriz no podían haber dejado de notarlo, deseaba a ese monstruo, a ese renacuajo con cabezota de perro que muerde y no suelta y arranca el trozo, agarrarla en sus brazos, penetrarla con su sexo, matarla de placer al ensartarla gritando con su sexo inmenso... Sintió su pantalón mojado. Su miembro decayó. Apoyando sus codos en la mesa a ambos lados de la Olivetti, ocultó su cara en las palmas de sus manos.
El obsceno pájaro de la noche. José Donoso.

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Re: Párrafos sensuales

Publicado: 02 Ene 2014 13:32
por Ada
“Como no sabemos que la tradición ordena que la primera vez todo sea urgencia, atropello, violencia, nuestro prolegómeno es largo y delicioso. Es magnífico aprender con quien no sabe. Como Rosario ignora que la primera vez debe resistirse, mostrarse temerosa y avergonzada, lo hace todo con una alegría que la ilumina, toma cariñosamente mi sexo y nunca volveré a disfrutar tanto con una caricia tan antigua y tan nueva. Todo está a nuestra disposición. No tenemos idea de qué es vicio y qué está autorizado por la moral falluta, estamos Más Acá del “Bien y del Mal. Todo es simplemente lindo, lindísimo. Lo bueno es que yo no sé nada de qué piensa ella, de cómo es Rosario intelectual, Rosario sociológica, Rosario política, Rosario económica, Rosario filosófica, o tal vez a los diecisiete años no se sea nada de eso. Ella tampoco me ha preguntado. Esas cosas tan importantes para eso que se llama verdadera comunión de almas y cuerpos. Sencillamente, éramos su cuerpo y mi cuerpo, y la alegría de ambos. Sin embargo, ninguno de mis posteriores actos de amor será tan perfecto como éste en que no cumplimos con las normas de la perfecta comunión .Quizá si lo hubiéramos repetido durante años, habríamos llegado inevitablemente a alguna forma del tedio, pero Rosario y yo sólo lo hicimos tres veces en un mismo crepúsculo de enero, y la mejor de las tres fue increíblemente la primera. Ideal”

Pasaje de: Benedetti, Mario. “Gracias Por El Fuego"

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 13 May 2014 23:08
por Jeckyll
Felurian giró ligeramente la cabeza, como si aguzara el oído. Al hacerlo, su melena suelta me recorrió lentamente todo el costado izquierdo del cuerpo, y se me puso la carne de gallina. Pese a estar atenazado por un terror indescriptible, me estremecí y solté un débil e involuntario gemido. Sentí un estremecimiento en el aire, justo sobre nosotros. Felurian me clavó las afiladas uñas de la mano izquierda en el músculo del hombro. Movió las caderas y, poco a poco, deslizó su cuerpo desnudo por el mío hasta que nuestras caras quedaron a la misma altura. Acercó la lengua a mis labios, y sin pensar siquiera, eché la cabeza hacia atrás, buscando el beso.
Su boca encontró la mía; Felurian aspiró lenta y largamente, extrayéndome el aire. Noté un ligero mareo. Entonces, todavía apretando sus labios contra los míos, Felurian expelió el aire en mi boca llenándome los pulmones. Su aliento era más suave que silencioso.Sabía a madreselva. La tierra tembló debajo de mí y todo se quedó quieto. Durante un instante que se hizo eterno, mi corazón dejó de latir. Una sutil tensión desapareció del aire, sobre nosotros. Felurian separó su boca de la mía, y de repente mi corazón volvió a latir con fuerza. Un segundo latido. Un tercero. Inspiré hondo, entrecortadamente.Entonces Felurian se relajó. Se quedó tumbada encima de mí, laxa y flexible; su cuerpo se derramaba sobre el mío como el agua. Acomodó la cabeza en la curva de mi cuello y dio un dulce suspiro de satisfacción.

El temor de un hombre sabio, Patrick Rothfuss

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 15 Jun 2018 12:05
por Gretogarbo
Y decía todo esto mirándome como si yo fuese un escarabajo o algo todavía inferior, como si yo no estuviese sufriendo cada vez que, a causa de su distracción, se le salía un pecho de la bata. Ponía entonces carita de inocente, daba un gritito y se lo metía con la mano mientras chillaba: "¡No mire, no mire!" Salvo una vez que, habiéndosele salido el izquierdo, sacó también el derecho - cosa de un instante, nada más -, y, sin mirarme, dijo como para sí: "Después de todo, el pobre también tiene derecho a saber cómo son unas tetas".
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

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Re: Párrafos sensuales

Publicado: 20 Jun 2018 11:38
por Gretogarbo
Don Torcuato perdió así a su diaconisa, blanca a la vista, olorosa a heno, deliciosa de escuchar cuando cantaba, agridulce a los labios y suave a la mano estremecida que la exploraba, según comunicó a sus amigos, compungido, desolado por la pérdida.
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 29 Jun 2018 11:41
por Gretogarbo
Nuestra primera obligación, después del rescate de la Cibidá de manos ignorantes, y de la defensa del beneficio de las mozas locales - sostenía, en privado, don Torcuato -, consiste ni más ni memos que en liberar a nuestros conciudadanos de sus ancestrales hábitos eróticos. ¿ Qué puede esperarse de un pueblo que no conoce otra postura que la normal, y además a oscuras y con el camisón puesto ? La sagrada idea de la libertad tiene que comenzar por la liberación de la carne; el ejercicio de la imaginación, sin el que la ciencia no puede desarrollarse cumplidamente, ha de disciplinarse en la invención de refinamientos carnales. La decadencia histórica de los godos no obedece a otra cosa que a la monotonía y pobreza de sus costumbres amatorias y a la extraña moral a que dieron origen. El godo que se estime se porta de manera que su esposa desconozca el placer; pero si ella, razonablemente, va a buscarlo a otra parte, arma el marido la de San Quintín. ¿ Y quién de ellos se atreve a pensar que su padre haya podido gozar de los legítimos placeres conyugales sin considerarse inmediatamente hijo de puta ? Allá ellos. Porque nosotros, mientras no podamos hacerlo de otra manera más efectiva, manifestaremos nuestra independencia fornicando en la postura que nos dé la gana.
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 04 Jul 2018 10:27
por Gretogarbo
Don Torcuato del Río fue, en sus tiempos, el escopetero máximo, ansia secreta de todas las mujeres que aún no había llevado a las tapias del cementerio. Porque don Torcuato prefería la posición erecta a la yacente. Se conserva la respuesta alucinada de cierta furcia local, La Odisea, una vez en que, ya vieja y retirada, la interrogaron acerca de las cualidades de don Torcuato, que, después de su muerte, habían alcanzado fama heroica: «¿Torcuatín? ¡Gran hombre de cama! O, mejor, de tapia, porque lo que a él le gustaba era llevarnos a las del cementerio. Allí tenía piedras altas y bajas para encaramarse en ellas, según el tamaño de la hembra, ¡como era tan pequeñín, el pobriño! ¡Pero había que verlo funcionar, con la chistera puesta y el paraguas abierto sin que ninguno de los dos se le cayera!»
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 11 Jul 2018 11:31
por Gretogarbo
Don Acisclo se hacía lenguas de la perfección moral de aquella pareja, y proclamaba en todas partes su ejemplaridad, aunque el secreto de confesión le impidiera explicar las razones, que no eran otras que estas: si bien es cierto que utilizaban el método Ogino, lo hacían debidamente autorizados y a causa de que ambos cónyuges tenían el RH negativo. Por lo demás, reducían el uso del matrimonio al mínimo indispensable, él en pijama siempre, y ella sin quitarse el camisón, y no sólo no rebasaban los límites de lo lícito, sino que jamás los habían alcanzado. La cuenta echada muy por encima hacía pensar a don Acisclo en un derroche seminal que no excedía el par de centímetros cúbicos al mes: cantidad realmente modesta si se la compara con las cifras astronómicas que ciertos cálculos le habían suministrado: un millón de centímetros cúbicos en París, dos en Londres, tres en Nueva York, y no por mes, ¡por noche! La corriente del Sena, la del Támesis y la del Hudson reunidas.
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 12 Jul 2018 13:15
por Gretogarbo
Particularmente los domingos aparecía ojerosa y descolorida, comenzaba afirmando que aquella noche no había pegado ojo, y después preguntaba a Bastida si sería un gato lo que tenía en las entrañas, que se las roía de aquella manera; pero después lo pensaba mejor y concluía que no podía ser un gato, porque los gatos arañan y lo que la atormentaba a ella era suave y ardiente.
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 19 Jul 2018 11:45
por Gretogarbo
"¿Se ha dado cuenta, Baliño, de que el pezón derecho mira hacia fuera, como si quisiera escabullirse?" Y Coralina, en ese mismo momento, como si despertara de un ensueño feliz, se echó a reír con risa que parecía catarata de cristales escogidos, y respondió: "¡Eso mismo me dijo el Emperador de Austria cuando me vio desnuda!", momento en que mi corazón recibió infinitas puñaladas imperiales que lo dejaron más herido que nunca.
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 19 Jul 2018 12:00
por Gretogarbo
Mías o ajenas, son cinco historias de amor que pueden parecer la misma al observador limitado por sus prejuicios, a esos cuyos principios les impiden comprender que cada vez que las miradas de un hombre y de una mujer se encuentran, cada vez que se inician los trámites sabidos que acaban en la cama, por debajo de las semejanzas, de las coincidencias y de las identidades, lo que acontece es una historia de amor irrepetible y única. En el acto del amor, mi esposa era silenciosa, y sólo mirando sus ojos se podía adivinar lo que sentía, que era algo más hondo que el placer. Clotilde se espatarraba y emitía al principio largos sollozos, al final entrecortados y sonoros, como un chotis tocado por un fagot. Coralina era activa, juguetona, chillona: pellizcaba, mordía, jugaba a darse y evadirse. De Heloísa, por confidencia de Abelardo, sé que amaba con citas de los Santos Padres y de los Filósofos antiguos. Y aunque carezco de datos referentes a doña Lilaila Armesto, viuda de Barallobre, y a doña Lilalila Barallobre, que amó una noche al Lieutenant de la Rochefoucauld, supongo fundamentadamente que cada una de ellas tendría sus particularidades.
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 19 Jul 2018 12:14
por Gretogarbo
La bata estaba ya en el suelo; el camisón quedó pronto encima de la cama. Como ella fuera a taparse, la detuve: "Permíteme que, antes, me embriague..." Y empecé a besarla con furia que ella calmó, porque sus manos y sus consejos acabaron imponiéndome sosiego y un cierto orden, un cierto sistema, como quien dice un cierto itinerario que acabó en la serie de lunares. "Otros terminan, rico mío, por donde tú estás empezando. y más de siete se levantaron la tapa de los sesos por no haber alcanzado esos lunares."
La saga/fuga de J.B. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 30 Jul 2018 11:15
por Gretogarbo
Nunca te dije que tu cuerpo, visto desnudo algunas veces más, todas las que te bañaste en el lago, no es cuerpo de madre, ni siquiera de esposa: yo lo destinaría a otra clase de amor hecho de tempestad y tormenta. Mirándolo por la cortina entreabierta, lo alumbraba un poquito el sol poniente, era terrible y escueto como un relámpago; comprendí entonces por qué le gusta a Claire, y alguna vez te diré las razones, aunque no entiendo todavía por qué me gusta a mí, y temo que no podré jamás explicarlo satisfactoriamente, ni siquiera en las páginas de este cuaderno, donde puedo escribirlo todo, donde desearía hacerlo.
La Isla de los Jacintos Cortados. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 31 Jul 2018 20:36
por Gretogarbo
... a los pocos momentos de marchar Ruth, entró sin llamar la profesora Ansúrez, esa uruguaya especialista en Delmira Agustini, con el pitillo en la boca y unos pantalones nuevos, más apretados que aquellos violeta de que tanto nos hemos reído: como que se marcaba sin perder detalle la orografía de su parte media, así delantera como trasera, oronda en las colinas, profunda en valles que se suponen umbrosos y poblados de pájaros cantores.
La Isla de los Jacintos Cortados. Gonzalo Torrente Ballester.

Re: Párrafos sensuales

Publicado: 06 Sep 2018 13:07
por Gretogarbo
Y ahora sí le di un beso. Le rodeé la cintura, la apreté contra mí. Beso de lengua, de trampa, de perfecta intimidad como si la enorme cúpula del cielo se acercara hasta ser un cono de silencio. Las ganas y el calor. Mi mano despacio por sus caderas, por su panza chata, la piel bronceada y el borde de la tanga de su bikini, mi mano ya en territorio comanche, un poco más allá, estaba depilada, y de pronto con la yema del dedo toqué algo no humano. Metálico. Un mínimo punto extraterrestre. Un arito. La miré a los ojos y le divirtió mi sorpresa. Guerra tenía un piercing en el clítoris. Entonces mi dedo se perdió en su concha mojada y caliente, su divina concha mojada para mí, su agua sexual que se quedó conmigo en una memoria física que, a pesar de todo lo que pasó, puedo encontrar cuando quiero y me sigue provocando inmediatamente una revolución solar en toda la extensión de mi sangre.
Guerra jadeaba y me mordía apenas la boca mientras la tocaba y me dijo:
- Hijo de puta. Quiero que me cojas.
La uruguaya. Pedro Mairal.