Diálogos

[madison]

Hay libros en los que el autor pone en boca de sus personajes unos diálogos increibles.
Hay libros que cuando lees esos diálogos no me dejan indiferente
Hay libros que con sus diálogos me identifico, tanto si son alegres como tristes, crispados o tranquilos y de todos modos, aunque no me sienta identificada dejan tan buen sabor de boca que me invitanta a relerlos una y mil veces más.
Hay diálogos tan magnificos en su descripción que con solo levantar la vista y cerrar los ojos durante unos instantes veo los rostros, miradas, movimientos, paisajes...todo, pudo ver absolutamente todo.
Y en definitiva ese es el motivo por el que abro este hilo, voy a ir colocando diálogos que me han gustado. Si os apetece y lo creeis interesante animaos. ¿si?
Venga empiezo yo.

[madison]

-¿Es emocionante?
-¿Emocionante? Interesante
-¿De qué se trata?
-De álguien que quiere algo diferente...no sé cómo explicarlo...de una mujer que cree que está bien y a gusto, pero que, sin embargo, añora otra cosa. Y no sabe muy bien por qué, pero lo cierto es que lo sabe. Bueno, los problemas que suele tener la gente.
-¿La gente?
-¿Si?
-Yo no
-Tú no-
-¿Yo no soy gente?
-¿Qué quieres decir con eso?

Desde Ahora te acompañaré a casa-Kjell Askilden

[madison]

—¿Qué crees que significa ser un mujeriego? —replicó (era una de sus palabras favoritas en inglés, le gustaba hacerla girar en la lengua, wo-man-i-zer. Un mujeriego es un hombre que te desmonta y vuelve a montarte convertida en mujer. Es como un atomizador (a-tom-i-zer), que te descompone en átomos. Solo los hombres detestan a los mujeriegos, por celos. Las mujeres aprecian a un mujeriego. Una mujer y un mujeriego se compenetran de un modo natural.

— Como un pez y un anzuelo —le dije.

— Sí, como un pez y un anzuelo —contestó—. Dios nos ha hecho el uno para el otro.
Diario de un mal año-Coetzee

[madison]

-¿Qué es una sensación?
-Es la materia prima de la sensación, que me proporciona mi no-yo.
-¿Y se puede prestar atención al no-yo?
-Por supuesto.
Will se dirigió a la pequeña enfermera
-¿Usted también puede?
-A mi yo-respondió ella- y al mismo tiempo mi no-yo. Y al no-yo de Ranga y al yo de Ranga, y al cuerpo de Ranga y a mi cuerpo, y a todo lo que éste siente. Y a todo el amor y la amistad.
Y al misterio de la otra persona...al perfecto desconocido, que es la otra mitad del propio yo y que es lo mismo que el propio no-yo
La Isla-Huxley

he leido detenidamente este párrafo y mi conclusión es...cuanta razón tiene mi hermana!!!

[kampanilla]

Abres hilos preciosos Madison

Bien que cuesta entender a tu hermana Madison

A ver si encuentro un buen dialogo

[madison]

Gracias por tus palabras Kampanilla

El caso de mi hermana es...que cuando le comento que estoy muy espesa y tal, me dice: Y cómo vas a estar con esos libros que lees, tú en tu línea, no des un respiro no

me pega bronca

[kampanilla]

Jajajaja
Pues no eres la unica,

mi padre siempre me dice que leyendo tanto solo conseguire ser una rata de biblioteca

[madison]

-Lloraste porque te ibas la otra noche tal como dijiste?
-Confieso que estaba tan cansada después de nuestra aventura que me fuí directamente a la cama.
-Guarda tus lágrimas para una casua mejor. Todavía tienes por delante uno de los mejores placeres de la vida.
me gustaría contarte mil cosas sobre Roma. ¡Y me gustaría tanto ir contigo para poder enseñartela personalmente!
Tienes que prometerme que un día me dejarás que te lleve a un pequeño hotel situado en Via Felice, en el monte Pinicio, una casa con una terraza en el cuarto piso. Hay una tienda de objetos de cerámica en el sótano. Se puede acceder la terraza por la escalera principal. Yo ocupé una de las habitaciones que daban a esa terraza, y que constituía mi pequeña propiedad. Recuerdo que solía coincidir con una pobre escultora americana que vivía justo debajo. Llegó a hacerme un busto; el de Apolo Belvedere no era nada comparado con aquel. Me pregunto qué habrá sido de ella. Tienes que ver esas vistas, las vistas que veía cada mañana cuando me levantaba, donde leía, estudiaba y vivía. Solía alternar las visitas a lugares de interés con ataques de estudio apasionado. De haber pasado allí otro invierno, estoy seguro de que hubiera aprendido muchísimo.
El auténtico amante de Roma escila en una especie de dolor delicioso entre la ciudad como tal y la ciudad de la literatura. Esas dos ciudades permanecen en tu mente eternamente, haciendo referencia la una a la otra y discutiendo por y para ti. Nora, si tuviéramos ojos para las cosas metafísicas, seríamos capaz de ver desde esa pequeña terraza una gran cantidad de extrañas ambiciones y fantasías esparcidas por la ciudad. ¡Era bello observar, allí sentado, cómo la campagna hacía suyo el relato y respondía a mi página escrita! ¡Si sé algo de la historia (un hombre como yo se supone que debería conocerla), lo aprendí en aquella atmósfera grandilocuente!. Me ustaría saber quién está sentado hoy en aquella misma escuela.
Quizá tú podrías contarme algo.
-Recogeré las migajas de tus banquetes y haré una comida con ellas-dijo Nora-Te diré a qué saben.
-Díos quiera. Y una cosa más. No dejes que Mrs Keith te convierta en una católica
Guarda y Tutela- Henry James

[MªJose]

Me estoy aficionando a seguir tus hilos, Madison.

[madison]

Genial!!!!

[verosmosis]

Acá mi aporte al hilo.

-¡Eh!
-Eh, tú -contestó Jem, amablemente.
-Soy Charles Baker Harry -dijo el otro-. Sé leer.
-¿Y qué? -dije yo.
-He pensado nada más que os gustaría saber que sé leer.Si tenéis algo que sea preciso leer, yo puedo encargarme...
-¿Cuántos años tienes? -preguntó Jem-. ¿Cuatro y medio?
-Voy por los siete.
-Entonces, no te ufanes -replicó Jem, señalándome con el pulgar-. Ahí, Scout, lee desde que nació, y ni siquiera ha empezado a ir a la escuela. Estáis muy canijo para andar hacia los siete años.
-Soy pequeño, pero soy mayor -dijo el forastero.
Jem se echó el cabello atrás para mirarle mejor.
-¿Por qué no pasás a este lado, Charles baker Harry? -dijo-. ¡Señor, qué nombre!
-No es más curioso que el tuyo. Tía Rachel dice que llamas Jeremy Atticus Finch.
Jeremy puso mal talante.
-Yo soy bastante alto para estar a tono con mi nombre -replicó-: El tuyo es más largo que tú. Apuesto a que tiene un pié más que tú.
-La gente me llama Dill -dijo Dill, haciendo esfuerzos por pasar por debajo de la valla.
-Te irá mejor si pasas por encima, y no por debajo -le dije-. ¿De dónde has venido?

Este diálogo lo leí varias veces ya, y me encanta.
MªJose tiene razón, Madison: tus hilos me gustan mucho. A este en particular creo que voy a hacerle varios aportes.

[Fiorella]

Creo que yo también pondré un diálogo-monólogo de Augusto con Orfeo. (Niebla de Unamuno)
A mí me encantan los hilos de Madi desde el principio de los días.

[madison]

MªJose tiene razón, Madison: tus hilos me gustan mucho. A este en particular creo que voy a hacerle varios aportes.

Qué bien leer esto

A mí me encantan los hilos de Madi desde el principio de los días.
Creo que yo también pondré un diálogo-monólogo de Augusto con Orfeo. (Niebla de Unamuno)
A mí me encantan los hilos de Madi desde el principio de los días.

Y esto

Así da gusto abrir hilos

[MªJose]

A mí me encantan los hilos de Madi desde el principio de los días.

Fiorella, es que mis días son más recientes (veáse mi antigüedad). Pero estoy disfrutando como una enana. Si mi jefe me viera...

[madison]

-Lo mismo puede afirmarse de nosostros-dijo la mujer, intentando de nuevo desembarazarse de mi.
-¿En qué sentido?-pregunté, pués había aprendidoel arte de refrenar el tiempo.
-Cuando nos formamos una opinión, no nos apeamos de ella hasta morirnos-respondió.
-Nosotros mantenemos la nuestra incluso más allá-dije yo
-Qué va-dijo la mujer, ya cansada.
-Pués claro que sí-repuse yo, que aún no tenía suficiente.
-¿Cómo lo haceis?-preguntó la mujer, ya más que harta.
-Volviendo a la vida como fantasmas si es necesario, para poder mantener la misma opinión-dije.
-Entonces teneis opiniones fantasmales-dijo ella.
No pude evitar reírme, y pregunté:
-¿ Y si lo dejamos aquí?-llevaba ya hora y media, pero no me atrevía a parar.
-Venga- Dijo ella con indiferencia.

Las Maestras Paralíticas
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