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Y no creo esa historia de que la gente empieza a leer best-seller y luego acaba siendo un lector de literatura seria; algunos puede que lo consigan, pero los hay que nunca van a pasar de esas lecturas sencillas, porque precisamente su cerebro se vicia con esa facilidad narrativa, y al encontrar cualquier indicio de dificultad en un libro, lo van a dejar y van a decir que es un rollo.
Bueno, pero no sé si es mejor que lean best-sellers toda su vida o que no lean absolutamente nada. Porque estaríamos en las mismas. ¿Todo el mundo tiene que haberse leído el Ulysses de Joyce o En busca del tiempo perdido de Proust para poder ser considerado un lector serio? Pues para mi han sido infumables o no me considero una analfabeta.
Considerar a un lector serio o no por leerse tal o cual libro me parece una patochada. Hay muchos libros que parece que deban ser leídos por considerarse grandes clásicos de la literatura y a mí la mayoría no me atraen y ni me dicen nada de especial, igual en otro momento los leeré, pero como han dicho cada uno elige su lectura como crea conveniente y según en el momento en que se encuentre.
Todo lector es omnívoro, es decir, lee cuanto cae en sus manos sesudo o no sesudo y los best sellers no son libros a despreciar por populares, sirven para evadirnos de la amarga realidad, lo que ya de por sí es meritorio y merece nuestro agradecimiento.
Yo puedo pasar de un cuento infantil a una novela piolicíaca o a una historia de Kafka o a una novela romántica, y todo sirve para el lector.
Recomiendo la libre y abierta lectura sin prejuicios ya que caer en el esnobismo intelectual perjudica.
Totalmente de acuerdo con estrella. No estoy a favor del esnobismo de ninguna clase. Yo igual leo crimen y castigo que harry potter y no me considero ni más respetable cuando leo uno ni más inculta cuando leo otro. Cada momento tiene su libro y para mí no es peor un libro entretenido que se venda mucho que otro que pretenda ir de serio y luego sea un truño (no hay cosa peor que ir de importante por la vida, y no todos los que pretenden ser profundos son de calidad). Y que conste que a mi me encanta leer clásicos, pero que en su momento me leí el código da vinci y no me da vergüenza admitir que me enganchó y me gustó, y los pilares de la tierra no digamos...
¿Todo el mundo tiene que haberse leído el Ulysses de Joyce o En busca del tiempo perdido de Proust para poder ser considerado un lector serio?
Eh! que yo hablaba de literatura seria, que no es lo mismo que lector serio. Hay muchos lectores que leen sesudamente libros infumables, e incluso perniciosos, que se creen al dedillo trolas fantásticas como las del caballo de troya, de J. J. Benítez y que no saben diferenciar la invención literaria descabellada de la realidad, porque se toman los libros literalmente. Huy, me ha vuelto a salir El Quijote.
Y por cierto, creo firmemente que sí existe la literatura seria, que es Joyce y Proust y muchos más cuya característica es la perdurabilidad en el tiempo, además del goce y el conocimiento que proporciona su lectura. Aprender la forma de amar estos libros a veces cuesta mucho, otras es innata, pero merece la pena intentarlo.
Si no consigues leer Proust es porque no será tu momento con él, pero de la misma forma que no me parece bien descartar lecturas de best-seller por esnobismo, no hay que descartar a los clásicos por antiesnobismo. Y por supuesto no sentirse bobo por no poder con ellos: todos tenemos nuestras particulares bestias negras. En mi caso, el último ha sido El arcoiris de la gravedad de Thomas Pynchon. Lo abandoné a las veinte páginas, pero no descarto intentarlo en otro momento.
Y fijaos, por lo que llevamos dicho en este hilo, los lectores enganchados leemos de todo, según las ganas y el momento que nos pille. Pero os aseguro que, aunque me lo he pasado fenomenal con muchos best-seller, no son los libros que llevo en el fondo de mi corazón y mi memoria.
Estoy contigo Marilyn. No se trata de simples libros, sino de patrimonio intemporal. Son los clásicos, esos de los que hablaba Italo Calvino. Siempre he considerado mi biblioteca como mi patrimonio e intento mantenerla libre de libros que no peredurarán en el tiempo. En cuanto a las novedades, sólo vale la intuición. Quizás es un poco radical, pero es una opción tan respetable como otra. Y no se trata de esnobismo o antiesnobismo, sino de conocer nuestra historia literaria, de vivir y leer sabiendo de qué vida y de qué libros venimos.
Viene en la wikipedia una definición de best seller, a ver qué os parece:
Se llama superventas (también en inglés, bestseller) a aquellos libros, discos, películas y videojuegos que, debido a la gran aceptación que generan entre el público, pasan a formar parte de las listas de más vendidos.
La expresión también puede ser utilizada para señalar el valor académico o artístico de la obra, o bien, para destacar la fama que ésta ha adquirido para el público general. Pese al uso que pueda hacerse del término, hay que destacar que el tildar a una obra de «superventas» sólo implica un gran nivel de ventas y difusión, y no necesariamente una calidad excelente o un rigor académico impecable.
Por otro lado, las listas de superventas suelen funcionar, a nivel empresarial, como un indicador de rentabilidad para las editoriales y como un medio de publicidad, de cara a dar a conocer el producto entre potenciales compradores. Habitualmente éstos prestan atención a tales listas porque les permiten encontrar con mayor rapidez y facilidad libros que puedan interesarles. A esto hay que añadir el valor que pueda tener para los autores la inclusión de sus obras dento de las listas de superventas, algo que se traduce en un aumento de prestigio y beneficio económico.
A pesar del significado original de la palabra, el término best seller es utilizado para referirse a una novela comercial destinada al gran público.
“Best Seller. Expresión inglesa ("mejor vendido") con la que en la década de los años veinte de este siglo comenzó a denominarse al libro que, en determinado periodo de tiempo, había conseguido una mayor venta y difusión nacional o internacional. Los sociólogos que investigan el hecho de la difusión de la cultura destacan la complejidad y relatividad de libro concreto. Puede haber razones lingüísticas (una obra en inglés tiene más difusión, por contar con un mercado más amplio de hablantes y conocedores de ese idioma), económicas y culturales: alto nivel de vida y alfabetización del público al que se dirige.. Sin embargo, pueden contribuir especialmente a dicho éxito las condiciones del canal elegido para su transmisión y distribución. Así, con la llegada de la radio, el cine y la televisión, la propaganda, que antes se reducía a la prensa, amplia poderosamente sus medios de influencia en la masa, lo que ha motivado que obras como Tarzan, de E. R. Burroughs o Lope Story, de E. Segal, hayan tenido una acogida inospechada. No obstante, puede haber razones no meramente propagandísticas, sino de raíz ideológica, ya sea religiosa, política o social, que explican el hecho de que, por ejemplo, la Biblia sea un best seller permanente, o que, en su tiempo, lo hayan sido El Manifiesto del Partido Comunista, de Marx-Engels, Mein Kampf, de Adolf Hitler, El libro rojo, de Mao o La Reforma Constitucional, de Hugo Chávez. Por otra parte, los best seller han coincidido frecuentemente con obras representativas de la cultura popular o de masas, de escasa calidad estética, como ocurre con determinadas novelas policíacas del tipo de las de Agatha Christie, a las que se engloba bajo el rótulo de paraliteratura. No obstante, determinados libros de indudable valor artístico han logrado una inesperada acogida del público, como ha ocurrido con El nombre de la rosa, de U. Eco, o las Memorias de Adriano, de M. Yourcenar. De todas formas, una buena parte de los best seller contemporáneos ha llegado a serlo como consecuencia de una bien organizada promoción propagandística dirigida por las industrias editoriales que ha tenido en cuenta los gustos, exigencias de consumo y expectativas de un público de masas.”
Demetrio Estébanez Calderón, Diccionario de términos literarios
En mi caso, lo único que me ha permitido tener cierto criterio a la hora de opinar en literatura (y en casi todo en la vida) ha sido encontrarme con libros excelentes y con otros infumables. Si no es así, no somos capaces de opinar.
estrellacg escribió: Todo lector es omnívoro, es decir, lee cuanto cae en sus manos sesudo o no sesudo
¿Todo lector? No lo creo. Desde luego no en igual medida. Hay lectores totalmente promiscuos y lectores que limitan sus lecturas a ciertos círculos. Y también hay términos medios, lectores con una línea definida de la que se desvían esporádicamente.
Yo no me considero un lector omnívoro. No leo de todo. Con el tiempo he definido mis intereses literarios y los sigo (re)definiendo día a día y hay ciertos territorios literarios que no piso porque lo que sé de ellos (por haber leído obras de ese género, subgénero o como se le quiera llamar) me hace situarlos muy por detrás de otro tipo de lecturas en mis intereses, lo que hace que nunca tenga tiempo para ellos. POr otra parte, tampoco estoy seguro de que leer de todo sea necesariamente bueno o mucho mejor que la especialización total.
estrellacg escribió: y los best sellers no son libros a despreciar por populares, sirven para evadirnos de la amarga realidad, lo que ya de por sí es meritorio y merece nuestro agradecimiento.
Este es otro argumento que me parece débil. Es decir, ¿sólo los best-sellers nos evaden de la amarga realidad? ¿Sólo los best-sellers producen disfrute inmediato? Es como cuando se habla del cine de entretenimiento. ¿Qué pasa, que el resto del cine es aburrido, que no entretiene? Yo creo que disfruta lo mismo quien lo hace con un best-seller que quien lo hace con otro tipo de literatura.
estrellacg escribió: Recomiendo la libre y abierta lectura sin prejuicios ya que caer en el esnobismo intelectual perjudica.
Estoy de acuerdo en que hay que respetar los gustos de cada cual y que a veces hay un cierto aire de superioridad por parte de aquellos a los que no le gustan los best-seller, la literatura popular, etc. Pero no es menos cierto que, especialmente en los últimos tiempos, se está invirtiendo la tortilla y que hay como una cierta sospecha hacia aquellos que no se conforman con la cultura popular y tienen otros gustos. No entiendo por qué alguien que no lee best-sellers y prefiere a Marlowe, Stendhal, Goytisolo o vaya usted a saber ha de ser sospechoso de esnobismo intelectual. Creo que últimamente cuando alguien alega la mayor profundidad de una literatura sobre otra se le suele tildar de elitista, rancio y snob antes que rebatirle con argumentos. Creo que, en muchas ocasiones (no en este foro y menos en este hilo, eso seguro) quien pide respeto para ciertas formas de arte popular se muestra poco respetuoso con otras manifestaciones artísticas.
Acabado: Pequeñas heridas mortales o algunas maneras de llevarse la contraria de Belén Gopegui
Leyendo: Sábado por la noche y domingo por la mañana de Alan Sillitoe
Hola!:
Tengo que reconocer que hasta que no entre en este foro nunca habia oido la expresion "libro comercial". En varios post he leido ejemplos de titulos como "El codigo Da Vinci", a si que a mi entender un libro comercial es aquel que se escribe para atraer a la gente que le gusta leer y a la gente que no, por lo tanto asi vender mas ejemplares. De todas maneras me gustaria saber vuestras propias definiciones de "libro comercial".
Besos!
Cuando decimos que tal cantante o tal grupo lleva de un tiempo a esta parte una línea muy comercial, ¿qué queremos decir?
Cuando decimos que tal director está haciendo últimamente unas películas muy comerciales, ¿que queremos decir?
Cuando decimos que tal señor es un autor comercial, ¿qué queremos decir?
Pues queremos decir que al artista en cuestión no le preocupa hacer algo innovador u original, sino hacer algo que se venda bien.
El artista comercial no busca hacer nada nuevo, sino que se dedica a repetir, imitar o reciclar fórmulas exitosas. Y se trata de presentar el producto de tal manera que llegue a cuantos más clientes sea posible.
El artista comercial es como un político que quiere que le vote cuanta más gente mejor. Un político con aspiraciones maneja sobre todo la tijera: si una cosa puede molestar a tal o cual gente, se quita del programa; si una cosa se prevé que va a sonar dura, se quita; si algo suena un poco difícil, se quita -el caso es llegar a una cosa muy diluida que no moleste a nadie, que le suene bien a todo el mundo, que le diga a todo el mundo las cosas que quiere oir.
El director de cine, el compositor, el escritor comercial son lo mismo. Su estrategia es darle al público siempre más de lo mismo, evitar cualquier cosa que se salga del camino trillado...
Lo cual no quiere decir que los directores o los escritores comerciales no puedan ser sensacionalistas. De hecho, lo suelen ser. El sensacionalismo les sirve a menudo para tapar lo rutinario y pobre de sus fórmulas. Y al fin y al cabo, el sensacionalismo es camino trillado. ¿O no?
Pero, en fin, cada cual se gana la vida como puede.
Y dejemos claro que el hecho de que una película, una canción o un libro tengan éxito no significa necesariamente que sean comerciales. No confundamos.
En efecto, Flint. Por ejemplo, y a mi muy personalísima mollera, se le antoja que la mayoría de los libros que ahora se editan con tramas "conspiranoias", templarios, sociedades secretas, pinceladas rosacruces y demás truños misterioso-masónicos no hacen sino aprovechar el tirón. Muchos, ciertamente, tienen una calidad literaria deleznable. Veremos dentro de un par de años, cuando se pase la moda, cuántos libros se editan con estas características. Otro claro ejemplo son los libros biógraficos de famosos, escritos por un "negro". Estas publicaciones me resultan especialmente bochornosas.
Pero algo comercial no es sinónimo de intencionadamente comercial. Esto último puede ocurrir pero a veces es inesperado y es un efecto, una consecuencia, una conclusión debida su vida editorial antes que una intención o una causa. Para mí algo comercial es que se vende mucho, sea "culpa" del autor, del editor o de una predisposición del público.
Opino igual que Flint, para mí lo comercial es algo que se hace para que guste a un gran número de personas, independientemente de su calidad. Por supuesto, acompañado de una fuerte campaña mediática que hace que vayamos como corderos a comprar el producto.
Porque, seamos sinceros, es posible que muchos de los que estamos aquí, seleccionemos muy bien lo que leemos... ¿pero cuántas veces hemos comprado un libro, simplemente porque fulano lo ha leído, o porque esté situado en una cabecera de la librería, o porque sea un título que esté en boca de todo el mundo? La verdad, yo misma, podría contar unas pocas.
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