Entrevista a Keith Lowe por su libro "Continente salvaje"

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lucia
Cruela de vil
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Entrevista a Keith Lowe por su libro "Continente salvaje"

Mensaje por lucia »

1- La lectura del libro te deja una pregunta inevitable al final, ¿son los hombres malos por naturaleza?Imagen
Ohhh [risas]. Yo no creo que los seres humanos sean malos por naturaleza. Pero efectivamente tiene una gran capacidad para la maldad, sobre todo, cuando se suprimen las barreras, los obstáculos a que esa maldad aflore. En el libro hay muchas instancias y pasajes que demuestran que la destrucción de las barreras trajo funestas consecuencias.


2- En la Europa del Este fue donde más atrocidades se cometieron. ¿El hecho de que cayeran bajo dominio soviético ha supuesto una mayor dificultad a la hora de recabar datos?
No, ya nunca más. No es difícil. En esa parte del continente, durante muchas décadas, los archivos estuvieron cerrados y muy vigilados por las autoridades, pero a partir de la década de los noventa, esos archivos se han abierto y por tanto hay mucha información. Es más, se están descubriendo historias nuevas ahora. La principal barrera a la hora de hacer la investigación la constituyen las lenguas. Los historiadores occidentales están acostumbrados a los archivos occidentales y no tienen el conocimiento de idiomas que se necesita para investigar allí. Por otra parte, lo que está ocurriendo es que los historiadores del Este están aprendiendo a escribir la Historia sin sesgo ideológico. Son tiempos muy interesantes para los historiadores.


3- Desde que le surgió la idea hasta que publicó el libro, ¿cuánto tiempo ha transcurrido?
Desde que comencé han pasado cinco años. Durante 4 años me dediqué a investigar, principalmente, debido a que muchos de los idiomas no los conocía. Me ayudaron mucho con las traducciones y la investigación en República Checa y Polonia, con lo cual, puedo decir que ha sido un trabajo de colaboración. El último año, cuando ya tenía todo lo necesario, lo empleé solo para escribir.


4- ¿Cuál ha sido la parte que ha tenido más problemas para escribir?
Básicamente tuve dos. La primera dificultad se correspondía con la última parte del libro, con los problemas relacionados con el comunismo, no solo en la Europa Oriental sino también en la Occidental; porque fueron momentos muy complicados tras la guerra, así que fue muy difícil resumirlo todo y darlo sentido. Y en segundo lugar, la parte de la venganza. Personalmente fue difícil de escribir porque se trata de historias horripilantes, lo cual, evidentemente; me afecta. He de confesar que hay días que al final de la jornada estaba encantado de cerrar la puerta del despacho y llegar a casa [risas].


5- En su investigación, ¿qué hecho fue el que más le impactó descubrir?
Pues hubo muchos [risas]. En relación con la destrucción moral del continente hubo cosas que no me sorprendieron, pues fueron años con una violencia extrema. Los europeos tenían que hacer cualquier cosa -saquear, traicionar- para sobrevivir.
Quizás lo más sorprendente para mí fue la amplitud de la colaboración con el régimen nazi, contra los mitos que se han creado después. La colaboración se ha dado a nivel institucional y a nivel de comunidades. En este sentido, también destacar el gran número de mujeres que se acostaron con los soldados nazis que habían invadido su país.


6- Habla usted de la venganza en su libro. ¿Cuál es el hecho clave que llevó a Europa a la reconciliación y no al periodo violento de después de la I Guerra Mundial?Imagen
El hecho fundamental fue que había dos superpotencias. La venganza en un primer momento le pareció bien a la URSS, pero llegó un momento en que se volvió contraproducente. Entonces lo que hicieron fue imponer el orden por la fuerza. Igual sucedió en Occidente. Lo que hicieron las dos partes fue impedir la incitación a la violencia, y esto lo llevaron a cabo con unos medios absolutamente implacables. En el Este se eliminó a todo tipo de oposición, pero igual sucedió en Grecia, donde los británicos se negaron a que los comunistas participaran en el gobierno y, en aras de la paz, eliminaron al partido. Eso sin mencionar el Plan Marshall. Ambas superpotencias usaron la técnica de la zanahoria y el palo, dar dinero a cambio de sumisión y orden.


7- Comentaba que el orden se impuso por la fuerza, ¿queda algún nacionalismo latente como el que hizo estallar Yugoslavia?
Hay todo tipo de nacionalismos latentes. La Unión Europea ha sido un dique para contenerlos en estos años, pero en tiempos recientes, en épocas de dificultad, estos nacionalismos vuelven a aflorar. Generalmente de forma moderada, aunque existen corrientes oscuras subterráneas. Por ejemplo, se ve el antisemitismo en Hungría, en Eslovaquia con la minoría húngara, y luego está el hecho de los alemanes expulsados de Polonia y Checoslovaquia. Posiblemente ellos están renunciando a sus reivindicaciones, aunque nunca se sabe si volverán a reclamar sus tierras. Lo que hay que hacer es estar en un estado de extrema vigilancia y apaciguar estas tensiones y hacerlo con prudencia y sensibilidad.


8- Europa está en crisis y vemos que en muchos países (Reino Unido, Dinamarca, Austria, Francia) resurge el nacionalismo. ¿Hemos olvidado la Guerra y la Posguerra?Imagen
No las hemos olvidado, pero estamos empezando a hacerlo. Es curioso observar que Angela Merkel es el primer canciller alemán que no ha vivido la Guerra y sus consecuencias. No tiene la experiencia esa. Se puede decir lo mismo de Sarkozy. El ímpetu de los primeros años de la Unión Europea se está empezando a perder o no es tan fuerte. Hay que destacar que la Unión surgió de las cenizas de la Guerra Mundial, pero las personas que experimentaron los acontecimientos están empezando a morir y los jóvenes no lo recuerdan tan vívidamente. Por una parte es bueno ya que se consigue enterrar viejos prejuicios entre países y comunidades, sin embargo, por otro lado, está rebrotando el nacionalismo, ya no solo entre países, sino dentro de las propias fronteras. Toda está situación, el olvidar las cosas, sí que suscita preocupación.

9- Después de la Segunda Guerra hubo dos ideales que unieron a los países dentro de los dos bloques: el comunismo y la Unión Europea. Con uno fuera de combate y el otro con problemas y muchas dudas, ¿qué nos queda?
De momento no se puede descartar a la Unión Europea [risas]. La sangre no ha llegado al río todavía, pero, en un momento de crisis como el que se está viviendo ahora, todos encuentran un motivo para culpar al vecino, y no hay que olvidar que ese fue unos de los factores que llevó a Hitler al poder. Por tanto, los políticos deberían de actuar de forma correcta y mirar hacia el futuro. Mientras, la tarea de los historiadores es mostrar lo que sucedió. Eso es por lo que yo he escrito este libro, para mostrar cómo era Europa sin instituciones, sin barreras al mal comportamiento de los seres humanos. La Unión Europea es un buen ejemplo de una institución que ayuda a los países.

No obstante, no tiene que ser la UE exclusivamente, también la ONU, los gobiernos fuertes o las instituciones en el plano local las que se ocupen de hacerlo. Lo más importante es que existan unas instituciones fuertes.

10- Nunca entendí cómo puede aburrir la Historia a la gente, ¿cómo hacer para que a los jóvenes les parezca más atractiva?
Bueno, ¿tus amigos leen novelas? (Le respondo afirmativamente).

Desde luego la mejor historia es algo que se tiene que leer como si fuera una novela. Yo antes escribía novelas y lo que me pregunto es por qué inventarnos historias cuando tenemos tantas que ya existen. Creo que a la gente, a los lectores, les interesaría más la Historia si se les mostrase la cara más humana, las atrocidades y horrores a los que se ha tenido que hacer frente. Este libro está lleno de personas ordinarias que tienen que tomar unas decisiones extraordinarias tremendas porque se ven obligadas a hacerlo por las circunstancias.


11. Usted comentó que la Guerra no acabó el 8-04-1945, ¿y la matanza de judíos?
Desde luego, sin duda, el Holocausto terminó con el fin de la guerra y la liberación de los campos de concentración. Sin embargo, las cosas no cambiaron. El hecho de que habían sido retirados forzosamente de las comunidades donde vivían dio lugar a que sus propiedades se compartieran entre los nuevos ocupantes. Con el regreso de los supervivientes, los propietarios que habían ocupado esas tierras no se las querían devolver. El resultado fue que no se recibió con agrado a los judíos en sus comunidades. Se dieron tensiones terribles, surgió una violencia atroz y volvió a aflorar el antiguo antisemitismo en los años 46 y 47. Las autoridades tampoco intentaron evitarlo. Muchos judíos tuvieron que emigrar durante esos años. A grandes rasgos se podría decir que las comunidades locales acabaron el trabajo iniciado por Hitler.

Entrevista por Noel Corregidor
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Arden
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Re: Entrevista a Keith Lowe por su libro "Continente salvaje

Mensaje por Arden »

Interesantísima entrevista, que se me ha hecho cortísima (eso es un halago :mrgreen: ), porque el libro lo tiene todo para atraer al lector. Muchas gracias por conseguir realizarla porque es un libro que me interesa mucho :D

El tema de la IIª Guerra Mundial se ha tratado en innumerables libros desde todos los puntos de vista, desde el más amplio hasta las cuestiones de detalle, en monografías, libros divulgativos, militares, etc...Sin embargo, un libro que explique ¿qué ocurrió al día siguiente de terminar la guerra? ¿y en los siguientes dos o tres años? ¿qué ocurrió con toda la gente desplazada, prisioneros de guerra, etc...? ¿Y la población de qué vivía? Habría una devastación extrema por los bombardeos, sin electricidad, gas o agua corriente y con escombros por todas partes, ¿qué comía la gente? ¿había moneda? En fin, muuuuuchas preguntas que espero que responda el libro, por lo menos en parte.
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