El relato me ha gustado en líneas generales, pero lamento decir que, al menos en mi modesta opinión, adolece de bastantes fallos.
En la frase inicial me chocaron varias cosas. Por un lado, el empleo del verbo “representar” asociado a la vivienda no termina de convencerme, y ello tanto desde un punto de vista fonético (hay demasiadas a-a próximas: “estaba”, “emplazaba”, “representaba”, lo que supone en cierto modo una aliteración, algo de lo que todo autor que se precie debe huir siempre que sea posible), como en lo que a significación se refiere. Quizá hubiese sido mejor sustituirlo por un “venía a ser”. También considero que, dentro de esa misma frase, la expresión “que conseguimos” y “después de” la alargan de un modo a todas luces innecesario. Creo que hubiese sido mejor dejarlas en “conseguida” y “tras”, respectivamente. De esta forma, la frase habría quedado así: “…pero
venía a ser el trofeo por la victoria
conseguida tras la guerra”. Creo sinceramente que de este modo se consigue una mayor eufonía, más musicalidad en definitiva.
Lo de “
habían demasiados insectos” está mal escrito. Debería ser: “había demasiados insectos”. Aparte de este, he detectado algunos otros errores en el empleo de los tiempos verbales, lo que genera cierta confusión en la historia en sí.
Por otro lado, el uso seguido de la preposición “de” en una misma frase también está considerado un defecto de estilo. Lo digo por: “
del palo
de mango
de la Babaria”. Teniendo en cuenta que la “Babaria” esa no aporta nada a la historia, hubiese sido suficiente con decir “a la sombra del mango que venía incluido…”, con lo que te habrías ahorrado dos preposiciones.
En la frase “
Me encantaba ver sus mechones rubios que caían sobre su rostro y hablaba de su madre”, las dos acciones que separa la conjunción copulativa no guardan relación semántica, lo que provoca una unión ríspida. Habría sido más acertado dividirla en dos frases, más aún teniendo en cuenta que justo a continuación vuelve a usarse, esta vez con acierto, la misma conjunción: “
hablaba de su madre, del tiempo que estuvo exiliada y de la manera difícil que vivieron…”: aquí sí existe una relación natural entre las diferentes locuciones, ya que todas ellas van referidas a aquello de lo que la mujer hablaba.
En la frase “
pasábamos horas enteras contándonos anécdotas acerca de las luchas populares y tormentos, de los días en prisión y cuando nos liberaron”, falta curiosamente un “de” para completar la última parte. Ten en cuenta que no es lo mismo el uso reiterado de la preposición “de” dentro de una misma frase corta, como en el ejemplo que te expuse anteriormente, que en este caso donde la frase es larga y la construcción sintáctica exige precisamente el uso de la preposición en todas sus partes. También en esta misma frase vuelvo a detectar una aliteración, cual es la presencia próxima de “pasábamos” y “contándonos”. Lo hubieses evitado sustituyendo el “contándonos” por un más adecuado “refiriendo”. Del mismo modo, la conjunción copulativa separando “luchas populares” y “tormentos” se me antoja forzada y algo malsonante. En suma, considero que la frase entera habría quedado mejor de este modo: “pasábamos horas enteras
refiriendo anécdotas acerca de las luchas populares,
de los tormentos, de los días en prisión y de cuando
fuimos liberados”. Es solo una opinión.
Cuando escribes “
un café servido con particular desagrado, me pareció suficiente indicio”, la coma sobra, ya que parte la oración justo delante del verbo, una coma que, sin embargo, falta en “
me confirmó que cumpliría lo platicado la noche anterior donde hubo gritos y ofensas”, justo delante de “donde”.
Existen algunos otros errores de puntuación, pero tampoco es cuestión de diseccionar todo el texto. Como bien dice el aforismo, un botón basta para muestra.
Es válido el uso de “quizás” que empleas en “
quizás buscando una respuesta”, si bien resulta fonéticamente más apropiado usar “quizá”, sin “s”, cuando la palabra que sigue comienza por consonante.
Otra cosa: no suele estar demasiado bien visto comenzar una frase con el adverbio “como”, salvo que se trata de un interrogante o una exclamación. Lo digo porque la frase “
Como pude logré llegar hasta la casa” habría quedado mejor al revés: “Logré llegar hasta la casa como pude”. No es que sea muy importante, pero son pequeños defectos de estilo que, sumados uno detrás de otro, deslucen el texto.
Eso sí, me ha encantado cuando casi al final escribes: “…
cómo el color de mi piel volvió a confundirse con el de ella”. Es una metáfora excelente
Y una última cosa: utilizas el verbo “platicar” cuatro o cinco veces. En un texto tan corto resulta excesivo, más aún teniendo en cuenta la cantidad de sinónimos disponibles: hablar, charlar, departir, conversar…
Gracias en todo caso al autor por compartir su trabajo