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Malafortuna - Redspark (II relatos)

Publicado: 01 Abr 2007 15:37
por lucia
El hombre observa el barco de madera que le ha regalado su hijo. Lo acaricia. Deja sus dedos recorrer la estructura , resbalando imperceptible por la cera aún húmeda. Acaricia la proa, el mástil, la damajuana y el timón hecho con vara de avellano trenzada.

Lo ha hecho el niño en el colegio. Su trabajo de manuales para este trimestre. Está pulido con cuidado y esmero. Seguro que ese barco navega. Tiene una base bien estructurada. Eslora adecuada y bien medida. El padre mira al barco y al hijo con no disimulado orgullo. Él siente adoración por los barcos. Desde niño han sido su debilidad. Los barcos en los tebeos, en las botellas, en los escaparates. En las películas de piratas y bucaneros. Aquellas películas de Errol Flynn y Tyrone Power. De Douglas Fairbanks, incluso. Una línea de flotación auténtica. Bien ahuecado. Eslora deriva a babor un cuarto de tercio, apenas perceptible.

El hombre ha besado a su hijo y le ha agradecido el regalo.
Después ha seguido fumando y leyendo en su sofá. Está a la mitad de Bomarzo.
el libro a ratos se le hace pesado, denso. Hace semanas que ha decidido leerlo muy despacio. Quiere imaginar, visualizar, cada escena que vive Girolamo, cada pensamiento de Maerbale. Fuma un camel tras otro. Aunque a ratos muerde regaliz y tiene una raíz seca de genciana en el chaleco. A veces se la mete en la boca durante horas. Chupa la amarga raíz interminable que casi le anestesia el paladar y le limpia el estómago.

Ha terminado un capítulo. Piensa que dejará para otro momento el capítulo de Pedro de Mendoza y la Casa del Infantado. Deja el libro en la mesa. Se guarda la raíz de genciana en el bolsillo del chaleco y murmura para sí mismo. He de tapizar esa silla del garaje. Así estará seca de sobra para la cena. Ah y pulirla con aceite. No recuerdo si llegué a comprar cola de madera. Bueno, luego bajaré. Aún hay tiempo.

Y coge el barco.
Lo mira, lo acaricia, está bien pulido. Piensa...
Es agradable al tacto. Tiene una proporción casi perfecta. Duda si levantarse al aparador y coger la cinta métrica. Le gusta medir. Pero, no. No se levanta.
..Entonces, hace un truco de magia y se vuelve del tamaño de una efímera.
Ya saben, efímera, ese insecto que suele vivir unas veinticuatro horas.
Se vuelve pequeñin, se mete dentro del barco. No hay nadie cerca.
Y lo recorre desde dentro. De proa a popa y vuelta. Tensa la damajuana y el foque.
Se introduce en la bodega. Madera hueca, un espacio dónde el hijo ha colocado unos barriles de playmobil. Este hombre diminuto se siente a gusto con su truco. Está haciendo un viaje de imaginación. Todo el universo del padre está dentro de ese barco. El tiempo se ha detenido fuera. Sólo él sabe que mares u océanos cruza dirigiendo el timón. Sólo él conoce el rumbo que lo lleva atravesando el estrecho de Magallanes.

Al rato, el hijo baja las escaleras, va a beber zumo de naranja a la cocina.
Ve su barco en el salón y no ve al padre. Decide jugar un rato. Lo lleva al baño y abre la bañera.

Al cabo, deja el barco en el centro de ese Océano comedido. El padre ve a su hijo como a un gigante. Se ha agarrado al palo mayor. Con ese tamaño, no tiene magia suficiente para gritar. Se siente navegando en una bañera oceánica. El hijo juega, el padre está inquieto. No puede modificar el hechizo. Se siente atrapado. ¿ Qué ha sucedido?. Un error de cálculo. La contramagia no le viene de vuelta. No puede, en este momento, volver a ser de su tamaño. Qué ironía. Su inquietud aumenta a medida que el volumen de la bañera va subiendo. Percibe la angustia, una angustia similar pero inversa a la que siente Maerbale cuando su padre llega a casa.

Los eventos y el destino hacen el resto. Pasado un rato y después del zumo y unos vaivenes a la proa, el hijo siente que ha jugado bastante. Quita el tapón de la bañera y y se sienta en el bidé a ver como se fraguan imaginarias tempestades. El barco a ratos mantiene la flotabilidad. A ratos choca con las esquinas de la bañera. Avanza, se detiene, se voltea de lado. Lo coloca en posición y sigue observando. Luego, cuando piensa que el barco estará muy mojado para devolvérselo al padre, lo saca del agua y lo seca con una toalla. Baja al salón .

Lo coloca de nuevo junto al sofá esperando que el padre lo retome en cuanto regrese.
Donde estará mi padre? Se pregunta. Habrá bajado al garaje. En la mesa descansa Bomarzo, el cenicero huele mal. Demasiadas colillas. Qué extraño, mi padre es cuidadoso con eso. Vacía el cenicero a menudo.

El chico deja de hacerse preguntas y sube a su habitación. Le esperan unas ecuaciones de segundo grado y los ejercicios de alemán.

Pero el padre hace minutos que navegó en un vórtice dextrosum por el desagüe.

Sucede que en ocasiones no hay marcha atrás.

Publicado: 02 Abr 2007 03:51
por SLAVE
Joer que angustia por dios, me recuerda a una película de Hitchcock.

Publicado: 15 Abr 2007 20:50
por takeo
Vamos a darle otra vuelta a esto

Publicado: 22 Abr 2007 20:24
por Protos
Interesante el poder que se le atribuye a la imaginación, convirtiéndola en la parca del protagonista. Uno ya no está a salvo ni en sus propias fantasías.

Publicado: 24 Abr 2007 18:20
por takeo
AUNQUE AÚN NO LO HA PUESTO AQUÍ, ESTE ES DE REDSPARK

Publicado: 24 Abr 2007 20:30
por Redspark
Hola. Si, yo escribí esta vaina. Gracias por leer.

Publicado: 25 Abr 2007 10:23
por JANGEL
Felicidades por tu premio popular, Redspark. Esto es lo que se busca en un relato, originalidad, sorpresa, reflexión...

Publicado: 25 Abr 2007 11:49
por Redspark
Esos adjetivos son muy precisos, Jangel. Para eso escribimos. Muchas gracias por tu felicitación.

Publicado: 25 Abr 2007 12:24
por Nelly
Gano este, cierto? FELICIDADES!! ( a ver si lo imprimo luego)
- Me alegro MUCHO POR TI :o :D :D :228: :cumples:

- Me entristezco mucho por mí :cry: :cry: :cry: pero, como siempre me pasa en esto de escribir relatos, ¡¡ a los dos segundos pienso.. que voy a hacerlo mejor!!! :P :D :luf: :user: ¡¡y ganar la siguiente batalla!!

CONGRATULATIONS!!!!!!!!!

Edito: Redspark, es muy original. Pero muy mucho.
“Bañera oceánica”, tengo que decir que me quedo con el término, me ha encantado como lo describes. La forma de narrar, los tiempos. Frases cortas,... pero es el ritmo, el ritmo es bueno, ¿verdad? Lo habéis notado? Es estupendo.
Muchas felicidades, es muy curioso.

Publicado: 25 Abr 2007 12:47
por Fenix
Nada Red, muchacho, veo que sabes darle a todos los palos, ¡qué tío! Me quedó, sin embargo, una duda: teniendo en cuenta que el barco era de madera, no se hundiría, ¿no? ¿Se amarró como Ulises el padre del joío niño? -digo yo que para no salir lanzado fuera del barco y ahogarse en la bañera oceánica-. Menudo pedal debió cogerse.
Tío, ¡qué pedazo de imaginación...calenturienta que tienes!
El sábado me beberé media botellita de fino a tu salud. Un abrazo quillo. :lol:

Publicado: 25 Abr 2007 13:09
por Redspark
Nelly, muchísimas gracias, preciosa. Tú, no te entristezcas. Has demostrado que narras de maravilla. Ya sea una entrevista de trabajo o lo que se te ocurra. Un beso fuerte y Oceánico. :wink:

Fénix, quillo. Yo sé que eres marino. Así que ya te imaginas las corrientes subterráneas en una bañera. Cosa seria. Me gustaría beber contigo. Y luego cantar a dúo algo de Camarón o Triana. Un abrazo.

Publicado: 25 Abr 2007 18:28
por sueños
la primera parte me gusta mucho, es tierna, es dulce, pero se torna, lo que me hace reflexionar, darme cuenta que toda una vida pasa por esa historia. Es un juego, un coquteo con nuestras mentes. Muy bueno. :wink:

Publicado: 25 Abr 2007 19:10
por Vivet
Red, me ha encantado!!! Es genial, algo triste el final, pero como la vida misma.

Publicado: 25 Abr 2007 20:47
por JANGEL
Otra joya para mi collar (esto es, otro relato que llevo a mi blog). Gracias, Redspark. :wink:

Publicado: 25 Abr 2007 21:13
por Redspark
Un coqueteo de nuestras mentes, dices, sueños, es cierto. Se torna complicado de la manera en que puede la vida que pasa frente a nosotros complicarse. Me gustan los relatos con niños. Me alegro que te haya gustado, amiga. Gracias por leer y por aparecer por aquí. :wink:


algo triste como la vida misma.....así es vivet. Y aunque el final es triste, también puede uno imaginarlo alegre. En el próximo relato que escriba voy a hacer que el niño salve al padre. Y luego, a cambio, le pida una bicicleta. Gracias por tu comentario.


Es un orgullo estar en tu Blog, JANGEL. He dejado allí un comentario. Me gusta ser una perla en ese collar de tanta calidad. Gracias a ti.