I Fantasía: La fragata Sarmiento - Gabi

[Felicity]

La Fragata Sarmiento

Buenos Aires, invierno 2008. Era una noche muy fría y por las calles de uno de los cien barrios porteños caminaba Dante, sumido en sus pensamientos.
Muchos pensaban ya que los de su raza habían abandonado esta tierra hacía miles de años atrás.
Las grandes hazañas de su gente y las batallas ganadas ahora eran sólo leyenda. Los años de los hombres no habían sido aprovechados y las luchas de antaño ya no eran honradas.
Dante había visto los bosques y las montañas de los días antiguos y como unos pocos había decidido no tomar el último barco. La tierra de los hombres era su hogar. Su nombre había sido adoptado como apellido, Dante Faglor y su memoria seguía intacta.
Entró en un concurrido bar y se ubicó en una de las pocas mesas libres que quedaban.
_ ¿Qué desea tomar?-le preguntó la blonda y hermosa mesera.
_ Una cerveza, por favor. Y dos vasos, estoy esperando a alguien.
La joven se alejó con una sonrisa en el rostro, cautivada por los intensos ojos negros del Elfo.
Dante sacó un atado de Camel del bolsillo, se puso un cigarrillo en la boca y lo prendió. El sabor del tabaco lograba relajarlo.
Al cabo de un rato la muchacha regresó con una bandeja cargada con una botella de Quilmes y dos vasos. Sólo sirvió uno.
_ Gracias, preciosa. ¿Cómo te llamas?-preguntó Dante con una sonrisa.
_ Jazmín-dijo ella sonrojándose- Perdón, debo seguir trabajando.
Estaba nerviosa, los ojos penetrantes de aquel hombre la habían confundido. Al darse vuelta chocó con una silla ubicada en la mesa de al lado y aún sonriendo se alejó.
Pasado un rato traspuso la puerta del bar una joven de exquisita belleza. Alta, de cabellos castaños muy largos y diáfanos ojos azules. Su mirada era aún más penetrante que la de Dante.
Hacía cientos de años que no se veían, pero ambos se reconocieron al instante.
Lola lo miró fijamente y luego lo estrechó en un sentido abrazo. Una lágrima rodó por su mejilla, pero no era de tristeza, sino por los recuerdos y la añoranza de muchas vidas pasadas juntos.
_ Ha pasado mucho tiempo Riniel-dijo el Elfo.
_ Mucho de verdad Faglor, pero ya se acerca nuestro tiempo de partir. Sólo quedamos tú y yo.
Riniel tenía un marcado acento asturiano, había vivido muchos siglos en la península.
_ Creo que tuvimos el mismo sueño. Y ese mismo sueño nos ha convocado hoy acá. Hay un barco, un último barco. Y ahí guardan dos lugares, uno para vos, y otro para mí. Riniel, creo que esta vez tenemos que partir.
Lola no dijo nada y sus ojos se llenaron de lágrimas. Ambos conocían todos los sucesos de la humanidad y a pesar de ello amaban la raza de los “Segundos Nacidos”.
_ ¿Te acordás de los días en Francia, cuándo la revolución nos hizo pensar que al fin los hombres habían entendido? ¡Nunca olvidé tus gritos en la Plaza Mayor y la alegría con la que me abrazaste!-dijo Dante, con los ojos puestos en el pasado.
_ Ellos nunca entenderán, ellos no saben cuánto hemos luchado por su mundo. Sólo quieren destruirlo. A veces pienso que al final el mal ha triunfado y nosotros no tenemos otro consuelo que irnos y abandonar nuestra causa aquí, en la Tierra Media-Lola se secó las lágrimas y miró a Dante- Han destruido todo, han desmembrado las bases de la moral, han hecho añicos las raíces del amor. Ya no puedo seguir aquí. No puedo borrar de mi mente el rostro de terror de Aranna.
Dante tampoco podía olvidar los días de la Inquisición cuando la hermana de Riniel había sanado a un herido de muerte utilizando su sabiduría. Muchos la habían visto y fue condenada a la hoguera por bruja. No, era imposible borrar de sus memorias el rostro de terror de Aranna.
_ No llores más, mi princesa-dijo Dante- Ya quedó todo atrás, debemos irnos. El barco nos espera, yo lo vi. Vamos.
Los dos Elfos se retiraron del bar y caminaron en silencio las calles que los separaban del puerto.
Anclado en el dique vieron un enorme barco blanco en cuya vela relucía el dibujo de una preciosa joya. Los transeúntes que por allí pasaban no notaban la presencia del barco, por lo menos no de la forma en la que realmente era. A los ojos de la gente no era más que un viejo barco museo, “La Fragata Sarmiento” la llamaban. Y decían que sólo partía de allí de vez en cuando para hacer viajes de protocolo. Pero hacía ya más de treinta años que estaba anclada y había dejado de navegar.
En la cubierta se encontraba de pie un gran Elfo vestido de blanco, que sonrió al verlos.
_ Pese al tiempo que ha pasado desde nuestro último encuentro, mi corazón no me ha permitido olvidaros-dijo Reuel visiblemente emocionado.
Reuel había partido hacia Valinor hacía ya muchos años en el penúltimo barco. Pero había dejado en sus escritos las historias de los días antiguos. Todos lo conocían como John, pues había vivido en Inglaterra en los últimos tiempos, dedicando su sabiduría a la enseñanza de las lenguas muertas.
Antes de partir tuvo que simular su muerte, pues no quiso dejar dudas a sus hijos, a quienes amaba con pasión y quienes no conocían la naturaleza de su padre.
Hoy día, uno de sus hijos sigue recopilando sus notas.
Cuando los tres Elfos se encontraron en cubierta, se abrazaron y rieron juntos.
_ Compartid conmigo una última cena en Arda y contadme de los últimos sucesos-los animó Reuel.
Hablaron toda la noche, no tenían apuro. Y rieron y lloraron hasta que despuntó el alba.
_ El tiempo ha llegado, la raza de los Elfos dejará definitivamente la Tierra Media y al fin los hombres quedarán solos-sentenció Reuel.
_ El barco debe partir ahora Reuel, pero yo no voy a acompañarlos-confesó Dante.
_ Pero morirás aquí, éste es el último barco y si te quedas compartirás el destino de la humanidad, que es la indefectible muerte…
Riniel lloraba en silencio.

Eran las seis de la mañana cuando la gente vio partir la fragata Sarmiento hacia un nuevo viaje protocolar.
En la costa muchos padres habían llevado a sus hijos a ver el evento y junto a la multitud un hombre alto y moreno de mirada profunda, se despedía con la vista de aquella nave tan distinta a sus ojos.
Encendiendo su último Cámel, Dante emprendió el camino de regreso hacia aquel bar… quizás Jazmín ya habría terminado su jornada de trabajo.

[ciro]

Aunque formalmente muy correcto, me dice poco. Puntuacion 6.

[Ororo]

Me parece que está bien escrito, pero le falta más acción y argumento.

[Roland]

Me ha gustado esta sorprendente incursión en la Tierra Media (casi diría que ese elfo, Reuel, que ha dejado sus notas atrás para que sus hijos las recopilen, podría ser el mismísmo maestro Tolkien ), inesperada y muy breve. La historia podría haberse alargado un poco más y, aunque formalmente está bien, los diálogos resultan algo forzados y poco naturales. No sé, me quedo con la sensación de que a la idea se le podía haber sacado muchísimo más jugo, pues el concepto me parece original y me llama mucho la atención. El relato promete mucho pero se queda en poco...

[SHardin]

Leído. Salen elfos de eso no hay dudas aunque no enanos. Me gusta pero y me hubiera gustado más relato, que desarrollara más esta buena idea. Consigue transmitir tristeza y melancolía.

[Desierto]

Lo he vuelto a leer después de La Gran Caída, y me ha gustado inccluso más que la primera vez, pero sigo poniéndole la misma pega: sin desmerecer la calidad del relato, el último viaje de los elfos es un tópico demasiado trillado.

[Gabi]

Si bien el detalle del último barco puede ser trillado, me gusta que aparezca Tolkien
Cuántas veces paseando por Puerto Madero debo haberme cruzado con Dante
Felicitaciones al autor!

[Jaime]

Pues a mí sí que me ha gustado, aunque no entra en mi top 5 pero es curiosa esa mezcla tan inesperada entre la Tierra Media y lugares tan conocidos como Asturias o Inglaterra. Tolkien se hace notar, ains

[Lacedemonia]

Bien escrito y bien rematado, con una original mezcla de la fantasía y lo real. Tal vez las reminiscencias de Tolkien no le hayan ayudado a tener el puesto que merece en la votación popular a pesar de estar por encima (para mí) de otros relatos que cuentan con voto. Nota de 0 a 12: 10.

[Matu]

Para mí tiene un gustito especial porque estuve en la Fragata Sarmiento (es más, tengo un diario que imprimían allí y que le ponían tu nombre en la portada )
Me gustó, está bien redactado... pero me pareció muy corto y con poco argumento.

[Ororo]

Como te dijeron, el ambiente es melancólico y soñador.. La mezcla de esto con las miraditas que echa a la tabernera me gustaron. Quizá algo más que contar.
Felicidades

[ciro]

Enhorabuena por lo bien escrito que está. Yo creo que le faltaba chicha. Con una idea mejor yo creo que te saldría un relato muy bueno, pues sabes escribir.

[Arwen_77]

Ayss Gabi. Otro que valoré la primera vez y se me olvidó volver a colgar mi opinión. La pongo tal cual estaba , que la tenía guardada

"Bien narrado. Consigue crear ese aire melancólico que exige la historia. Curioso el elfo con expresiones argentinas y acento asturiano je,je... Como pega, la falta de originalidad, de vida propia de la historia , que parece una especie de reflexión sobre una parte de El Señor de los Anillos"

¡Enhorabuena preciosa!

[Matu]

Felicitaciones Gabi!

Me encanta la cercanía y la verosimilitud que me produce este relato. Siento que me pude haber cruzado con elfos en cualquier momento

[Desierto]

Felicidades, gabi. Tu relato es precioso y está lleno de nostalgia. Que el tema esté ya un pelo trillado simplemente era un punto menos en originalidad a la hora de incluirlo entre mis favoritos, pero la verdad es que el lenguaje y el carisma de los personajes quedarán. Disfruté con toda mi melancolía leyéndote.