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Eleanis escribió:Tal vez escribir poesía, pero tengo que sacar las ganas de alguna parte...
En cuanto a que sea valiente, no lo creo. Simplemente hago lo que puedo, juego con las cartas que la vida me dio en esta etapa. Eso es todo.
Gracias por todo, Jilguero. Un gran abrazo
Lástima que estés tan lejos pues seguro que viendo estos días azules y luminosos de la infancia de Machado sacarías ganas para tejer tus versos.
Hacer lo que se puede es a lo máximo a lo que podemos aspirar como hombres. Espero pues que, como al Sísifo de Camus, el esfuerzo te baste para llenar tu corazón de hombre.
Ninive dijo
Cada vez que apareces por aquí, iluminas esto un poquito, Eleanis. Sigue haciéndolo, aunque no escribas. Te echamos de menos.
Ustedes me llenan el corazón, lo nutren, lo apasionan, y las lágrimas de emoción asoman. Me hacen muy feliz. Gracias, Nínive, por tus hermosas palabras.
Lástima que estés tan lejos pues seguro que viendo estos días azules y luminosos de la infancia de Machado sacarías ganas para tejer tus versos.
Muy probablemente, porque acá los días, salvo azules y luminosas excepciones, vienen grises y fríos. Pero tal vez escriba poesía. Necesito sentirme un poquito mejor, acostumbrarme un poco al cambio de tiempo.
Gracias, amiga
PD: te envío un mail porque Alicia necesita el número de tu DNI para cobrar tu aportación. Nueva ordenanza
Lástima que estés tan lejos pues seguro que viendo estos días azules y luminosos de la infancia de Machado sacarías ganas para tejer tus versos.
Muy probablemente, porque acá los días, salvo azules y luminosas excepciones, vienen grises y fríos. Pero tal vez escriba poesía. Necesito sentirme un poquito mejor, acostumbrarme un poco al cambio de tiempo.
Gracias, amiga
PD: te envío un mail porque Alicia necesita el número de tu DNI para cobrar tu aportación. Nueva ordenanza
Mientras sean esos los problemas
Ya te he mandado mis datos personales y un regalito sorpresa (ínfimo pero bien bonito) de este lado del charco.
Nos ha contado Berlín que igual te animas a escribir algún poema y lo cuelgas por aquí.
¡Venga, valiente!, que, si ahí los días no son ahora azules y luminosos como los de Machado, seguro que con las palabras tú eres capaz de cambiarlos.
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