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Aunque la idea en general me parece, ciertamente como han comentado, algo kafkiana, luego el desarrollo ya no me lo ha parecido tanto. Y es una pena, porque después de ese pedazo de comienzo, se podría haber seguido en esa línea.
Sinceramente, me gusta la idea, pero no el desarrollo. La reflexión está bien, es profunda, el prota se despierta aparentemente sin boca, porque quizás siente que tiene muchas cosas que decir, pero nadie parece escucharle.
Gracias por compartirlo, y me gustaría que entendieses que valoro tu trabajo muchísimo, lo que ocurre es que a mi personalmente no me gusta como lo solucionas.

Al final todo va a gustos.
Un placer y muchas gracias.

Uno de mis favoritos para el concurso. Quizá, como se ha comentado, le falte intensidad en el drama vivido por el personaje. No lo tengo tan claro. El caso es que te obliga a leer para ver cómo se resuelve. Qué va a ocurrir cuando se den cuenta de lo que le ha pasado (por un momento hasta pensé que les estaría ocurriendo a todos). Si tendrá un final feliz o acabará mal... Y después de haber pensado en mil cosas la solución ha sido aún más sorprendente por su sencillez.

Me ha parecido muy original y, para mi gusto, muy bien contado. Si que es cierto que comienza muy fuerte y luego ese nivel baja un poco, pero no por ello se me ha hecho menos interesante. He tenido que leer seguido hasta el final porque estaba impaciente por conocer que es lo que pasaba.

jilguero escribió:¡Me he perdido! ¿cómo puede fumar quien no tiene boca? Si solo era algo simbólico, ¿por qué se mira en el espejo o se toca con la mano y comprueba que no tiene labios? ¿No habría sido mejor omitir esos detalles?

Pues sí, eso mismo he pensado yo Aunque al final comprendemos que en realidad lo de que no tiene boca es una metáfora, durante el relato se describen unas escenas que confirman que, en efecto, no tiene boca: Marcelo se palpa la cara y sus labios han desaparecido, observa su reflejo en el espejo y se horroriza... Estos detalles no cuadran mucho, pienso que la historia no queda bien trabada. Sin embargo, estoy de acuerdo en que es una idea muy original e interesante, pero creo que podría mejorarse la forma de desarrollarla.

Me ha gustado mucho el principio: es brutal. El pobre Marcelo sin boca y Marta, tan ufana, sale a comprar churros para su cumpleaños Este comienzo tan surrealista y terrible te atrapa sin remedio. También me ha gustado mucho la crítica a la sociedad actual implícita en el relato: en el ascensor nadie se observa, en la calle todos andan con prisa evitando cruzar la mirada con el prójimo... Es el triunfo de la impersonalidad, de la incomprensión, de la soledad. El título me parece muy bueno y resume todo: la incapacidad de comunicación. He visto en mi imaginación a Marcelo dejando escapar al fin ese grito de su garganta, como el protagonista del cuadro de Munch

Felicidades por una idea tan original. Además, me parece evidente que escribes muy bien

Pues a ver, a mi no me cuadra nada el final con el resto del relato. Termina diciendo: "no se le ocurrió otra cosa que cerrar la boca y guardar silencio como llevaba haciendo todo el día. Toda su vida". Es decir, que el estar callado y dejarse llevar por los demás era algo común en su vida, entonces ¿por qué eso de quedarse sin boca, si nunca la utilizaba mucho? Quizá lo hubiera entendido más si el final hubiera sido el contario, que al estar todo el día sin poder hablar decidiera que ya nunca nadie le iba a impedir hablar y que iba a tomar sus propias decisiones. No sé, a lo mejor se me escapa algo. Aunque está muy bien contado, por supuesto, es una sensación de angustia horrible, pero no le pillo el significado.

Una idea muy original, alegoría sin duda de la falta de comunicación entre las personas, transmitida con un lenguaje simple pero eficaz. Es evidente que Marcelo cree no tener boca, no que no la tiene, lo cual explica muchas dudas que se plantean en algunos comentarios, como que ni sus compañeros ni Marta se den cuenta del problema. O que pueda fumar un cigarrillo, que es, a mi parecer, la manera que el autor tiene de decirnos que no es la boca lo que le falta, sino la posibilidad de emplearla para comunicarse.

En cuanto a la forma, en general la encuentro bien, salvo unos leísmos y alguna palabra mal empleada, pero nada grave.
En síntesis, me ha gustado.

Mis felicitaciones, autor

Una propuesta interesante, original y muy complicada de desarrollar. Como ya se ha comentado antes, el relato empieza con mucha fuerza, que va perdiendo poco a poco, hasta el final que lo aclara todo. Personalmente, no me termina de convencer porque el hecho de que Marcelo no tuviera boca se narra demasiado explícitamente para que luego sólo fuera un simbolismo. Pero felicito al autor/a por su osadía.

He releído esta historia para ver si me decía algo más y tengo que confesar que ha subido bastantes puntos en mi apreciación.

Me ha gustado, por la desesperación del protagonista, que está muy bien llevada y por las ganas de seguir leyendo a ver como termina semejante cosa. Muy bueno el final, al leerlo recreas todo lo anterior y cierra con perfección. ¡Genial!

Felicitaciones

¡Vaya angustia levantarse un día y ver que no tienes boca! Es terrible y muy eficaz la forma en que transmites la desesperación del protagonista. Pero no es una desesperación constante, por ejemplo, en el ascensor pierde fuerza, el hombre se queda tan tranquilo porque cómo ella no le mira... lo mismo sucede en la calle, como todos vamos a nuestra bola, nadie se da cuenta de que no tiene boca, así que tampoco se desespera tanto. Luego la angustia vuelve a subir de tono cuando tampoco sus amigos y Marta se percatan.

Quizá esos altibajos en la desesperación de Marcelo estén relacionados con altibajos en el relato, yo por lo menos lo he percibido así. Aunque ya digo que, cuando tocaba, he visto toda su angustia.

Me ha encantado , de mis favoritos sin duda desde la primera lectura La forma de desarrollar la historia es genial, partiendo del hecho de que no tiene boca... aunque luego sepamos que sí, que sólo es un trastorno mental del protagonista. No creo que los detalles de palparse y mirarse al espejo no cuadren como he leído, yo creo que sí, que encajan perfectamente. Por un lado mantienen la intriga y la sensación de agobio (muy bien conseguida )hasta la resolución final, y por otro todo el relato nos cuenta el punto de vista del protagonista, y él, efectivamente, no se ve la boca y ni se la palpa ¡Hasta ahí llega su distorsión! Es interesante y original, no puedo verle ninguna pega.

He leído que muchos mencionáis a Kafka, qué duda cabe que un aire se da, pero a mí me ha recordado mucho más a Dostoievski, a su novela "El doble". Argumentalmente no tiene nada que ver en absoluto, pero me ha recordado a esa novela por cómo se nos muestra la realidad desde el punto de vista de una persona con un trastorno hasta en los últimos detalles (como lo no palparse a sí mismo la boca). Creo que es un gran acierto tomar su punto de vista y no el de un observador externo. Bueno, me enrollo, no añado nada más. Que me ha encantado

Enhorabuena y un abrazo

Grito, he tenido que descartarte de entre mis últimos favoritos porque te falta un punto de desarrollo, aunque los símbolos me encantan y la denuncia también.
Ya sabes, sólo pueden quedar 3.

Muy bueno, completamente angustioso. La primera frase es magnífica, solo con ella ya estás dentro del relato. Quizás no me ha terminado de convencer el juego entre realidad-sueño que hay al principio, pero de todas formas está muy bien llevado y el final es magnífico.

Este relato me parece lleno de aciertos, aunque peque en un par de momentos de poca matización. Es interesante, angustioso, inquietante y atrapa. Lo qu e menos me ha gustado es el fragmento con el diálogo con los compañeros de trabajo, poco natural y algo confuso. Creo que trabajando esto hubiese quedado redondo. A pesar de ello, a favor destaco originalidad y ritmo y lo selecciono como uno de mis pre-candidatos.