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Este fué el primer relato que leí y , desde luego, indiferente no me has dejado. Me ha parecido de lectura amena con un equilibrio entre la voluntad de escandalizar un poco y exponer ideas del Marqués de Sade. El tema de la locura me fascina y hubiera preferido que ahondaras un poco más en el. Me has hecho investigar un poco sobre las estancias de Sade en el manicomio.
Me alineo con los que han / hemos recibido una educación puritana y que nos cuesta tanta escena tan explícita más un lenguaje que , para mí, sí que es soez a ratos.
Me quedo con algunas verdades muy bien expresadas como "La ignorancia y el miedo son los dos grandes pilares donde se asienta toda religión (...) Las religiones han sido y serán siempre la cuna del despotismo."
Creo que ya te lo han comentado y esto, como todo, es puramente personal, me molesta lo de (carcajada) en plan obra de teatro.
Me ha gustado mucho el relato, un acierto atreverse con la figura del marqués, personaje controvertido y polémico, me supongo que no debe ser fácil intentar recrear alguna escena de su alterada vida. Creo que lo bordas y consigues mostrarnos un marqués muy creíble. El personaje de la niña, creo que también consigues darle bastante personalidad.
El final no digo que me haya sorprendido, pero sí que has conseguido hacerme salir una sonrisilla….vaya con el marqués, con sus ideales hasta la muerte!!
Entre el bien y el mal, y no sólo por el contenido
Tengo sensaciones contrapuestas con este relato.
Por un lado me ha gustado la naturalidad con que está llevado, la inclusión en conversaciones o situaciones de datos de la época con maestría. Me ha resultado entretenido. Los personajes son carismáticos (uno desde el principio y otro en un giro tardío). Resulta conmovedor y al mismo tiempo escandalosa la curiosa relación entre el marqués y la chica. Muy bien, jugando a lo prohibido con el lector.
Lo que me gusta menos es el pequeño engaño al que nos somete el autor cuando nos presenta a Madeleine. Si bien es cierto que sorprende que no salga corriendo de allí, al principio no queda patente el lado lujurioso de la chica, por lo que choca de pronto que acepte de buen grado al marqués. Creo que se podría haber perfilado un poquito más al principio esa promiscuidad.
Y luego tengo la sensación de descuelgue, de falta de base, de conversaciones sobre demasiados temas que quedan inconclusos o recuerdos al tuntún. Un empaque, un trasfondo. Se toca el tema de enseñar a leer, a escribir, de la función de teatro, del arte amatorio... pero me da la sensación de que son hiladas que se quedan ahí, sin sujetar la pieza completa.
En cualquier caso, osadía y naturalidad unidas jamás serán vencidas
Por cierto, que he visto cierto matiz mediterráneo quizá más catalán que valenciano, lo cual me da pistas -puede que erróneas- sobre los posibles autores
Bueno, lo que me pasa con este relato es que lo veo demasiado fantasioso, o poco histórico. Claro que también puede ser que esa criada existiera de verdad y tuviera relaciones con el marqués .
Por otro lado no me ha resultado creible la chica, el marqués si creo que está bien conseguido, aunque su ceguera parece que viene y va a veces. Pero ella me choca que al principio parece tímida, recelosa, con miedo y desconfianza, y luego nada de nada, más bien al contrario. Podía ser una pose para incitar al marqués, pero creo que no lo era.
Y, sé que es algo totalmente subjetivo, pero me ha dado repelus la relación de esa jovencita con ese hombre mayor, con carnes desparramadas por su ropa, baboso, .... en fin. Me ha dado para atrás , desagradable.
Mmmmhhh, he aquí otro relato difícil de comentar. Leyendo la mayoría de las opiniones veo que es el favorito de muchos, pero a mí, siento decirlo, no ha acabado convenciéndome del todo. El personaje es interesante, y por lo que estuve viendo en la wiki el autor/a ha tomado muchos elementos y acontecimientos de su vida real y los ha sabido adaptar e incluir a la perfección en su texto (excepto la muerte del Marques, allí si ha novelado a gusto y piacere el autor/a), por lo cual tengo que felicitarte (a mí me costó muchísimo hacerlo, y una de las taaaaantas cosas que me criticaron en mi relato fue la falta de historicidad).
Sin embargo, y pese a ello, no he logrado disfrutar del todo de la historia. Quizás porque el Marqués nunca ha sido uno de mis personajes favoritos (aunque revisando hoy la wiki veo que quizás tuviera un pre-concepto falso de él), quizás porque siento que el cuento pretende contar mucho pero acaba contando poco; o quizás, sencillamente, porque la historia contada no es de mis favoritas (tengo cierto puritanismo pacato -por no decir mojigato-, lo admito. Lo mismo me ocurrió al leer sobre "el demonio alado").
De cualquier modo, y pese a que no haya sido de mis relatos favoritos, en este caso sí que reconozco el buen hacer de su autor/a, y su maestría con la pluma. Hay frases con profundas implicaciones filosóficas que son sencillamente geniales, como esta: "Nunca dudéis, pequeña, que las religiones han sido y serán siempre la cuna del despotismo", y encontré también unos cuantos párrafos que me sorprendieron con su bella carga poética como: "Fuera llueve débil, pero de modo insistente y el aire está preñado de humedad; una suerte de neblina asciende del río y trepa por las piedras del manicomio."
Como crítica formal (del contenido no voy a hablar, porque al fin y al cabo la historia es tuya, aunque debo admitir que no me convence demasiado la reacción del marques. O sea, le acaban de informar que va a morir y sin embargo no parece inmutarse ni un poquito) he encontrado unas cuantas repeticiones innecesarias que van en contra del ritmo ágil de la historia, como la siguiente:
"le pide al marqués que le hable de su esposa Renée, que tanto ayudó al marqués, y tanto lo amó como amigo; también le habla el marqués..."
Y hay demasiados puntos y coma que sobran porque, en realidad, correspondería punto seguido, por ejemplo aquí:
"Que sois un escritor maldito, que vuestras obras están prohibidas. Que cuestionáis la existencia de Dios, burlándoos de Él; incluso he escuchado decir que os limpiáis el culo con la falsa piedad del clero; que sois un revolucionario..."
Después de ese "Él" queda mejor, me parece a mí, un punto seguido, y así hay muchos otros ejemplos a lo largo del texto.
Por último, me ha chocado muchísimo el uso de los paréntesis para las aclaraciones del estado del ánimo de los personajes, pero mucho en serio. No sé porque en vez de poner (Carcajada), (Risa) (Sonrisa y guiño), no pusiste "se rió el marqués", "la muchacha se sonrió y le guiñó el ojo", etc.
Sin embargo son todos errores menores, o más que "errores" una simple cuestión de gustos encontrados entre los del autor/a y los míos propios, pero más allá de eso el texto es super correcto, con una muy buena prosa y una pluma que parece tener experiencia en estas lides. Una pena que a mi no acabara por llegarme, sin embargo eso no quita que el cuento es de los buenos buenos.
Puesto que hay representación teatral de por medio, me pregunto si el autor quiso hacer un juego en el propio texto introduciendo las (carcajadas) y demás efectos; como si la vida del marqués fuera también una obra de teatro en la que él es un actor más. Y dentro de esa obra de teatro, se habla de otra, la que se representa con éxito.
Si era esa la intención del autor, yo lo habría llevado más allá, quizás usando el mismo formato del último párrafo de Febrero. Febrero:
MARQUÉS: Se me ha caído el pañuelo. ¿Lo podéis recoger, chiquilla?
LAVANDERA: Por supuesto, mi señor marqués. (Chillido). ¿Qué hacéis? ¡Soltadme!
Isma escribió:Puesto que hay representación teatral de por medio, me pregunto si el autor quiso hacer un juego en el propio texto introduciendo las (carcajadas) y demás efectos; como si la vida del marqués fuera también una obra de teatro en la que él es un actor más. Y dentro de esa obra de teatro, se habla de otra, la que se representa con éxito.
Si era esa la intención del autor, yo lo habría llevado más allá, quizás usando el mismo formato del último párrafo de Febrero. Febrero:
MARQUÉS: Se me ha caído el pañuelo. ¿Lo podéis recoger, chiquilla?
LAVANDERA: Por supuesto, mi señor marqués. (Chillido). ¿Qué hacéis? ¡Soltadme!
En efecto, yo también pensé en la posibilidad de estar jugando con el tema teatral al leer esas acotaciones. Sin embargo, el resultado no me gusta como queda.
Habría sido muy bueno intercalas fragmentos de teatro y de realidad como dice Isma.
A veces pensamos que todo está escrito, porque ya lo han escrito los grandes (cuando digo grandes me refiero a todos aquellos que nos han enseñado que escribir no es una tarea simple, y ni siquiera hablaré de ganarse la vida escribiendo). Y es cierto que uno se siente muy pequeño, infinitesimal, leyendo sus obras de arte. Pero la vida se vive una vez (¡que frase tan manida!) y tal vez los aficionados a la escritura tengamos cosas que contar, humildes, a nuestra manera, porque no todos vemos ni sentimos lo mismo un dia de lluvia. Porque al final uno cuenta lo que ha vivido, otra cosa es saber contarlo.
Y creo que este hombre supo, y muy bien, contarlo.
Posiblemente era un depravado, no seré yo quien le juzgue, pero leed sus palabras y luego tirad sus libros a la basura.
"Maldito sea el escritor llano y vulgar que, sin pretender otra cosa que ensalzar las opiniones de moda, renuncia a la energía que ha recibido de la naturaleza, para no ofrecernos más que el incienso que quema con agrado a los pies del partido que domina. […] Lo que yo quiero es que el escritor sea un hombre de genio, cualesquiera que puedan ser sus costumbres y su carácter, porque no es con él con quien deseo vivir, sino con sus obras, y lo único que necesito es que haya verdad en lo que me procura; lo demás es para la sociedad, y hace mucho tiempo que se sabe que el hombre de sociedad raramente es un buen escritor. Diderot, Rousseau y d’Alembert parecen poco menos que imbéciles en sociedad, y sus escritos serán siempre sublimes, a pesar de la torpeza de los señores de los Débats... Por lo demás, está tan de moda pretender juzgar las costumbres de un escritor por sus escritos; esta falsa concepción encuentra hoy tantos partidarios, que casi nadie se atreve a poner a prueba una idea osada: si desgraciadamente, para colmo, a uno se le ocurre enunciar sus pensamientos sobre la religión, he ahí que la turba monacal os aplasta y no deja de haceros pasar por un hombre peligroso. ¡Los sinvergüenzas, de estar en su mano, os quemarían como la Inquisición! Después de esto, ¿cabe todavía sorprenderse de que, para haceros callar, difamen en el acto las costumbres de quienes no han tenido la bajeza de pensar como ellos?"
Y esto, que lo sepáis, también lo he encontrado en mi amada wiki, ea, jeje
una burla para Ororo.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
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