No sólo se niega a cambiar alterando su forma o punto de venta, también se niega a cambiar su alimentación pese a ser peligroso para su salud y veo que la rutina de llamar, fumar medio cigarro para luego fumar el otro medio, etc. es su vida.
De esta manera, el personaje queda bien dibujado, como alguien que ha tirado la toalla. Por eso, aunque no se queje personalmente, el narrador le protege y carga contra el centro comercial, lo cual resta objetividad o simple reflejo de una forma de ser.
Peculiar, no lo veo mucho; es una historia como cualquier otra.
Navideño, porque es una juguetería y es navidad; vale.
De todas maneras, aunque ha mejorado con la relectura, no acaba de convencerme.
Algunas cositas que se podrían mejorar además de la frase de la enumeración:
A las nueve y media hacía un descanso y, haciendo sonar la campanilla iba a la cafetería de Genaro a tomar un café...