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la niña_gata que ve llover a través de un cristal de mentira, escribió:
No sabréis nunca del amor verdadero hasta que no durmáis junto a un cipote negro. Dicen que en la noche, cuando se inflama, toda la selva huele a chocolate.
jajajajaja poeta caletero, un dia de estos te persigo y te apalizo. Pero reconozco que esperaba algo así de tu boquita sucia.
Cuando tengais el duelo en pelotas en la Caleta, le pongo el antifaz de jaguayano a Jilguero y os lo mando de testigo. Bueno, si hace falta otro, desenterramos al fenicio
Jilguerillo, me acaba de ocurrir algo muy extraño y vengo a compartirlo contigo por si deseas tomar las medidas oportunas, bien sea en forma de orden de alejamiento o de caldero lleno de agua hirviendo. Mi lado gatuno se ha embelesado mirando tu pechito gordo y me he relamido. De pronto me ha apetecido mucho hincarte el diente y cuando me he dado cuenta estaba salivando y con las uñas fuera. Y es que hoy, no sé por qué, te encuentro sumamente apetitoso. ¿Será ese pechito de plumas inflamadas? ¿Serán acaso tus muslitos dulces que imagino con un puntito crujiente? ¿Será esa faldita de colores mecida por la brisa caletera?
Voy a darme una vuelta por los tejados a ver si se me pasan las ganas de tí.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
jilguero escribió:
jajajajaja poeta caletero, un dia de estos te persigo y te apalizo. Pero reconozco que esperaba algo así de tu boquita sucia.
Cuando tengais el duelo en pelotas en la Caleta, le pongo el antifaz de jaguayano a Jilguero y os lo mando de testigo. Bueno, si hace falta otro, desenterramos al fenicio
Jilguerillo, me acaba de ocurrir algo muy extraño y vengo a compartirlo contigo por si deseas tomar las medidas oportunas, bien sea en forma de orden de alejamiento o de caldero lleno de agua hirviendo. Mi lado gatuno se ha embelesado mirando tu pechito gordo y me he relamido. De pronto me ha apetecido mucho hincarte el diente y cuando me he dado cuenta estaba salivando y con las uñas fuera. Y es que hoy, no sé por qué, te encuentro sumamente apetitoso. ¿Será ese pechito de plumas inflamadas? ¿Serán acaso tus muslitos dulces que imagino con un puntito crujiente? ¿Será esa faldita de colores mecida por la brisa caletera?
Voy a darme una vuelta por los tejados a ver si se me pasan las ganas de tí.[/quote]
¡Madre mía, qué mala es la necesidad...!
¡Diosa oscura vuelve que los demás empezamos a correr peligro!
El crujido de las hojas de pino resecas que te da la bienvenida a su reino, el intenso aroma de la resina, la rugosidad de los troncos que se descascarillan con el toque de tus dedos. La umbría humedad de los lugares más profundos e inaccesibles del pinar segoviano... Ainss...
jilguero escribió:Caletero, ¿ya empiezan los efectos paranormales? ¿Dónde está el mensaje con el enlace al fenicio?
Mmm... eso creo que lo planté en el hilo general del concurso... aunque como sigo con la medicación y el valium a tope en las venas no descarto nada en absoluto
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Berlín escribió:Ni baobabs, ni árboles bandera quebrados por la cintura por el viento impertinente, ni mimosas sollozantes, ni secuoyas inabarcables, ni cerezos sinuosos. No sabreis nunca del amor verdadero hasta que no durmais bajo un árbol de zapote negro. Dicen que en la noche, cuando su pecho de madera se inflama, toda la selva huele a chocolate.
¡Madre mía!, pero eso ya es pasar del romanticismo a lo erótico festivo, ¿no?
jilguero escribió:Caletero, ¿ya empiezan los efectos paranormales? ¿Dónde está el mensaje con el enlace al fenicio?
Mmm... eso creo que lo planté en el hilo general del concurso... aunque como sigo con la medicación y el valium a tope en las venas no descarto nada en absoluto
Vale, voy a buscarlo.
¡Con qué en algunos hilos hacemos mucho ruido y eso es todo!
Disculpa, autor, estas conversaciones fuera de lugar.
Es que el caletero enreda mucho y cuando está medicado ni te digo.
Pero no te enfades que, como ya sabes, tu relatito ha salido muy bien parado en los votos de Jilguero.
Un buen equilibrio entre desmadre y lenguaje. Me pregunto hasta qué punto ese desenlace estaba previsto en la mente del autor, o dicho de otra manera, si ha sido capaz de desarrollar esa historia a medida de irla escribiendo. Tiene momentazos absurdos y dulces, lo cual me parece una magnífica manera de mostrarnos cosas ocultas a los sentidos; y me duele llamarlo cosas, pero es que no todo se puede nombrar con palabras. Lo absurdo, lo inesperado, encuentra mejor los resquicios de nuestra armadura.
La premisa en la que se basa se abre como los pétalos de una flor de cerezo, efímeros y brillantes. Me ha gustado mucho, mucho.
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