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Pero, ¡qué final me diste, hombre! No me convenció tu relato pero veo la madera en ti que hay detrás, así que solo me queda esperar hasta leer el siguiente texto tuyo por aquí!
A ti te digo lo mismo que le he dicho a Meg en su relato: que lloriqueéis menos, que os sonéis los mocos esos verdes y asquerosos que lucís los dos y que os pongáis a trabajar, carajo. Que podéis hacerlo, que lo sé.
En tu caso siempre te digo que no mandes los relatos a los diez minutos de escribirlos, que los repases, y que los dejes madurar un poco, para volver a releer e intentar mejorar. Pero esto que te digo -y que te repito mil veces- se te olvida a los tres segundos, luego me preguntas si me quiero casar contigo y yo me voy echando pestes y tú mandas el relato sin corregir. Arrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrg
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
Padre de Profuguito, sabes que mi opinión es que cada uno de vosotros debe recorrer su propio camino y que lo importante no es tanto compararte con el vecino como con tus trabajos anteriores. En ese sentido, este texto, si bien no destacaba en el conjunto de textos, personalmente me ha gustado más que otros tuyos.
No noté que la niña tuviera ningún problema especial y por eso me pareció un poco infantil para su edad. Y mira que lo decías en el título. Esto para el petirrojo, para que espabile. Me di cuenta de que el Gabriel de Caleto podía simbolizar a todos esos niños con problemas de relación con los demás pero no con tu prota.
Pero, ya te digo, volveré a leerlo, ya solito y te haré un comentario en condiciones.
Y que sepas que esas dos sonrisas tan bonitas (la de Profuguito es para derretirse) las conservo como oro en paño, que diría mi abuela.
Pues de ese texto el petirrojo te dijo:
"La verdad es que me ha parecido un texto muy auténtico, muy cargado de sentimiento y con un lenguaje más elaborado del que nos tienes acostumbrado. Es más, te he imaginado volviendo cansado del trabajo y sentándote delante de la página en blanco para crear esto y me ha emocionado. Puedes estar orgulloso. "
Fíjate, cada vez valoro más el que sea un texto auténtico, en el que yo vea asomarse al autor entre líneas. Si además tiene una prosa depurada, pues mejor. Pero en este concurso el texto de Caleto y el de Edgardo me han calado porque he sentido palpitar su corazón detrás de los textos. En el tuyo, pues cuando lo relea ya te diré. En la primera lectura no fue así.
Pero, si quieres progresar, le tienes que dedicar tiempo. Meritorio es que escribas algo en 24h. Yo en ese tiempo soy incapaz de hilar nada. Aunque entiendo que regreses cansado y prefieras hacer cualquier otra cosa. Tú sabes que admiro tu resiliencia para aguntar en los concursos. Ave Fénix foril solo hay una. A eso no te gana nadie.