CP XIII - El cuaderno de lluvias - Lunaroja
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CP XIII - El cuaderno de lluvias - Lunaroja
EL CUADERNO DE LLUVIAS
Ya no recordaba desde cuándo llovía torrencialmente sin parar un solo instante.
Las calles se habían desdibujado y no había fronteras entre las veredas y los jardines. El agua lo inundaba todo, borrando los espacios.
Cuando comenzó a penetrar en su casa, invadiéndola lentamente, llevó sus cosas a la buhardilla , y en ese reducido mundo vivía con el rostro pegado al cristal de una ventana por donde veía pasar los días, absolutamente iguales. Su mirada se deslizaba como horas lentas por los extraños recorridos que se dibujaban en el vidrio.
El tiempo parecía detenido en una engañosa trampa que ocultaba el avance sigiloso del torrente. Ya no se distinguían los escalones que llevaban a la primera planta y el agua trepaba como una enredadera transparente, devorándolo todo .
Una mañana, tras la cortina de lluvia gris, creyó percibir una tonalidad diferente, casi como un color luminoso, y se apuró en dejar escrito ese momento para no olvidar el ligero matiz que parecía anunciar algún cambio. Fue entonces cuando comenzó a llevar el cuaderno de lluvias con rigurosa disciplina, un diario entre el delirio y la cordura, donde plasmaba cada mínimo cambio de color, de olor o de intensidad.
Anotaba con afán y con detalles precisos sin dejar escapar nada: una gota que rompía la monotonía de su recorrido, un olor a humedad menos ácido, un impreciso azul que destellaba entre los techos que quedaban visibles o quizás una pausa minúscula casi imperceptible en el torrente mortecino. Su cuaderno crecía, llenándose de palabras que transformaban su realidad.
Algunos días caían cortinas grisáceas , espesas, que todo lo ahogaban en una gran ciénaga de silencio, otros amanecía con la torrencial lluvia convertida en cristales diamantinos y la vida recobraba el color tamizándose en un gigantesco prisma que convertía su cuarto en un caleidoscopio .Todo quedaba registrado minuciosamente.
Luego estaban los perfumes, los aromas distintos, cada uno con su particular esencia que con esmero iba clasificando. Inspiraba lenta y profundamente abriendo apenas la ventana y captaba cada matiz, cada partícula olorosa, identificándola como si fuera algo visible mientras el agua seguía su ascenso gélido.
En la mañana de la lluvia lila con iridiscencias oscuras y aroma dulzón, el agua llegó al alféizar.
Apenas se percibían ya las chimeneas y algún techo, como el de ella, que sobresalía en la parte alta de las antiguas casas. Había taponado los bajos de la puerta, pero sabía por el olor a humedad y a madera mojada que el agua llegaba hasta allí, intentó poner alguna manta más en el zócalo, apretando con fuerza. Ya no quedaba tiempo.
Sus cosas se amontonaban en una pequeña mesa al lado de la ventana y encima de todo, su cuaderno de lluvia abierto. Releyó algunas páginas mientras minúsculos hilos se colaban por las rendijas y el olor dulzón se adueñaba del espacio.
Por un momento casi etéreo se hizo silencio, todo se cubrió de calma y sólo un acto tuvo sentido. Se acercó a la ventana y la abrió de par en par, llevando su cuaderno en la mano. Comenzó a arrancar una a una las páginas escritas lanzándolas al aire, viéndolas bailar ligeras y puras, así como se sentía ella apoyada en el marco abierto por donde entraba ya a raudales el agua.
Y por fin fue libre.
Las hojas en remolinos blancos fueron cayendo suavemente como lluvia de palabras.
Ya no recordaba desde cuándo llovía torrencialmente sin parar un solo instante.
Las calles se habían desdibujado y no había fronteras entre las veredas y los jardines. El agua lo inundaba todo, borrando los espacios.
Cuando comenzó a penetrar en su casa, invadiéndola lentamente, llevó sus cosas a la buhardilla , y en ese reducido mundo vivía con el rostro pegado al cristal de una ventana por donde veía pasar los días, absolutamente iguales. Su mirada se deslizaba como horas lentas por los extraños recorridos que se dibujaban en el vidrio.
El tiempo parecía detenido en una engañosa trampa que ocultaba el avance sigiloso del torrente. Ya no se distinguían los escalones que llevaban a la primera planta y el agua trepaba como una enredadera transparente, devorándolo todo .
Una mañana, tras la cortina de lluvia gris, creyó percibir una tonalidad diferente, casi como un color luminoso, y se apuró en dejar escrito ese momento para no olvidar el ligero matiz que parecía anunciar algún cambio. Fue entonces cuando comenzó a llevar el cuaderno de lluvias con rigurosa disciplina, un diario entre el delirio y la cordura, donde plasmaba cada mínimo cambio de color, de olor o de intensidad.
Anotaba con afán y con detalles precisos sin dejar escapar nada: una gota que rompía la monotonía de su recorrido, un olor a humedad menos ácido, un impreciso azul que destellaba entre los techos que quedaban visibles o quizás una pausa minúscula casi imperceptible en el torrente mortecino. Su cuaderno crecía, llenándose de palabras que transformaban su realidad.
Algunos días caían cortinas grisáceas , espesas, que todo lo ahogaban en una gran ciénaga de silencio, otros amanecía con la torrencial lluvia convertida en cristales diamantinos y la vida recobraba el color tamizándose en un gigantesco prisma que convertía su cuarto en un caleidoscopio .Todo quedaba registrado minuciosamente.
Luego estaban los perfumes, los aromas distintos, cada uno con su particular esencia que con esmero iba clasificando. Inspiraba lenta y profundamente abriendo apenas la ventana y captaba cada matiz, cada partícula olorosa, identificándola como si fuera algo visible mientras el agua seguía su ascenso gélido.
En la mañana de la lluvia lila con iridiscencias oscuras y aroma dulzón, el agua llegó al alféizar.
Apenas se percibían ya las chimeneas y algún techo, como el de ella, que sobresalía en la parte alta de las antiguas casas. Había taponado los bajos de la puerta, pero sabía por el olor a humedad y a madera mojada que el agua llegaba hasta allí, intentó poner alguna manta más en el zócalo, apretando con fuerza. Ya no quedaba tiempo.
Sus cosas se amontonaban en una pequeña mesa al lado de la ventana y encima de todo, su cuaderno de lluvia abierto. Releyó algunas páginas mientras minúsculos hilos se colaban por las rendijas y el olor dulzón se adueñaba del espacio.
Por un momento casi etéreo se hizo silencio, todo se cubrió de calma y sólo un acto tuvo sentido. Se acercó a la ventana y la abrió de par en par, llevando su cuaderno en la mano. Comenzó a arrancar una a una las páginas escritas lanzándolas al aire, viéndolas bailar ligeras y puras, así como se sentía ella apoyada en el marco abierto por donde entraba ya a raudales el agua.
Y por fin fue libre.
Las hojas en remolinos blancos fueron cayendo suavemente como lluvia de palabras.
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Si cedes una libertad por egoísmo, acabarás perdiéndolas todas.
Mis diseños
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Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
No sé por dónde coger este relato, es una ida de olla que no está mal pero se me escapa el sentido del asunto, si es que tiene alguno (o es que estoy espesito). Tal vez le estoy buscando algo que no debería y por eso no disfruto de lo que nos quieres ofrecer aquí y por eso pienso no ser lector adecuado...
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Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Tal vez sea una metáfora. Uhm, a veces nos vemos desbordados y la escritura nos salva de morir ahogados. Qué sé yo. De todos modos, autor, autora, pedorro, pedorra, te diré que tienes unas imágenes bellísimas que me han dejado con la babita caída. En cuanto a la estructura, forma y eso, pues me parece que te van a caer tomates, malacatones y frutas diversas.
A mi me has gustado, pero yo tengo un gato de avatar y estoy sopesando colocarme una cabrita bebé que he visto en un santuario, que se llama Galicia. Es que lleva una margarita entre las orejicas.
Suerte, poeta.
A mi me has gustado, pero yo tengo un gato de avatar y estoy sopesando colocarme una cabrita bebé que he visto en un santuario, que se llama Galicia. Es que lleva una margarita entre las orejicas.
Suerte, poeta.
Si yo fuese febrero y ella luego el mes siguiente...
- ACLIAMANTA
- No puedo vivir sin este foro
- Mensajes: 584
- Registrado: 29 Oct 2014 13:01
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
No tengo muy claro si es la historia lo que no me gusta tanto o es la manera de contarla. Tendré que volver a leerla porque la idea me parece interesante y es un relato con mucha poesía, pero tengo la sensación de que o no la entendí bien o el final no concuerda mucho con cuerpo de la historia
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Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
¡Hola, autor/a!
Me ha gustado, pero no sé si lo que yo he entendido es lo que tú querías hacer llegar al lector. Yo lo veo como una alegoría de la vida, esa vida que muchas veces puede parecer que se estanca, en la que todos los días parecen ser iguales, grises, fríos y húmedos, pero que si nos paráramos a observar veríamos que hay muchísimos detalles, por pequeños que sean, que diferencian a un día de otro, que incluso en los tonos grises se pueden encontrar mil variantes, que la misma lluvia de siempre puede oler diferente... Y que, aunque parezca que el tiempo transcurre despacio y apenas lo vemos avanzar, al mirar atrás vemos todo lo que ha ido devorando, hasta que nos alcanza. Y cuando eso ocurre, lo mejor que podemos hacer es abrir los brazos a la muerte sin tener miedo, y dejar que se esparza por el aire esa esencia de lo que ha sido nuestra vida, nuestro sentir...
Igual son paridas mías, pero todo me cuadra con esa idea, y por mucho que luego vengas a decir que estoy más que equivocada, con esa idea me quedo porque me ha gustado mucho ( a no ser que lo que me cuentes me guste y me cuadre aún más).
En cuanto a la narración, me ha gustado bastante, así que...
Resumiendo:
Me parece muy buen trabajo y una bonita alegoría de la vida.
Y así me hallo tras leer tu relato
¡Mucha suerte en las votaciones!
Me ha gustado, pero no sé si lo que yo he entendido es lo que tú querías hacer llegar al lector. Yo lo veo como una alegoría de la vida, esa vida que muchas veces puede parecer que se estanca, en la que todos los días parecen ser iguales, grises, fríos y húmedos, pero que si nos paráramos a observar veríamos que hay muchísimos detalles, por pequeños que sean, que diferencian a un día de otro, que incluso en los tonos grises se pueden encontrar mil variantes, que la misma lluvia de siempre puede oler diferente... Y que, aunque parezca que el tiempo transcurre despacio y apenas lo vemos avanzar, al mirar atrás vemos todo lo que ha ido devorando, hasta que nos alcanza. Y cuando eso ocurre, lo mejor que podemos hacer es abrir los brazos a la muerte sin tener miedo, y dejar que se esparza por el aire esa esencia de lo que ha sido nuestra vida, nuestro sentir...
Igual son paridas mías, pero todo me cuadra con esa idea, y por mucho que luego vengas a decir que estoy más que equivocada, con esa idea me quedo porque me ha gustado mucho ( a no ser que lo que me cuentes me guste y me cuadre aún más).
En cuanto a la narración, me ha gustado bastante, así que...
Resumiendo:
Me parece muy buen trabajo y una bonita alegoría de la vida.
Y así me hallo tras leer tu relato
¡Mucha suerte en las votaciones!
«El futuro es más ligero que el pasado, y los sueños pesan menos que la experiencia porque la vida no vivida es más leve, tan leve.»
Marie Luise Kaschnitz
Marie Luise Kaschnitz
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Por cierto, Berlín, ¡me acabo de enamorar de tu nuevo avatar!
«El futuro es más ligero que el pasado, y los sueños pesan menos que la experiencia porque la vida no vivida es más leve, tan leve.»
Marie Luise Kaschnitz
Marie Luise Kaschnitz
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Alegoría, metáfora... creo que este relato juega con las sensaciones de cada lector y cuando lo lei no estaba muy allá. Tras leer otros comentarios le daré una nueva oportunidad con la mente más abierta, ahora no, sé que no lo podré disfrutar aún...
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- Mario Cavara
- Foroadicto
- Mensajes: 3745
- Registrado: 08 Oct 2016 18:26
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Me ha gustado bastante este texto. Primero de todo aplaudir su brevedad, pues eso ya es un punto a su favor.
Hay ritmo en la narración y, sobre todo, un contenido poético que la hace muy grata de leer.
Para empezar, se agradece la visualidad que aporta la frase: “Las calles se habían desdibujado y no había fronteras entre las veredas y los jardines. El agua lo inundaba todo, borrando los espacios”. Gracias a ella, el lector se sumerge de inmediato en el cataclismo y se hace idea de su alcance.
Al propio tiempo, el autor o autora nos hace cómplices de la soledad y el desamparo de la protagonista, cuando dice que “vivía con el rostro pegado al cristal de una ventana por donde veía pasar los días, absolutamente iguales”. Hay que admitir que se trata de un enunciado rotundo que contagia angustia, una angustia que se intensifica aún más cuando poco después añade lo de “Ya no se distinguían los escalones que llevaban a la primera planta y el agua trepaba como una enredadera transparente, devorándolo todo”.
En cambio, me resultó confusa la frase “Su mirada se deslizaba como horas lentas por los extraños recorridos que se dibujaban en el vidrio”. Admito que me gustó la comparación, pero no acerté a entender demasiado bien esos extraños recorridos dibujándose en el vidrio.
Luego del impactante comienzo, el lector se deleita con la diversidad que la propia meteorología aporta en los días sucesivos, plasmado con gran belleza en el texto con ese gigantesco prisma que tamiza los colores y convierte el cuarto de la protagonista en un caleidoscopio. Esa parte del relato me ha parecido sencillamente preciosa.
Como precioso y sublime me ha resultado el final, cuando esa misma protagonista arranca las hojas de la libreta y las lanza al aire, mientras ya el agua invade su último refugio. Es, desde luego, una imagen llena de fuerza y al propio tiempo de poesía. ¡Me ha encantado!
Y el colofón final: “Las hojas en remolinos blancos fueron cayendo suavemente como lluvia de palabras” es sencillamente pura poesía.
Un gran relato, sin duda alguna. Mis más cordiales felicitaciones para su autor o autora
Hay ritmo en la narración y, sobre todo, un contenido poético que la hace muy grata de leer.
Para empezar, se agradece la visualidad que aporta la frase: “Las calles se habían desdibujado y no había fronteras entre las veredas y los jardines. El agua lo inundaba todo, borrando los espacios”. Gracias a ella, el lector se sumerge de inmediato en el cataclismo y se hace idea de su alcance.
Al propio tiempo, el autor o autora nos hace cómplices de la soledad y el desamparo de la protagonista, cuando dice que “vivía con el rostro pegado al cristal de una ventana por donde veía pasar los días, absolutamente iguales”. Hay que admitir que se trata de un enunciado rotundo que contagia angustia, una angustia que se intensifica aún más cuando poco después añade lo de “Ya no se distinguían los escalones que llevaban a la primera planta y el agua trepaba como una enredadera transparente, devorándolo todo”.
En cambio, me resultó confusa la frase “Su mirada se deslizaba como horas lentas por los extraños recorridos que se dibujaban en el vidrio”. Admito que me gustó la comparación, pero no acerté a entender demasiado bien esos extraños recorridos dibujándose en el vidrio.
Luego del impactante comienzo, el lector se deleita con la diversidad que la propia meteorología aporta en los días sucesivos, plasmado con gran belleza en el texto con ese gigantesco prisma que tamiza los colores y convierte el cuarto de la protagonista en un caleidoscopio. Esa parte del relato me ha parecido sencillamente preciosa.
Como precioso y sublime me ha resultado el final, cuando esa misma protagonista arranca las hojas de la libreta y las lanza al aire, mientras ya el agua invade su último refugio. Es, desde luego, una imagen llena de fuerza y al propio tiempo de poesía. ¡Me ha encantado!
Y el colofón final: “Las hojas en remolinos blancos fueron cayendo suavemente como lluvia de palabras” es sencillamente pura poesía.
Un gran relato, sin duda alguna. Mis más cordiales felicitaciones para su autor o autora
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- Onomatopeya
- No puedo vivir sin este foro
- Mensajes: 560
- Registrado: 16 Ene 2015 18:33
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Otro relato breve y bien escrito, que inspira, evoca y al final entre tantas ensoñaciones no tenemos ni idea de sobre qué va el relato, si es que va sobre algo y no simplemente sobre evocar de forma pura, como si de poesía se tratara.
Estos relatos son difíciles de puntuar, porque escribir tan corto es trampa, no te arriesgas a los errores de un relato más largo y puedes permitirte ser rimbombante porque no llega a cansar.
Ya veremos
Suerte
Estos relatos son difíciles de puntuar, porque escribir tan corto es trampa, no te arriesgas a los errores de un relato más largo y puedes permitirte ser rimbombante porque no llega a cansar.
Ya veremos
Suerte
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Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Un relato corto, que sale de la tónica de estas convocatorias.
Un estilo que tampoco casa muy bien con la línea de los relatos publicados, porque se maneja con prosa poética lo cual lo hace quizás inclasificable.
Para mi fluye con un discurso intimista,donde se refleja el mundo emocional de alguien que se ve atrapada en una situación de la que sabe que no va a salir. Pero a la vez, encuentra la manera de seguir respirando y encontrándole un sentido. Su discurso interno,su mundo caleidoscópico le da vida y sentido al relato.
Un estilo que tampoco casa muy bien con la línea de los relatos publicados, porque se maneja con prosa poética lo cual lo hace quizás inclasificable.
Para mi fluye con un discurso intimista,donde se refleja el mundo emocional de alguien que se ve atrapada en una situación de la que sabe que no va a salir. Pero a la vez, encuentra la manera de seguir respirando y encontrándole un sentido. Su discurso interno,su mundo caleidoscópico le da vida y sentido al relato.
Última edición por lunaroja el 27 Abr 2018 19:49, editado 1 vez en total.
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Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Mario, creo que hace referencia a los recorridos que hacen las gotas de agua en las ventanas cuando van cayendo. De crío, muchas veces jugaba con mi hermano a apostar qué gota de agua llegaría antes al final de la ventanMario Cavara escribió:En cambio, me resultó confusa la frase “Su mirada se deslizaba como horas lentas por los extraños recorridos que se dibujaban en el vidrio”. Admito que me gustó la comparación, pero no acerté a entender demasiado bien esos extraños recorridos dibujándose en el vidrio.
Me ha gustado la historia aunque yo la he tomado literalmente, simplemente como una historia de Ci-Fi. La trama me ha recordado a historias como "Inundación" de Stephen Baxter o "El mundo sumergido" de J. G. Ballard
"Contra la estupidez los propios dioses luchan en vano" (Friedrich von Schiller)
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Lo dicho después de leer a Sinkim, aquí cada uno lo vemos de una forma, él lo hace literlal y yo me moví también hacia esa dirección
PD: Al empezar a leer, pensaba encontrarme algo parecido a "La larga lluvia" de Bardbury.
PD: Al empezar a leer, pensaba encontrarme algo parecido a "La larga lluvia" de Bardbury.
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Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Upss...hoy parece que estoy leyendo los relatos poéticos dificilillos
Pues no sé qué decir...me he quedado en blanco..o en negro..creo no haber entendido la finalidad de tu trabajo. Haré trampa y leeré los comentarios de mis compas a ver si veo la luz.
Discúlpame, autor(a) pero entre que estoy espeso y que la poesía es un plato de caviar que aún no se apreciar y valorar como se merece...no puedo comentar debidamente tu trabajo.
Lo único que diré es que escribes de lujo y que ya me gustaría a mí tener la mitad de tu talento
Pues no sé qué decir...me he quedado en blanco..o en negro..creo no haber entendido la finalidad de tu trabajo. Haré trampa y leeré los comentarios de mis compas a ver si veo la luz.
Discúlpame, autor(a) pero entre que estoy espeso y que la poesía es un plato de caviar que aún no se apreciar y valorar como se merece...no puedo comentar debidamente tu trabajo.
Lo único que diré es que escribes de lujo y que ya me gustaría a mí tener la mitad de tu talento
- Tolomew Dewhust
- Foroadicto
- Mensajes: 4992
- Registrado: 16 Ago 2013 11:23
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Sin duda uno de los mejores títulos del concurso (si no el mejor) y también, ¿por qué no? una de las mejores ideas en torno a la cual escribir un relato: una mujer que se encierra en su casa cuando, un buen día, comienza a llover de manera torrencial y ya no para hasta inundarlo absolutamente todo.
Bien, bajo estas premisas (mejor título y mejor idea) creo que luego te lo has currado regular (a mi humildísimo entender, claro). Porque apuestas por el preciosismo y lo intimista, y das pie a pensar tanto que se trata de una metáfora sobre los sentimientos de una persona, como a tomarlo literal, que efectivamente alguien se ha quedado encerrado en su casa y no puede salir porque está todo anegado (esta dualidad la vemos en los comentarios precedentes).
En caso de haberlo escrito yo sin duda hubiera apostado por lo segundo, por presentar a la chica presa del agua, con la cara estampada contra la ventana de su dormitorio con los muebles flotando a su alrededor, y que pasen los días y no tenga nada mejor que hacer que escribir en su diario de días lluviosos.
Como lunaroja, pienso que nos hablas del mundo interior de alguien que pasa un momento complicado, así que me quedo con las ganas de leerte en esa otra segunda versión, la que de verdad disfrutaría. No es el caso, así que no hay chinos para ti. Te doy uno de estos .
Bien, bajo estas premisas (mejor título y mejor idea) creo que luego te lo has currado regular (a mi humildísimo entender, claro). Porque apuestas por el preciosismo y lo intimista, y das pie a pensar tanto que se trata de una metáfora sobre los sentimientos de una persona, como a tomarlo literal, que efectivamente alguien se ha quedado encerrado en su casa y no puede salir porque está todo anegado (esta dualidad la vemos en los comentarios precedentes).
En caso de haberlo escrito yo sin duda hubiera apostado por lo segundo, por presentar a la chica presa del agua, con la cara estampada contra la ventana de su dormitorio con los muebles flotando a su alrededor, y que pasen los días y no tenga nada mejor que hacer que escribir en su diario de días lluviosos.
Como lunaroja, pienso que nos hablas del mundo interior de alguien que pasa un momento complicado, así que me quedo con las ganas de leerte en esa otra segunda versión, la que de verdad disfrutaría. No es el caso, así que no hay chinos para ti. Te doy uno de estos .
Hay seres inferiores para quienes la sonoridad de un adjetivo es más importante que la exactitud de un sistema... Yo soy uno de ellos.
Re: CP XIII - El cuaderno de lluvias
Um... Es un título que me encanta. Creo que es una historia en la que la protagonista representa a alguien que se siente asediado. De alguna manera la escritura le supone una vía de escape. ¿De qué si no iba a ponerse a anotar los cambios minúsculos en la cualidad pluviosa? Y a través de ella se libera en el final.
Pero...um... no son más que suposiciones, porque no hay traza clara de lo que puede estar asediando a la muchacha (¿el tiempo? ¿la vida? ¿la rutina diaria? ¿la uniformidad?). El lenguaje tampoco me termina de convencer. Me parece más descriptivo que poético (digo esto porque se menciona la poesía por ahí). Y es comedido. La sensación de asedio suele ser más visceral.
¡Suerte!
Aquí te pongo el relato comentado de mi puño y letra (con estas reglas de interpretación que comentaba en el foro general).
-> El cuaderno de lluvias (comentarios Isma)