Yo le pinté el bigote a Stalin - Erika Riemann

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Título original: Die Schleife an Stalins Bart. Ein Mädchenstreich, acht Jahre Haft und die Zeit danach
Traducción: Núria Molines Garralda
Editorial: Contra escritura
ISBN: 139788494412196
Páginas: 204

Sinopsis:

Yo le pinté el bigote a Stalin es la primera publicación de la alemana Erika Riemann (Mühlhausen, 25 de diciembre de 1930) y esta es la primera vez que se traduce al castellano. Sus reediciones han sido constantes en Alemania al tratarse de uno de los pocos testimonios de la temprana opresión soviética en el país.

En este libro Riemann narra cómo a partir de usar un pintalabios para que un retrato de Stalin no parezca tan serio acaba con sus huesos en prisión. Ella tenía catorce años en su primer interrogatorio y aún no había finalizado el año 1945. La broma le costó ocho años en diversos presidios y campos de concentración.

Pero este relato es también la testarudez de una jovencísima Erika que no se deja amilanar ante la injusticia, que contribuye a los movimientos grupales femeninos en prisión para poner fin al maltrato,…

Este relato también es el tiempo de después, el de una vida marcada por la falta de libertad, por la inexperiencia de una mujer que no tuvo una juventud normal para cometer errores y aprender a enmendarlos.

Yo le pinté el bigote a Stalin es una de las escasísimas voces en primera persona de aquellos años oscuros de la Historia.

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¿No había una portada un poco más grande?

La sinopsis es muy atractiva, desde luego. Me lo apunto

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La había más grande, pero está es la más grande que aceptaba el foro

Leído.

Es un libro necesario. Y no solo por conocer lo que pasa en esas cárceles, por ese testimonio, sino por la segunda parte; cuando ella sale y como encara la vida, su vida, habiendo perdido esos años de formación, de crecimiento, en esas condiciones.
La arrestan con 14 añitos de nada y me llama la atención como hace suya la idea de que es mala y que no se merece nada. Es que además el motivo es tan absurdo. Parece increíble y sin embargo ahí está y sigue estando.
Ya digo, me ha resultado más interesante el después, aunque es una tercera parte del libro, que el mientras.