«POLICÍAS DE PAISANO». A las cinco de la madrugada se produjo una primera comunicación destacada en la Sala de Crisis del Centro de Coordinación, en la que un mando de los Mossos avanzaba ya cuál iba a ser el plan de actuación del Cuerpo durante la jornada. Alertó de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad disponían de «policías de paisano». «Esta gente la van a colocar por los colegios para ver qué hacemos. Sería conveniente pasar este mensaje en el briefing para que sepan que hay gente de la Policía observándoles», advirtió un intendente a otro, que le contestó que pasaba el mensaje inmediatamente a sus superiores.
«TONO JOCOSO». La inacción y el boicot a las Fuerzas de Seguridad fueron aderezados con bromas. Así, durante la madrugada quedó registrada una llamada «en tono jocoso» en la que se informaba al CECOR de que en el municipio de Ullastrell «el alcalde ha ordenado cortar el tráfico y que no puedan entrar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». Desde el Centro de Coordinación «no se dio ninguna instrucción para despejar las vías de comunicación, se limitó a tomar nota de la novedad», destaca la Policía Judicial.
«NO INSISTAS». Ya por la mañana, a las 7.34 horas, una agente llamada Marta comunicó a la Sala de Coordinación que se encontraba en un colegio pidiendo a los responsables que se identificaran y que éstos se negaban a facilitar sus datos personales. «Pon que había muchas personas y no insistas más», le contestaron los responsables. «La prioridad no era identificar a los responsables, sino redactar actas que reflejasen su presencia en esos puntos, aunque esa presencia fuera ineficaz para evitar el referéndum», destaca la Guardia Civil en su informe.
«INTERPONERSE». Una hora y media más tarde, el responsable de la comisaría de los Mossos de Arenys de Mar habló con el subjefe del CECOR. El primero comunicó que había llegado la Guardia Civil a su demarcación y solicitaba abiertamente refuerzos, pero no para cerrar los puntos de votación, sino directamente para «interponerse» e «impedir» que las Fuerzas de Seguridad cumplieran con el mandato judicial.
«UN VIGILANTE». En esta misma línea de intentar abortar el dispositivo de las Fuerzas de Seguridad, a las 11.01 horas una agente comunicó con total naturalidad por la emisora que en la localidad de Bigues i Riells «el alcalde ha colocado un vigilante para detectar la llegada de la Guardia Civil». «Las 400 personas que hay en el centro se han colocado delante de la puerta de acceso», añadió, sin proceder en ningún momento contra el primer edil y sin recibir la orden para hacerlo por parte de sus superiores.
«INSTRUCCIONES DADAS». En torno a la misma hora tuvo lugar otra comunicación, esta vez entre un intendente y el CECOR. Le explicó que en uno de los puntos de votación de Badalona no podían acceder al interior si únicamente recurrían a «empujones». Por ello solicitó autorización para emplear la fuerza. Desde el órgano de coordinación se le advirtió de que si aplicaba «otras medidas» debía tener en cuenta que «contravendría las instrucciones dadas».
«SE RETIRAN». A las 9.04 horas, uno de los jefes de Sala de los Mossos recibió la llamada de una agente ubicada en la Escola Nostra Llar de Sabadell. «Los efectivos se retiran porque no pueden estar ahí con la Policía Nacional. [...] Estamos saliendo como podemos porque la cosa está muy mal», indicó. «Lejos de permanecer para dar apoyo a los policías actuantes o ante cualquier incidente que requiera presencia o asistencia policial, dejaron solos a los agentes de la Policía Nacional», destaca la Policía Judicial. «Este comportamiento no fue aislado, ya que en otros casos
se indicó que en caso de actuación de Guardia Civil o Policía Nacional se alejaran del lugar para evitar salir en las imágenes que captaran los medios».
«RADICALES». A su vez han sido descubiertas comunicaciones en las que los Mossos comunican que hay «radicales de extrema izquierda» preparados para actuar contra la Guardia Civil. En Mataró, un agente alertó a las cuatro y media de la tarde de un «grupo violento» dispuesto a plantar cara a las Fuerzas de Seguridad. Los responsables tomaron nota y en ningún momento avisaron a la Guardia Civil de que tenían preparaba una emboscada. «Tener esa información hubiese sido de capital importancia en el caso de evaluar una intervención en ese centro», denuncia la Policía Judicial.
«CAMBIAR LA ESTRATEGIA». Alcanzado ya el mediodía, las comunicaciones revelaban cierta preocupación por parte de los responsables de la policía autonómica al comprobar que no habían realizado actuación alguna en los colegios. Por tanto, acordaron «cambiar la estrategia» y realizar intervenciones puntuales que pudieran aparentar que habían actuado. Por ello los mandos solicitaron al Servicio de Información que «designara en cada región lugares con muy poca presencia de gente».
«POCA GENTE». En este sentido, a la una y media de la tarde un agente desvela en qué consistía la nueva operativa: «Me piden tres o cuatro escuelas abiertas con poca gente». De tal forma que los Mossos procedieron, a las 13.37 horas, a clausurar el primer y hasta ese momento único punto de votación. El Casal de Granera en Granollers, saldándose la actuación con la intervención de una única urna.
IDENTIFICAR A UN GUARDIA». Esta inactividad contrastó, por citar un último ejemplo, con un caso en el que los Mossos pusieron en marcha todos sus efectivos disponibles al detectar a un «guardia civil retirado» que estaba sacando fotografías de la actuación de los Mossos. «Solicitamos apoyo para identificar a un guardia civil jubilado que ha hecho fotos a la patrulla y además ha llamado varias veces a la central de la Guardia Civil», dijo un mosso a través de la emisora.
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