Bandi en [i]La acusación[/i] escribió:La moraleja es que nunca se es lo suficientemente precavido, y esa es la regla para sobrevivir en Pyongyang.
Bandi en [i]La acusació[/i]n escribió:Para sobrevivir en aquella ciudad debería haber aprendido a sentir miedo mucho antes.
La sumisión, la obediencia ciega a través del miedo (¿le has contado a tu hijo alguna historia sobre el Obi? ¿Sobre el Obi que mete a los niños malos dentro de un saco para luego tirarlos al fondo del pozo?), la suspicacia. En el panóptico de una sociedad totalitaria, -de ideología única-, no hay lugar para una cortina doble azul oscuro cubriendo la ventana. ¿Qué se esconde? Tampoco hay espacio para los secretos aunque estos no sean más que fobias individuales de un niño.
La primera y soberbia frase de El manifiesto comunista: "Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo". "¿Habría escrito Marx, en realidad, una autobiografía?", pregunta uno de los personajes del segundo relato. Excelente chascarrillo aunque tampoco el lugar propicie la risa.
El libro es magnífico, fresa, no lo dejes pasar. Está genialmente escrito. Ya voy por el cuarto relato. Se respira un atmósfera asfixiante, acrítica, absurda y mecánica (capaz de formar a un millón de personas en menos de 45 minutos en pequeños cuadrados, como porciones cortadas de tofu), sin un ápice de barahúnda. Espeluznante, ¿verdad?fresa_charly escribió:No me he desaparecido del reto (o sí... pero no definitivamente). Estoy superliada de trabajo, y casi no tengo tiempo ni de leer ni de pasar por aquí. En un unos días empiezo con este libro