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No, Nelly, no es motivo de alegría. Al revés, me provoca cierta tristeza el ver al lobo y soñar que quizá ha cambiado y la lana es de verdad, no sólo un disfraz. Si yo lo tengo claro y he sopesado un 0.001% de posibilidad, ¿qué podrá sentir alguien que no esté al tanto?
Os cuento mi experiencia de estos 4 días.
1º - Hace exactamente dos meses envié a dos editoriales el manuscrito entero en doc/pdf, como así pedían. Luego me enteré que eran editoriales de las que el cliente es el escritor, no el lector. Pues justamente el lunes una, y el martes la otra, me contestaron favorablemente a mi propuesta editorial. Lo de los dos meses justos no es casual. Como en el arte de la pesca con caña -que no domino en absoluto, hablo de oídas- una vez que el pez ha picado, si tiras muy deprisa -un mes- corres el riesgo de que se huela la trampa y huya, y si tiras muy tarde -tres meses- se ha podido desenganchar.
2º - Empiezo por la segunda, que desestimé directamente. Es del tipo 1, de coedición. ¿Su oferta? Reparto de gastos e ingresos al 50%. 250 libros por 2.500 euros.
3º - La otra eran cantos de sirena, pero no de las bellas que te esperan con la ambrosía en la mesa, sino las devoradoras de las rocas. La oferta provenía de una editorial que hace años se dedicó a la coedición, últimamente basaban el negocio en las presentaciones y la venta obligada de 100 libros, y ahora habían cambiado y apostado por la literatura y los escritores. Ahí me creó la duda, una muy pequeña, minúscula, pero necesitaba saber cual era el juego y avancé las conversaciones. Me enviaron las condiciones y el contrato, consulté a varias personas -incluida Lucía- y vi que, aparte de las claúsulas abusivas, nada parecía estar muy mal. Es decir, yo no tenía que pagar nada, no me comprometía a nada, le cedía derechos y la iniciativa, etc... Al menos no parecía que fuera a costarme dinero. Pero entonces aparece el pasado y un detalle que no he mencionado hasta ahora.
4º - He leído y escuchado mucho sobre esta editorial. Internet está llena acerca de quejas sobre ella, sobre técnicas casi mafiosas para cobrar el dinero de las célebres 100 ventas, de mentiras sobre las ventas totales a la hora de liquidar el 10%, de impago generalizado, de juicios, de nula distribución, incluso bajo pedido directo de librería. ¿Cómo puedo fiarme de una editorial que tiene estos antecedentes? Que sí, que prometen que han cambiado -en los dos últimos meses, ya que a la confirmación de la recepción del manuscrito, me informaban de las 100 ventas- pero al igual que un marido maltratador que jura que ha cambiado, me resulta imposible fiarme, aunque no me cueste un duro, porque les estoy dando el poder sobre mi obra a cambio de nada, de mi nombre en una portada que puedo autopublicar cuando me dé la gana. No sólo me considero escritor, sino que me gusta crear el libro por entero, mimarlo, hacer hincapié en los detalles, y ellos no estaban dispuestos ni a hacer una simple corrección -o a lo mejor querían pedir dinero después a cambio de hacerla, quién sabe?.
5º - Pero lo que me mataba era un detalle que observé en el mensaje anterior. Junto a la carta de interés editorial, venía la paráfrasis o el informe del lector que se había leído mi libro, haciendo un resumen, incidiendo en los puntos fuertes, etc... Sin entrar en profundidad, a mi me recordó a esos trabajos de libros que te encargan en el instituto y que elaboras la noche anterior, cogiendo una sinopsis de aquí, un par de comentarios de allá, unas frases sueltas, algún subrayado previo, con una frase por capítulo, un refrito descarado de alquien que no se ha leído el libro, pero trata de convencer al profesor que sí lo ha hecho. El colmo era una de las frases finales, simplemente un corta/pega de una frase de la introducción y otra de un apéndice explicativo que hay dentro de la novela, mezclando dos cosas que no tenían nada que ver y en la que hablaban de un personaje misterioso al que no se podía identificar. Cualquiera que se hubiera leído la novela sabría quien era este personaje, nada misterioso, ya que el apodo de "la Sombra" sale tras su nombre continuamente. Sale unas 50 veces en la obra. Es como si dijeran que aparece un personaje misterioso cuyo nombre real no sabemos llamado Quijote.
¿Cómo fiarme del cambio de política de una editorial cuyo editor no se lee el libro que va a editar? Es su dinero el que se juega. Porque aunque el lector hubiera dado el visto bueno, ¿ni siquiera va a revisar algo en lo que va a invertir 1.000 euros?
No sé donde está el truco, no he llegado tan lejos, pero no me fío. Seguiré buscando.
Enhorabuena por esa novela que estás moviendo. Hacerlo significa que ya está terminada y digna de leer, lo que ya desde mi honesta opinión, es un paso enorme.
En segundo lugar, y visto lo que estoy leyendo por el foro, es impresionante la de gente que hay en el mundo capaz de hacer lo que sea por unos míseros euros. No me extraña cómo está el país. Esto es la ley de la selva, un sálvese quien pueda, una caza de elefantes, con tal de conseguir el maldito dinero.
Me pregunto qué piensa esa gente que se levanta cada mañana y dice, orgullosamente: Cariño, te veo luego que tengo que ver si consigo que este pavo, o cualquier otro, que me pague 3000 euros por 100 libros, y de paso, si canta la paloma y el libro es bueno, me saco otros tantos por vender sus derechos a otra editorial.
No voy a hacer aquí un discurso anticapitalista, ni mucho menos, sólo lanzo una reflexión al aire:
¿Hacia dónde vamos?
Gracias por comentar tu experiencia, Logan. Me gusta leer sobre la ilusión que tienes y coincido en que haces bien en querer mimar a tu obra. Al fin y al cabo, si te has tomado la molestia de llegar hasta este punto, con todo el trabajo que supone escribir y revisar, merece también la pena que el último paso no sea en balde.
En la situación actual hay que andarse con pies de plomo y el mundo editorial no es una excepción.
Pero lo que me mataba era un detalle que observé en el mensaje anterior. Junto a la carta de interés editorial, venía la paráfrasis o el informe del lector que se había leído mi libro, haciendo un resumen, incidiendo en los puntos fuertes, etc... Sin entrar en profundidad, a mi me recordó a esos trabajos de libros que te encargan en el instituto y que elaboras la noche anterior, cogiendo una sinopsis de aquí, un par de comentarios de allá, unas frases sueltas, algún subrayado previo, con una frase por capítulo, un refrito descarado de alquien que no se ha leído el libro, pero trata de convencer al profesor que sí lo ha hecho.
Ése es un clásico entre los clásicos. Yo le doy bandera roja en cuento me da ésa impresión, la verdad. Si no se molestan en analizar bien el libro, no se van a molestar en moverlo. Da la impresión de que piensan que los escritores somos tontos, pero lo raro es que da la impresión de que en muchos casos aciertan... si no, el tinglado no se sostendría...
A mi lo que me mosquea es su cambio de actitud en el negocio. ¿Lo hacen sólo con algunos autores y con el resto siguen igual, al compromiso de las 100 ventas? Porque a priori no me iban a sacar ni un duro, aunque supongo que quizá, una vez firmado, me pedirían dinero para corregir o cualquier otro detalle...
En fin, los hemos dejado pasar. Esperemos tiempos mejores.
El truco está en no rendirse, Logan. Cierto es que la situación actual es un desastre, que las editoriales pequeñas y medianas se aprovechan de la ilusión de los autores noveles y que nada es lo que parece en este mundillo, pero tarde o temprano (si eres verdaderamente bueno y tu novela merece la pena) te llegará alguna propuesta ''sin oscuras intenciones''. Es cuestión de armarse de paciencia, seguir progresando día a día y nunca arrojar la toalla.
Me parece una resupesta fantástica la que ha dado Mitrex. Por cierto, lo de la coedición me parece una alternativa malísima. Me comentó Lucía que en muchas ocasiones acabas pagando tú la edición entera, realmente, y no merece la pena, de verdad. Yo tuve una oferta que pedía 2.500 € aprox. y me parece... tremendo. A ver, ¿escribes un libro y encima pagas? No tiene sentido... Puedo entender que "vayas a porcentaje" y no cobres anticipo, vale, incluso, si quieres, hacerlo gratis por ver tu libro publicado, fantástico. Pero ya que escribas, te esfuerces y encima tengas que pagar... eso es el mundo al revés.
Ya en 1615, Cervantes ilustraba en el Quijote la ventaja de una autoedición sobre una edición usurera o fraudulenta. Esto es una conversación de Don Quijote con un autor al que conoce en una imprenta de Barcelona:
"Pero dígame vuestra merced: este libro ¿imprímese por su cuenta o tiene ya vendido el privilegio a algún librero? —Por mi cuenta lo imprimo —respondió el autor— y pienso ganar mil ducados, por lo menos, con esta primera impresión, que ha de ser de dos mil cuerpos, y se han de despachar a seis reales cada uno en daca las pajas. —¡Bien está vuesa merced en la cuenta! —respondió don Quijote—. Bien parece que no sabe las entradas y salidas de los impresores y las correspondencias que hay de unos a otros. Yo le prometo que cuando se vea cargado de dos mil cuerpos de libros vea tan molido su cuerpo, que se espante, y más si el libro es un poco avieso y nonada picante. —Pues ¿qué? —dijo el autor—. ¿Quiere vuesa merced que se lo dé a un librero que me dé por el privilegio tres maravedís, y aun piensa que me hace merced en dármelos? Yo no imprimo mis libros para alcanzar fama en el mundo, que ya en él soy conocido por mis obras: provecho quiero, que sin él no vale un cuatrín la buena fama."
Gracias por rescatarlo Verditia y gracias Logan por esa magnifica recopilacion de estrategias para embaucar a escritores noveles. Algunas las conozco demasiado bien