Troteras y danzaderas - Ramón Pérez de Ayala

[woki]

Troteras y danzaderas

Troteras y danzaderas, última parte de la tetralogía autobiográfica de Ramón Pérez de Ayala, reproduce la vida bohemia madrileña de la primera década del siglo XX. La novela comienza en la despedida entre Alberto y Fina de la obra anterior (La pata de la raposa) con la promesa de éste de volver para casarse tras conquistar la gloria literaria en Madrid. Alberto es ahora educador de dos prostitutas, Rosina (ya conocida por los lectores de Tinieblas en las cumbres) y Verónica.

Autor: Ramón Pérez de Ayala
Año de publicación: 1913

Editorial: Biblioteca Castro
Año de la edición: 1998
ISBN: 978-84-89794-17-7
Páginas: 260 apróx.
Edición: Javier Serrano Alonso


La edición de Biblioteca Castro incluye en un mismo volumen las novelas que conforman la tetralogía autobiográfica de Pérez de Ayala, Tinieblas en las cumbres, A.M.D.G., La pata de la raposa y Troteras y danzaderas.

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Desde luego, Pérez de Ayala es uno de los grandes narradores de la primera mitad del siglo XX que, incomprensiblemente, no tiene la atención que merece. No hay más que ver los mensajes del Foro. Aunque woki se esmeró por abrirles hilo a (casi) todas sus obras, la atención de los participantes es computable por cero, que diría Borges...
En mi juventud leí A.M.D.G., lectura que me pareció fascinante, pero luego nunca seguí realmente con el autor... Sí que recuerdo haber hojeado Belarmino y Apolonio y Los trabajos de Urbano y Simona, pero, realmente, no profundicé es su lectura...
Voy a empezar esta... Ya sé que es la última de la tetralogía, pero también he leído que se pueden leer por separado y en desorden... de hecho, con A.M.D.G., no recuerdo que fuera continuación de nada... aunque hace ya muchos años...
Bueno, pues, empiezo y comento... El primer capítulo, excelente. Situación cómica y personajes-payasos... sigo contando...

Besos

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Llevo ya cinco capítulos. por cierto, una de las "dificultades" de la novela es que los capítulos no están numerados... y tampoco tienen título alguno. En la edición que manejo, la de las "Obras completas de Ramón Pérez de Ayala", de Editorial Pueyo, de 1930, la única marca de inicio de capítulo es una letra capitular la mar de maja y vistosa, pero luego... identifica tú el capítulo de que se trata si has de hacer una cita... como no indiques el número de la página...

Bueno, los capítulos leídos son jocosos por demás. Un poeta tísico y más pobre que una rata, Teófilo, ha caído rendido de amor por una bella prostituta, amante del Ministro de Gracia y Justicia y que tiene una asistenta, Conchita, de buen ver también. La tal barragana vive en un edificio atendido por unos porteros que, a su vez, son fieles servidores de un escritor paupérrimo llamado Monte-Valdés (¿Valle-Inclán os suena?)... El caso es que, a las alturas del capítulo cinco, Rosina, la ramera, y su enamorado Teófilo (trasunto del poeta modernista Villaespesa) salen del piso de la primera rumbo a... todavía no lo sé...
Lo que sí sé es que este panorama es el Madrid de 1910 con todos los bohemios y buscavidas pululando por la novela...

Promete, promete...

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Llegamos a la Página 79 de la novela.
Efectivamente, los capítulos no están numerados, pero sí llevan nombre las "partes" de la obra... no me había fijado, pero la página anterior a la primera y, por tanto, al primer capítulo, llevaba un "titulillo": Sesostris y Platón. Al margen de quiénes eran, en la historia, estos personajes, en la novela de Pérez de Ayala, Sesostris es un galápago y Platón, un pez. Por supuesto, entiendo que hay un trasfondo a este título. Dos ideas: Platón es comido y Sesostris come. En la novela, y en esta primera parte, como iremos viendo, también hay quien come, y quien es comido...
Además, de momento, esto es una historia de un enamoramiento hacia una prostituta... nada nuevo... aunque la prostituta también corresponde... además, está por ahí un ministro que se va a ver perjudicado por ese mutuo amor, toda vez que él es el beneficiario circunstancial de los favores de...
Acaba de aparecer, por cierto, un personaje que, los seguidores de Pérez de Ayala ya conocíamos: Alberto Díaz de Guzmán... protagonista de las novelas anteriores (que solo parcialmente he leído...)

Bueno, que la novela es muy entretenida, agradable y merece ser leída, como toda la producción del autor, claro...

Nos leemos

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[julia]

yo tengo esa edición, la leí en la facultad cuando estudiaba, no recuerdo si en tercero o en quinto, y guardo muy buen recuerdo del escritor, pero nunca he vuelto a él. De la novela lo que más recuerdo es una escena narrada a varias voces con el punto de vista del poeta, su amada, el ministro (este no estoy muy segura) y la tortuga, creo recordar.

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He atravesado ya el ecuador de la novela, y tal vez estoy en la parte más aburrida. Los personajes han seguido en su misma dinámica... no hay en ellos ninguna gran evolución. Todo lo contrario. Siguen los amores y desamores... las correrías nocturnas por el Madrid valleinclanesco, el circo como espectáculo para coristas y bailarinas, a las que se se suman las antiguas (o no tanto) prostitutas que se reciclan en nuevas tareas. los poetas siguen en su eterna trashumancia de casa en casa, siempre sin dinero, siempre sisando y sableando para sobrevivir...

La técnica es quizá, uno de los aspectos a resaltar. Es, indudablemente realista, pero está está inspirada en un modo directo de narrar la vida que consiste en fragmentar las acciones, simultanearlas o contarlas de manera paralela. De hecho, parece la misma técnica que, años más tarde, utilizará Cela en La colmena, por ejemplo.

Sigo... y comento...

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Seguimos con la lectura de esta novela. Me quedan apenas cuarenta páginas para concluirla. No hay excesivas novedades. Pérez de Ayala está convencido de enseñarnos el Madrid noctámbulo, y repite los mismos conceptos más o menos desde los mismos puntos de vista. Rosina, la prostituta de la que se había enamorado Teófilo Pajares, se ha convertido en una auténtica "vedette", que andorrea por los clubes y los teatros de toda Europa con el que fue su primer y gran amor, Fernando... todo ello para contrariedad de su amante estable, el ministro don Sabas, quien se resigna, dada su madurez más que tronada; y del propio Teófilo, que sigue con su cierto acaramelamiento hacia la corista. Hay, en la vuelta de la artista a Madrid, un cierto acercamiento, pero no parece que vaya a acabar en nada la cosa. Verónica es otra que tal baila... en efecto, se convierte de ramera de baja estofa en bailarina poco menos que profesional, y está hecha otra apetitosa real hembra y objeto del deseo de todos los hombres, poetas o no tanto, que pueblan el universo ayalino...
El último episodio sicalíptico lo protagoniza Márgara, una chica de pueblo, conocida de Rosina y que no duda en convertirla en su ídolo verdadero: "Yo quiero ser como Rosina" - arguye... Cuando Rosina hace sabedor del lance a Guzmán (el supuesto protagonista de la novela), este idea un plan para quitarle de la cabeza a Márgara sus veleidades artísticas. El plan pasa por llevarla, una noche cualquiera, a que conozca los ambientes lupanares de la noche madrileña, haciéndole ver el ganado que deambula por los garitos burdelescos, tanto las profesionales, con sus miserias, cuanto las propias de los clientes. Curioso es que en este paseo "a la luces de bohemia", los propios expedicionarios tienen puerta franca para indagar y curiosear en todas las mancebías, desde las más caras y, por tanto, canallescas; hasta las del céntimo... En cada etapa de este tour prostibulario, los cicerones se dejan los cuartos a base de bien para demostrar qué están dispuestas a hacer según quienes por un duro mal contado...

Voy acabando...

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Bueno, pues, ya he finalizado la obra... Mi impresión general es que tiene altibajos, pero el resultado final es muy digno. Pérez de Ayala parece muy decidido a representar en la novela la estrecha franja que hay entre vida y literatura, y a fuer que lo consigue. No sé si he contado ya los diferentes episodios de la novela en que hay comentarios (extensos) sobre la visista de rosina Y Teófilo al Museo del Prado, los comentarios de Verónica a Otelo, a medida que se narra la tragedia... y algún que otro "tropezón" artístico-literario que descarga Ayala en medio de la trama... Quizá no sean de los episodios más logrados (el de Verónica es un auténtico palo), pero son tolerables y comprensibles.

El argumento de la obra acaba con la muerte de Teófilo, tras el convencimiento absoluto de que Rosina se va definitivamente con el padre de su niña, Fernando. Punto final a una vida cuyo epitafio dice que ni siquiera era hijo de quien él creía ser... todo un drama...

Me ha gustado saber del proyecto de Pérez de Ayala sobre esta "tetralogía autobiográfica". Resulta que está concebida como un todo con dos regresiones hacia el pasado. Concretamente, A.M.D.G. es una vuelta a la infancia (ya lo sabía, pero no había caído en ello porque desconocía el proyecto), y Troteras y danzaderas es una vuelta atrás desde las continuas estancias de Alberto en el extranjero... son, concretamente, dos años (algo menos) que pasa en Madrid y cuya continuación temporal es La pata de la raposa... Desde luego, no descarto en un futuro próximo leer el resto de las novelas de esta saga, porque me ha quedado buen sabor de boca...

Sobre la relación entre vida y literatura, este estudio de Amorós debe de estar muy bien...

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Pues, nada... nos leemos...

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