Tus pasos en la escalera - Antonio Muñoz Molina

[Aben Razín]

Gracias por poner una de mis obras favoritas de música contemporánea, @imation

[Teffi]

Pues he llegado al capítulo 39 y para mí empieza a decaer la novela.
Personalmente no me está gustando

todo el delirio de la fiesta en el palacio

[ratonB]

Lo dejé ayer en el cap. 36, en su visita al palacio en la que al final descubre

a Cecilia que ¿se la estará dando con el de las chapuzas?

Qué intriga

[imation]

Pues me alegro, Aben , no lo conocía hasta este libro la verdad, tendré que oír algo más suyo, justo la que puse aquí la verdad que me ha resultado un tanto inquietante, da un poquito de miedo


No me acuerdo ahora por el capítulo que voy, así que no leeré tu spoiler, Teffi, la escena del palacio se mne ha hecho algo aburrida quizás, demasiado repetitiva quizás, pero en general cuando divaga me gusta bastante.

Pero en el palacio ya estuve y sí, casi me caigo al leerlo

[fardal]

Me está sorprendiendo mucho, para bien, no recordaba que Muñoz Molina fuera tan evocador y descriptivo, tan etéreo y a veces poético. Reconozco que solo había leído de él Plenilunio, que en principio es una temática diferente, aunque sí tiene la parte psicológica, la introspección, y artículos. Pero no lo recordaba así. Hay algo que que no me acabe de cuadrar y que hace que esté todo el rato en tensión, esperando el hachazo, pero es una lectura muy agradable.

Me ha llamado la atención este comentario.
Si solo has leído plenilunio, realmente te falta muchísimo por descubrir de Muñoz Molina y, en mi opinión, su último libro, no es la mejor manera de hacerlo.
Yo creo que el mejor MM lo podemos encontrar en obras como el jinete polaco, Sefarad, en ausencia de blanca o la noche de los tiempos, en donde encontramos a un gigante de las letras que emociona y sorprende a partes iguales, pero creo que en otros libros de su bibliografía no logra alcanzar ese brillo y, en las últimas, más allá de la noche de los tiempos, en mi opinión el nivel empieza a decaer.

[Megan]

Lo tengo empezado y voy un 25%, realmente me está aburriendo mucho. No puede ser que sean páginas y páginas sobre:

Cómo colocar los muebles, si a Cecilia le gustará así o no, que se pone en el cerebro de Cecilia para ver si a ella le quedaría bien este lugar para su sillón. En fin, son demasiadas explicaciones mientras espera que llegue su esposa, que el perro esto que Alexis lo otro, que Cecilia esto, que el espejo así o no sé si a Cecilia le gustará. Que Cecilia al ser científica le ha explicado sobre las neuronas y tal.

No pude seguir, en unos días lo sigo, pero me va a costar mucho si sigue en ese rumbo. Además con el dolor de cabeza se me complica más y sinceramente se me hace eterno. Pero no voy a dejar hasta terminarlo, aunque sea muy lentamente

[ratonB]

A mí me ha encantado. Es verdad que al principio parece lento , pero solo está preparando el terreno.

Muñoz Molina hace de una trama sencilla y corriente como es una

relación rota no asumida,

una historia compleja con las formas de gran escritor. Como novelista me ha parecido un truhan: te crea la duda al principio de la novela y a lo largo de la lectura te hace darle mil explicaciones diferentes hasta que al final se hace la luz y desvela que la solución más sencilla era la correcta. La afilada navaja de Ockham también corta en la ficción.

El ambiente onírico y brumoso en torno al protagonista que

trastornado confunde sueños y realidad, pasado y presente, y quiere borrar recuerdos porque no acepta la realidad,

resulta agobiante. Nueva York y Lisboa son ideales para esa ambientación, y la profesión de Cecilia , la mejor posible para su justificación.

La novela está llena de rincones interesantes. Me han gustado las tres figuras recurrentes que aparecen a lo largo de la novela y Muñoz Molina utiliza para modelar su antihéroe y darle sentido, y éste los usa para justificar su actitud: el almirante Byrd, el pensador Montaigne y un conejillo de indias de la psicología, el paciente Henry Molaison. Esta parte de metaliteratura el autor la introduce en forma de lecturas preferidas por

el traumatizado Bruno. El aviador y explorador Byrd, alegoría de la soledad, con el que se identifica. La obra de Montaigne que le sirve de modelo; el ¿qué se yo? del filósofo escéptico le sienta como un guante. Y El paciente HM, un clásico de la psicología sobre un caso real de un trastorno de la memoria: la coartada perfecta para el autoengaño de Bruno.

Creo que es una novela para recomendar según a quien, que este tipo de novela tan introspectivas acaban aburriendo a las ostras y no suelen ser muy populares.

[ratonB]

Lo tengo empezado y voy un 25%, realmente me está aburriendo mucho. No puede ser que sean páginas y páginas sobre:

Cómo colocar los muebles, si a Cecilia le gustará así o no, que se pone en el cerebro de Cecilia para ver si a ella le quedaría bien este lugar para su sillón. En fin, son demasiadas explicaciones mientras espera que llegue su esposa, que el perro esto que Alexis lo otro, que Cecilia esto, que el espejo así o no sé si a Cecilia le gustará. Que Cecilia al ser científica le ha explicado sobre las neuronas y tal.

No pude seguir, en unos días lo sigo, pero me va a costar mucho si sigue en ese rumbo. Además con el dolor de cabeza se me complica más y sinceramente se me hace eterno. Pero no voy a dejar hasta terminarlo, aunque sea muy lentamente

Insiste Megan, hay un punto de inflexión, cuando sale del palacio, en el que se vuelve más interesante. Céntrate en tratar de averiguar que le pasa a Cecilia: sus trabajo y experimentos cientificos es como una excusa que explican más adelante la actitud del protagonista.

[Teffi]

Lo terminé ayer y me quedé así
Pero en el mal sentido...
Tras llevar todo el libro repitiéndose, no veo que haya una final/conclusión digno de ser llamado así.

[Megan]

Lo tengo empezado y voy un 25%, realmente me está aburriendo mucho. No puede ser que sean páginas y páginas sobre:

Cómo colocar los muebles, si a Cecilia le gustará así o no, que se pone en el cerebro de Cecilia para ver si a ella le quedaría bien este lugar para su sillón. En fin, son demasiadas explicaciones mientras espera que llegue su esposa, que el perro esto que Alexis lo otro, que Cecilia esto, que el espejo así o no sé si a Cecilia le gustará. Que Cecilia al ser científica le ha explicado sobre las neuronas y tal.

No pude seguir, en unos días lo sigo, pero me va a costar mucho si sigue en ese rumbo. Además con el dolor de cabeza se me complica más y sinceramente se me hace eterno. Pero no voy a dejar hasta terminarlo, aunque sea muy lentamente

Insiste Megan, hay un punto de inflexión, cuando sale del palacio, en el que se vuelve más interesante. Céntrate en tratar de averiguar que le pasa a Cecilia: sus trabajo y experimentos cientificos es como una excusa que explican más adelante la actitud del protagonista.

Ok, ratoncito, voy a seguir y espero que llegue todo eso que me contás, gracias

[imation]

Ya lo terminé el finde.

Magnífico comentario, ratón.

Ha habido un momento que no sé si estaba leyendo a Muñoz Molina o a Millas, aunque sin su acidez. A mí me ha gustado bastante, quizás ese final demasiado abierto...

aunque la mujer no es Cecilia

pero está bien. También es verdad que quizás le sobran algunas páginas, lo del palacio. Creo que juega todo el rato con la memoria, los recuerdos, las sensaciones aprehendidas y su relación con lo anterior; que ese es el tema principal. No sé ponerle nombre, tampoco he investigado,

pero Bruno tiene un claro trastorno que en psiquiatría debe tener su nombre; de hecho había estado en tratamiento para ello. No es importante pero cuanto mas se aísla Bruno en su realidad, más se esconde el perro

Me ha gustado, pero quizás alguna repetición sobraba o lo de palacio por ejemplo.

Fardal, en un futuro tendré en cuenta las que apuntas.

Megan no te quiero desanimar, pero si andas con dolores de cabeza no sé si el libro más indicado... a veces es algo mareante el relato.

[lunallena]

A mí me ha encantado. Es verdad que al principio parece lento , pero solo está preparando el terreno.

Muñoz Molina hace de una trama sencilla y corriente como es una

relación rota no asumida,

una historia compleja con las formas de gran escritor. Como novelista me ha parecido un truhan: te crea la duda al principio de la novela y a lo largo de la lectura te hace darle mil explicaciones diferentes hasta que al final se hace la luz y desvela que la solución más sencilla era la correcta. La afilada navaja de Ockham también corta en la ficción.

El ambiente onírico y brumoso en torno al protagonista que

trastornado confunde sueños y realidad, pasado y presente, y quiere borrar recuerdos porque no acepta la realidad,

resulta agobiante. Nueva York y Lisboa son ideales para esa ambientación, y la profesión de Cecilia , la mejor posible para su justificación.

La novela está llena de rincones interesantes. Me han gustado las tres figuras recurrentes que aparecen a lo largo de la novela y Muñoz Molina utiliza para modelar su antihéroe y darle sentido, y éste los usa para justificar su actitud: el almirante Byrd, el pensador Montaigne y un conejillo de indias de la psicología, el paciente Henry Molaison. Esta parte de metaliteratura el autor la introduce en forma de lecturas preferidas por

el traumatizado Bruno. El aviador y explorador Byrd, alegoría de la soledad, con el que se identifica. La obra de Montaigne que le sirve de modelo; el ¿qué se yo? del filósofo escéptico le sienta como un guante. Y El paciente HM, un clásico de la psicología sobre un caso real de un trastorno de la memoria: la coartada perfecta para el autoengaño de Bruno.

Creo que es una novela para recomendar según a quien, que este tipo de novela tan introspectivas acaban aburriendo a las ostras y no suelen ser muy populares.

Raton me ha encantado tu comentario, cuando lo leí yo ya había terminado de leer el libro pero me había dejado descolocada y no sabía que pensar. Hasta la cena me estaba gustando la lentitud, estaba disfrutando de la prosa de las imágenes que evocaba, a la espera, pero a partir de la cena esto se desmoronó. No sé si es que lo leí desconcentrada y preocupada por el entorno. A la vista de tu comentario he decidido releer desde la cena y ver que es lo que se me ha escapado.
Ahora entiendo lo que es leer en un club de lectura con otras personas y me está gustando.

[ratonB]

Gracias por vuestros comentarios,

Ha habido un momento que no sé si estaba leyendo a Muñoz Molina o a Millas, aunque sin su acidez. A mí me ha gustado bastante, quizás ese final demasiado abierto... [/Spoiler]

A mi también me ha recordado mucho a Millás, pensaba que eran cosas mías. Además del estilo tan intimista, porque esta novela trata de historias corrientes de gente corriente, justo por lo que Millas es más reconocible. La diferencia está en el pH, como dices más ácido en Millás, es un maestro de la ironía fina, y eso es indicador de gran clase como escritor. M. Molina es más seriote, pero a su favor le reconozco algo que no recuerdo en Millás: lo bueno del aliño en forma en forma de citas de arte, música, literatura… y que entremezcla tan bien en la trama.

Raton me ha encantado tu comentario, cuando lo leí yo ya había terminado de leer el libro pero me había dejado descolocada y no sabía que pensar. Hasta la cena me estaba gustando la lentitud, estaba disfrutando de la prosa de las imágenes que evocaba, a la espera, pero a partir de la cena esto se desmoronó. No sé si es que lo leí desconcentrada y preocupada por el entorno. A la vista de tu comentario he decidido releer desde la cena y ver que es lo que se me ha escapado.
Ahora entiendo lo que es leer en un club de lectura con otras personas y me está gustando.

A mí me pasó algo parecido. Creo que porque la primera mitad diferencia claramente cuando habla del pasado en N.Y. y del presente en Lisboa; pero cuando

avanza la segunda parte y el protagonista mezcla sueños y realidad y el autor escribe mezclando pasado y presente,

se hace más farragoso. Yo tuve que recular más de una vez. No es que sea un libro difícil, pero sí que exige esfuerzo por parte del lector porque si pierdes más de un mínimo de detalles acabas perdido.

Lo que había leído hasta ahora de M. M. era de su primera época, lo recuerdo también con este estilo tan bohemio. Ésta novela también lo tiene, pero me ha parecido la de un escritor mucho más maduro.

[Aben Razín]

Gracias por tu comentario y menuda gracia la imagen de tu avatar, @ratonB

¡Tomo nota de esta novela!,

[imation]

M. Molina es más seriote, pero a su favor le reconozco algo que no recuerdo en Millás: lo bueno del aliño en forma en forma de citas de arte, música, literatura… y que entremezcla tan bien en la trama.

Sí, cierto.
De hecho pensé comentarlo y luego se me olvidó, pero hizo que me pasara un rato viendo Las tentaciones de San Antonio, El Bosco, que contemplaba el protagonista y de paso desempolvé algún libro; no sabía que estaba en Lisboa.

lunallena, lo mejor de esto quizás sea eso, ver los diferentes puntos de vista, focos variados, que nos descubran cosas, estemos luego de acuerdo o no