La astucia de la razón - José Pablo Feinmann

[Casaubon]

Si hay que buscar un adjetivo para calificar a esta novela, creo que lo primero que uno piensa es alucinante, porque la propia escritura, la puesta en forma de la temática de la novela, es alucinada.
Su argumento: Pablo Epstein, un graduado en Filosofía, ve que su vida es una progresiva disolución de su propio ser, va acercándose al filoso borde de la neurosis. La novela gira en torno a esta figura, en dos escenarios, por un lado, las repetitivas sesiones de psicoanálisis a las que Pablo asiste tratando de desentrañar los conflitos de su mente, y por otro el relato de un "asado filosófico" a la orilla del mar, escenas de las que da cuenta un narrador en tercera persona, obsesivo, detallista, circular, que vuelve una y otra vez sobre lo mismo, infinitamente, expandiendo el relato gracias a la digresión filosófica, literaria y metadiscursiva.
En fin, una novela imperdible de este gran escritor argentino.

Les dejo una pequeña interpretación crítica sobre esta obra, que he colgado en mi blog:
Si lo narrado en la novela de José Pablo Feinmann, La astucia de la razón, es la progresiva descomposición del sujeto conciente, la paulatina pero asimismo irrefrenable desintegración de la conciencia de Pablo Epstein, su escritura, su cuerpo verbal, debe darnos algún indicio de este proceso. Basta sólo con verlo: el narrador innominado de la novela, va desplegando su relato en extensas frases que, en vez de progresar (en vez de simular la progresiva desintegración de Epstein) se repliegan sobre, y en sí, mismas. Son oraciones que, enfáticamente, obsesivamente, compulsivamente, vuelven una y otra vez sobre lo mismo, se contraen hacia adentro, en una búsqueda endocéntrica. Las páginas pasan y pasan, se suceden una tras otras y las cosas que ocurren son muy pocas: cuatro amigos hablando sobre filosofía a la orilla del mar y las repetitivas sesiones de terapia de Pablo. La digresión, discursiva, literaria, filosófica, es llevada al máximo, las frases se dilatan pero en una continua reproducción circular, frases que, como la famosa serpiente ouróbora, se muerden la cola, se ciñen a lo que ya ha sido dicho para intentar solidificar o dilatar, al menos, eso mismo que se está desintegrando. En pocas palabras: la escritura, el estilo de La astucia de la razón, va a contramano de su temática, no para negarla, sino para evitarla.