A mí me ha gustado, la primera parte me enganchó a la historia, y la segunda es verdad que como decís es un poco menos dinámica. Al principio te pierdes un poco, no sabes si lo que cuenta es inmediatamente posterior a lo leído, o han pasado algunos años.
Pero una parte sin la otra no se entiende. Todo el peso con que la autora dota a los personajes al principio, la personalidad de cada uno, la forma en que enfrentan su estancia en "el colich", no se completa sin el testimonio del nuevo profesor.
Y no es que la historia se cierre y se aten cabos, es el lector quien tiene que ir asumiendo todo lo que sucedió, dando al lector razones para pensar cómo lo hizo, o desmontando las suposiciones. |
El epílogo está muy bien, por inesperado...
Parece que los Premios Herralde sí tienen fundamento.