Estoy a un capítulo de terminar la primera parte, lo siento, qué lenta que voy, y con lo que lo estoy disfrutando.
Pues vaya con el primito José
anarquista convencido, jejejeje. Me gustan las reflexiones que Ignacio se hace a sí mismo una vez José ha vuelto a Madrid. Que se deja influir demasiado fácilmente por los demás, que debería de recapacitar y pensar mejor las cosas... sigue sin novia. |
a casa por verano y cuando su padre se entera lo del cilicio, me encantó que se indignara y se lo prohibiera. Ais, este chico, si ya digo yo que es demasiado bueno. Ah, ¡y se bebía el agua con sal! Está loco. |