La sota de bastos jugando al béisbol- Miguel Ángel Buj

[Cape]

Hola Miguel.

He leído tres o cuatro capítulos más.
La historia cada vez está mas enmarañada y la aportación de algún otro personaje le sigue añadiendo gracia y misterio. Tal es el caso del barbudo desdentado del Mini y el político de apellido aristocrático. Qué tejemanejes se traerán?
Sólo hay una cosa que me desencaja y es que no consigo etiquetar a Ajonio. Por un lado, se le describe como un

frikazo, pero por otro al narrar en primera persona, parece un ingenioso ilustrado de hábitos anacoréticos (no por voluntad propia, sino por su naturaleza desgarbada).

A la vuelta a Conejal del Duero, el asalto inesperado

ha dado un nuevo giro a la trama y despierta mi interés. A ver como sigue la cosa y si se sigue liando todavía más.

[Miguel B]

Lo que dices de Ajonio no solo es intencionado sino que, como verás, lleva mucho trabajo. Muchísimo. La intención es buscar el contraste y, sobre todo, la caricatura.

Por eso no me acaban de convencer nada las comparaciones con Torrente (que se basan solo en que hay episodios algo fétidos), porque mientras que Torrente es un tipo bestia y zafio que se regodea en su propia grosería y elige la mugre cuando podría elegir lo contrario, Ajonio se ve forzado a vivir como vive y, a diferencia de Torrente, se esfuerza como loco por disimularlo; de ahí su lenguaje, con el que pretende hacernos creer que es exactamente lo opuesto a lo que es, pero como no puede engañar al lector, lo baldío de sus esfuerzos mueven a la sonrisa. Como esta:

[Cape]

Hola Miguel.
Hace un par de días que terminé la novela.
Antes que nada, me gustaría hacer un inciso que no hice en su momento.
Para un autor, ¿que debe ser lo más importante respecto a su libro? Pienso yo que hacer pasar un buen rato de entretenimiento a sus lectores, despertando sus inquietudes vitales, posicionándole frente a una historia o simplemente, como en este caso, hacerle reír.Pero para ello, lo primero es conseguir vender tu libro.
Pero si no eres (aún) un escritor famoso y reconocido, tienes que ser capaz de llamar la atención, captar a tu lector, para que cuando acuda a la librería, elija tu libro y no el de al lado.
Hoy en día es, si cabe, más complejo, pues hay muchos más medios de difusión y de publicitar tu obra. Pero no deja de ser un poco más de lo mismo. Y es en esto precisamente en lo que el autor y su editor y demás colaboradores han dado en el clavo. Primero, eligiendo el título. No pasa desapercibido. Recuerdo hace mucho tiempo que mi marido, tras asistir a unas clases de marketing, me comentó cómo su profesor, que hacía sus pinitos en esto de escribir y publicar, les dio una de las claves de su éxito para disfrutar y ganarse algunos eurillos con sus libros. Había escrito uno de estos que se podrían clasificar como de autoayuda, que además debía de estar escrito con una buena dosis de humor. Lo tituló algo así del estilo a "Cómo triunfar en el trabajo cuando tu jefe es tonto". Si fueras un reconocido erudito de la psicología laboral, seguro que podías haber dotado a tu obra de un título mucho más técnico, así como "Psicosociología de las relaciones laborales en la organización estamentaria de la empresa, desde un punto de vista informal y lúdico". Buj, entre el abanico infinito de títulos, eligió "La sota de bastos jugando al béisbol". No puedes ignorarlo, es imposible. Ya te ríes sólo con él. Luego adornada la portada con la caricatura de Ajonio vestido en un coupage de las indumentarias de un superhéroe y de la sota de bastos, proporciona el imán suficiente para decirte 'quiero este libro, seguro que me parto con él". Es de tebeo.
Dicho ésto, precisamente quería ahondar en esta última idea. No sé si el autor lo ha pretendido o no, pero su obra es un tebeo sin viñetas. Empezando por los nombres. Ajonio, Danuta, Torcuato. ¿Quien hoy en día se llama así?. Monseñor Berzas.... Es muy bueno. Los nombres de los pueblos también es muy de tebeo. Conejar de Duero, Chapuzúas Altas... Y luego la historia en sí, que enfrenta al poder eclesiástico y político con una asociación de exmonaguillos, casi nada. Muy bien tejida la historia entre tantos personajes, hay intriga, los malos pueden no ser tan malos y los que parecen buenos pueden resultar malos malísimos. Unos cuantos politiquillos corruptos tampoco podían faltar.
Las peripecias de Ajonio son muy buenas, pobre, todo le pasa a él. Es un personajillo que a pesar de ser un hampón, termina siendo el héroe del lector, al menos en mi caso. Y así se ratifica cuando ese cuerpo esmirriado, enfundado en los sayos del hábito sacerdotal,

desentierra la pata de palo del Pulgas,

da título a la novela descogotando el mortífero golpe cual la Sota de Bastos jugando al Béisbol.
Un punto más. Me parece también muy inteligente las referencias a "La terrible historia de los vibradores asesinos". Si le gusta la obra a tu lector, le das un motivo perfecto para adquirir también la otra novela, en la que se gestó la génesis del gran Ajonio.
Una última reflexión. En la secuela futura de La Sota,

¿qué vamos a hacer sin el amigo Pulgas? ¿Aparecerá reencarnado en un fantasma con los hábitos de padre Poncio?.

[Miguel B]

Muuuuuuuuuuchas gracias por tu reflexión, lady Caperucita

Ahí van algunas notas sobre lo que dices:

1. Confieso que cuando escribo me importa un pito lo que piensen los lectores, porque escribo para mí, por motivaciones personales. Aunque también es cierto que si me lo paso bien escribiendo es fácil que alguien se divierta leyéndome

(por cierto, esta idea fue el titular que eligió el periodista en una entrevista en un periódico cuando publiqué la primera novela)

2. Una cosa es escribir y otra publicar. Cuando escribes para ti mismo publicar no es un objetivo. De hecho, la mayor parte de lo que he escrito no he intentado publicarlo. Pero cuando publicas, entonces sí, lógicamente, quieres llegar al mayor número posible de lectores. Otra cosa no tendría sentido; además el editor ha confiado en ti, ha apostado su dinero y ha puesto una pequeña parte del prestigio de su catálogo en tus manos, así que debes hacer lo posible por corresponderle.

3. A falta de otra publicidad, el título es fundamental. Y sé que los míos han resultado atrayentes (y para algunos, repugnantes). Pero solo el título no basta: es precisa visibilidad. Dos ejemplos: cuando en 2011 se publicó, La terrible historia de los vibradores asesinos estuvo a la vista en algunos centros de FNAC. Bastó eso para que estuviera varios meses entre diez más vendidos de humor en toda España (en FNAC, digo), llegando a estar segundo por detrás de Ana Millán. El segundo ejemplo: mientras estuvo a la vista en la Librería Central, estuvo diez meses seguidos entre los cinco más vendidos (incluyendo todas las categorías). Bueno, pues en cuanto las siguientes novedades se hicieron hueco desplazando a los libros anteriores, entre ellos el mío, desapareció de aquellas listas. conclusión: la visibilidad es condición necesaria para vender (pero no suficiente, porque otros que también la tenían no estaban en esas listas) y, dentro de los libros que tienen visibilidad, el título ayuda mucho.

4. Ahora bien, todo lo que he dicho en el punto anterior son consideraciones de vendedor, no de escritor. Pero al final, los libros de gente desconocida, como yo, dependen del boca a boca, lo cual se da o no en función exclusivamente de si el libro es bueno o malo. El boca a boca, además, es dificilísimo: como el punto de partida para un escritor desconocido es un número de lectores reducido, el proceso, si se da, es desesperantemente lento. Creo que en mi caso se ha dado, y por eso La terrible historia de los vibradores asesinos, habiéndose publicado en 2011, ha pasado los últimos 28 meses en el top 100 de humor de Amazon (y mira que allí hay más de un millón de libros a la venta), casi siempre en la parte alta, habiéndose vendido mucho más de lo que imaginé jamás, y a La sota de bastos jugando el béisbol tampoco le ha ido mal: de hecho sus doce primeros meses en ebook han sido mejores que los de su hermana mayor.

Por lo demás, es cierto que la novela tiene algo de tebeo, porque tiene mucho, por no decir todo, de caricatura, lo cual, espero, permite leerla precisamente como una caricatura, como algo que pretende deformar la realidad para mostrar lo más destacado de ella: los intereses y afanes que mueven al personal.

Vaya rollo he soltado

Muchas gracias

[Miguel B]

¿Qué? ¿Alguien se anima?

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[Miguel B]

Cinco añitos cumple hoy desde su publicación en Mira Editores.

Hale, si queréis conocer a Ajonio, ya sabéis.

[Cape]

Hola.

A ver si la gente se anima y compra un ejemplar para disfrutar de un humor muy particular. A mí desde luego que me hizo reír y pasar un rato agradable con personajes sacados de un mundo lo más underground que te puedes imaginar .
Madre mía, cinco años ya! Como pasa el tiempo, parece que fue ayer.
Espero que el libro tenga una larga vida y que a medida que los años le caigan encima lo soporte con la dignidad que merece.