Viaje sin equipaje de mano

[Fiel poesía]

Poesía instantánea.
Oh, a ti vengo.
No me voy de ti ni por toda la eternidad.
¿Qué tienen mis letras de inhabituales?
¿De inhabitables?
Ya no sé si voy del palo.
Si me he inventado todo este cuento.
Toda esta manera de ser.
Pero cuando miro, escucho, siento.
Vuelvo a ti desposeído.
Poesía instantánea.
Mis letras van por libre.
Por libres.
Si no pueden habitar el mundo sin ser deslegitimadas…
¿Qué me queda?
Poesía instantánea.
Cada vez más y más solos.
Por momentos siento que mi opinión no sea más firme.
Que mis teorías, mis máximas, mis conclusiones no lo sean.
Ello es la vida y la muerte.
Muerte del mundo.
Ganar está en manos de este rito.
Mareante.
Maleante.
Tambaleante.
Ello es lo que me empuja a escribir.
Si creyera que para toda esta vomitiva realidad está ya todo dicho…
No me quedaría nada.
Ni yo me quedaría aquí.
No es por saber.
No.
Es por escribir para aguantar las ganas de vencer.
De vencer sobre algo.
La realidad está vendida.
¡Vendida!
Yo solo puedo hacer una cosa.
Nada de nada.
Dominar mis impulsos.
Escribir cuando tenga dudas de hacerlo y cuando no.
Mi incansable sentido oculto depende de ello.
Pero esa mujer en mi cabeza.
No es lo único por lo que sigo viviendo.
Esa mujer en mi cabeza es exactamente para mí lo mismo que mi poesía:
Inhabitable por comodidad.
A qué acomodarse.
Pudiendo teñir de gloria lasciva mis textos.
Ello en cadena desencadena.
A qué esa mujer en mi cabeza.
Parece salida de un cuento.
Esto que escribo es un cuento chino.
Lo demás es una lluvia de palos.
Un cuento chino con razón de ser.
De existir por encima de barbaries y barbaridades.
Una lluvia de palos cada vez que cierro el grifo.
Pero nadie cabrá aquí.
Imposible engañarme.
Cobrarse mi vida.
Ni muerto me engañaría la vida.
Farfullar y farfullar y farfullar.
No presumo ni de que esto tenga sentido.
Presumo de mi incansable sentido oculto.
De su incansable sentido oculto.
Me he anclado en mi incansable sentido oculto.
Como si no lo llevara dentro.
Yo puedo ser de muchas formas.
Pero solo soy de una.
Querer entrar en mis textos es peor que armarse de paciencia.
Yo me armo de paciencia.
Entro en mis textos por la única vía posible:
La vía rápida.
Si quisiera otra cosa la tendría.
Solo tendría que engañar y practicar y predicar con la mentira ejemplificada y millones de veces inspirada en la primera mentira ejemplificada.
Eso es lo que me parece la vida en los demás.
Tomar ejemplo de falsedades y sentimentalismos infundados, fundados solamente en el dinero y el miedo a la soledad.
De mil y una forma intentar justificar que su comportamiento está bien basado, aunque no signifique nada de por sí.
No significa nada contra esto.
Todas las maneras de vivir son la misma:
Dar las gracias a dios por seguir viviendo.
Dios se inspira en mí –cambiando de tema- cambiando de tema.
Estoy cansado de fanfarronerías.
No me hacen justicia.
Nada hace aquí justicia.
Solo mis letras.
Compartirlas o no, es el cáliz de mi sangre.
La libertad puede ser cortada tajantemente.
Pero no hay nada por encima de ella.
Ni siquiera mis creaciones.
Es por ello que nadie se siente libre.
Cómo iban a hacerlo existiendo tal desbarre.
Mis letras todo lo impiden.
Incluso a mí me impiden tragarme mis palabras.
Prefieren que las digiera una a una.
Digerir no es lo mismo que tragar, ni que pasar por el aro.
Poesía instantánea.
Nada hace justicia.
Es lo que no veo lo que me hace saber que me estás mintiendo.
Poesía puta.
Quiero que todo sea como es.
Mis letras arderán en el infierno.
Ello es el infierno.

[Mario Cavara]

¿Y tú eras quien decías que mi poema "A unos ojos marrones" era muy largo?

[lucia]

Esto parece un ejercicio de escritura automática de di lo primero que se te pase por la cabeza, pero escribiéndolo en versos, como si así fuese más poético.

[Fiel poesía]

En este caso, y en casi todos mis poemas, lo que parece es lo que es.
A estas alturas no me puedo permitir el lujo de rechazar ninguna idea, también he de decir.
Y que me parece perfectamente correcto que pueda significar eso para el que lee.
Al fin y al cabo, qué soy yo sino un aluvión de letras.
Este poema es uno de mis preferidos.
Aunque también he de admitir la opción de que es posible que para nadie más signifique poesía.
Hay que barajar todas las opciones.
Al fin y al cabo, y en defensa de mi poesía, esta vez, he de decir que ella baraja todas las opciones.